BUENOS AMIGOS

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-¿Qué crees Minie?

Taehyung aparecia en una larga carrera de la tiendita escolar hasta las bancas cerca del patio trasero. Estaba emocionado por una gran noticia y debía compartirla con su mejor amigo, solo que este parecía triste, cabizbajo repicoteaba su almuerzo sobre sus piernas. El apetito persistía pero las ganas de comer no estaban.

-¿Estás triste?- sus manos formaron las señas correspondientes, si, ya podía formar pequeñas, muy remotas señas básicas y Jimin se daba cuenta pero lo dejaba pasar por el momento.

Asintiendo le respondió sin ganas.

-¿Por qué?

-Mamá no me quiere- interpretó.

El ceño de Tae se arrugó confusamente, ¿a qué se refería con aquello?

-¿Por qué?

-Porque me regañó muy feo, me dijo que era malo y que mentía.

-¡¿Por qué?!- siguió repitiendo con un tono exaltado.

-Porque no puedo hablar ni escuchar...- el labio de Jimin tembló en un peligroso puchero y la lágrima que se retuvo lo mejor posible, al fin salió resbalada-.  Taetae, ¿tú tampoco me quieres? ¿Soy malo?

La expresión del castaño pronto paso de confuso-exaltado a ofendido-exaltado. Ladeando su cuerpo hacia el pelinegro, habló con la vocecita más segura y estrujada que jamás había producido, si, Jimin no le escuchaba pero sus gesticulaciones y expresiones le decían con total seguridad que Taehyung estaba diciendo algo muy muy serio.

-¡Jamás Minie! Yo te quiero mucho, eres el mejor amigo que tengo... Jimin no es para nada feo, eres muy bonito y bueno ¡Como un ratón!

¿Ratón?

Aquella comparativa desconcertó a Jimin.

-¿Un ratón?

-Si, son adorables y chiquitos como tú.

De inmediato hizo el amago de imitar a aquel roedor cuando roe el queso. Las penas en los niños se disiparon al reír ante las mimicas de Tae. Jimin se limpió el rastro húmedo de las lágrimas y en un impulso, la distancia se acortó para abrazarse tiernamente.

Fue que al separarse y sonreír complicemente, Tae recordó su principal motivo por venir tan acelerado por Jimin.

-¡Ah! Minie Minie Minie.

A cada palabra efusiva, daba el arrebato de sacudirlo por el hombro a su alcancé. Los cabellos oscuros y sedosos de Jimin rebotaron sin permiso sobre su cabeza. Al terminar, los ojos del azabache se mantuvieron redondos y expectantes con unas mejillas abultadas inocentemente.
Todo un deleite.

-Este sábado mi papá me llevará con la abuela y yo aaaaamo a la abuela. Es la mejor cocinando galletas y pays.

Entre palabras, Tae se encargaba de hacer las señas correspondientes a su relato según las sabía, aún quedaba mucho por aprender.

-Tengo una idea, ¿por qué no vas con nosotros? De seguro ella también te va a querer.

¿Lo querrá? ¿Cómo a Taehyung? Él quiere ir a conocer a ese viejita porque sabe que los abuelos son viejitos. Jimin no conoció nunca a los suyos y si lo hizo ya no lo recuerda, muy bebé para hacerlo.

-¡Si!- alegremente asentía sin parar hasta que un detalle llegó a su mente-. Tae, mamá no me dejará, está enojada conmigo.

-¡Ah! ¡No!- gimoteó berrinchudo-. Mamá la convencerá, yo me encargo, no te preocupes.

-Pero, Yoongi no querrá quedarse solo, se enojara...

El castaño frunciendo el ceño le miró sin entendimiento y no por no saber lo que decía sino por lo que decía.

DOLLHOUSE YOONMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora