Lauvuk le entregó un arco de los que tenían en la tienda de armas —muy similar al que Sylens le había dado con anterioridad—, junto con un nuevo paquete de flechas. Mientras tanto, le dijo que podía dejar el suyo para que se lo arreglaran. El hombre a cargo lo recibió sin problemas, no sin antes darle una mirada curiosa al arco.
Eva le indicó al Acechador que se quedara con Uailean mientras tanto, antes de seguir a Lauvuk hacia la plataforma oeste. El cazador joven no parecía tan de acuerdo con esa decisión, pero al ver que la máquina se sentaba a su lado sin hacer nada sospechoso, lo dejó estar.
Lauvuk se paró junto a Eva en la plataforma. Luego de esperar un poco más, recibieron la señal de los ayudantes de la Guardián de que las máquinas para la prueba ya estaban en la arena.
—El mejor tiempo logrado es de tres minutos exactos —dijo Lauvuk, mirando al trío de Vigías entrar a la arena, buscando qué atacar—. El segundo es cuatro con cuarenta. El tercero es de veinte. Con que superes el tercero, será suficiente, ya lo sabes.
—Lo tengo. —Eva pensó: Estoy segura que Aloy podría obtener el primer lugar sin muchos inconvenientes.
—Una cosa más —Lauvuk le miró—. Si consigues un buen puesto en las tres pruebas, y logras superar a Aratak en el desafío... No dudes que te habrás ganado mi respeto. Y un nuevo nombre en Ban-Ur.
Eva bajó la mirada y sonrió apenas.
—Gracias, Guardián. Daré lo mejor de mí.
Tengo qué.
Lauvuk asintió, volviendo a mirar hacia la arena.
—Una vez saltes a la arena, el tiempo comenzará a correr. Así que mide tu tiempo, medita bien tus movimientos, y que la Luz Azul te guíe.
Lauvuk dio unos pasos atrás. Eva tenía el arco prestado en su mano izquierda; también los dos carcaj a cada lado de su cadera. El Lanzatormentas lo dejó a manos de Uailean. Tomó un profundo suspiro, antes de activar sus modificaciones. No vio qué tipo de reacción tuvo Lauvuk, solo pensaba en toda la resistencia que debía poner en su carne para no sucumbir a los dolores de las batallas recientes.
Y saltó a la zona de entrenamiento, dando a correr el cronómetro de su Foco.
Ni bien aterrizó, usó la nieve y las rocas para ocultarse. Había visto a los Vigías tomar caminos separados, por lo que iría tras ellos uno a uno. El más cercano estaba inspeccionando el área, cuando de repente dos flechas se incrustaron en su lente. Al quedar ciego y parcialmente aturdido, Eva salió de su escondite y lo apuñaló en el cuello con la cuchilla del Aguijón retraído. El Vigía convulsionó durante un segundo antes de caer rendido.
Eva se movió rápidamente para salir del rango de visión de los otros dos. Sus modificaciones le daban mucha ventaja. Pronto estuvo frente a frente del segundo, oculta tras un montón de hierba húmeda y madera, y lo destruyó usando directamente el Aguijón en su lente. La máquina hizo cortocircuito antes de apagarse.
El tercero casi la detecta. Pero Eva reaccionó al instante, disparando dos flechas a su costado sin armadura. Disparó otras cuatro veces más, utilizando una de las trampas de troncos metros encima del Vigía. Los gruesos troncos aplastaron a la máquina.
La alertó la movida de más máquinas en camino. Su Foco marcaba un minuto y medio, y contando.
Un Pataslargas y otros dos Vigías aparecieron en su rango de visión, y Eva entonces escaló las altas rocas con el modo Beta, con las patas y garras adhiriéndose sin problemas a la superficie húmeda. Desde lo alto, Eva disparó casi continuamente, con las flechas más duras y resistentes, al saco del pecho del Pataslargas, siendo ayudada por el Foco que marcaba las veces necesarias para hacerlo estallar.
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»𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐎𝐍𝐆 𝐎𝐅 𝐄𝐕𝐀«「𝐃𝐋𝐂:𝐓𝐡𝐞 𝐅𝐫𝐨𝐳𝐞𝐧 𝐖𝐢𝐥𝐝𝐬」#𝟐
FanfictionCorren rumores sobre sucesos extraños en el Tajo, las tierras Banuk. Ánimas que hablan, máquinas nuevas y más agresivas. Algo maligno que amenaza a Ban-Ur. Con todo lo que ya había superado con Aloy hasta el momento, Eva piensa que no sería tan...