ARAÑAS EN EL ÁRBOL

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La familia de Tae los esperaron con ansias, el recibimiento fue entusiasta y las presentaciones algo confusas para Jimin que cohibido, fue bienvenido cálidamente. Todos entendieron su discapacidad y aunque no tenían la menor idea de cómo hablarle en señas, Taehyung se ofreció con vigor siendo clara su prematura experiencia en aquel lenguaje.

Por las primeras horas Jimin estuvo muy tranquilo, probablemente era debido a que no conocía a nadie allí y luego porque efectivamente, como siempre pasaba, se sentía intimidado ante la barrera de comunicación.

Pero su amigo se encargó de no dejarlo nunca, e incluso para ir al baño le jalaba de la manga de su playera y lo dejaba afuera junto a la puerta en espera de irse de nuevo al jardín.

-Ella es mi prima Karina- explicaba el castaño.

-Karina, él es Minie, es mi mejor amigo y no puede oír ni hablar así que debes ser buena con él- contó y exigió sacando a flote en lo último, el entrecejo fruncido-. Igual todos ustedes.

Los buenos amigos siempre estaban para defendernos, no importaba la ocasión ni las personas.

Apuntó hacía los demás niños ya presentados. Luego de asentimientos y algunas preguntas curiosas, todos decidieron jugar en el enorme árbol de los tantos que había en el terreno. Allí se colocaba un columpio de llanta dónde se turnaban para subirse y balancearse. Cuando fue momento de que Minie se columpiara, un niño mayorcito y más alto por algunos centímetros se acercó a él tomando su lugar de un arrebato. La frente fruncida en irritación y desacuerdo.

Si pudiese decir algo lo hubiera hecho, probablemente enojado y con voz demandante le diría que se quitara porque que era él quien debía estar en esa llanta.... Pero no fue así y lo sabía.

Jimin se quedó parado a un lado de aquel niño que usurpaba su privilegio de columpiarse. Estaba enojado e irritado más con la situación y consigo mismo que con ese grandulón aunque por supuesto que el pensamiento de querer tirarlo cruzó sus quereres. ¿Pero que podía hacer? Quizás más de lo que creía.

Para cuándo la tarde estaba cayendo sobre el cielo taciturno del campo, la mayoría de los niños regresaban a casa antes de recibir una regañiza de primera. Taehyung salió corriendo en una carrera con todos los demás demandada por un regordete enjundioso.

-Minnie corre muy rápido- maniobró con manos escurridizas.

-¡Ya!

La competencia de salir sagaces en contra del tiempo y las felinas piernas cortas de los pequeños dió inicio a los pies rápidos.

Debía ganar, debía ser veloz, debía dar todo de sí y seguir el camino que se trazaba en el pasto verdoso y amarillesco.

Mientras, el grandulón se había quedado en el árbol de juegos pues aquel niño pelicafé no era parte de la bandita Kim sino un vecino algo restringido por su mala educación.

Sin preocupación del crepúsculo, siguió allí, montado sobre una gruesa rama de árbol habitualmente usada para eso, su entendimiento estaba puesto en las hojas encarseladas en su mano.

Las mejillas adurasnadaz como dos melocotones tiernos y rositas, la respiración agitada con ligereza. La mente de Jimin iba pensando en penumbras, negro.

ARAÑAS.

No podía pensar en otra cosa que no fuesen arañas, pequeños, negros y peludos arácnidos que se esparcían por cada rincón impecable de su mente infantil e ignorante.

Por doquier, subían ágilmente al tronco viejo que de momento a otro ya no se pintaba en café, la oscuridad escalaba expedita.

-¡Vaca el último!- gritó una niña con burla.

Por supuesto no fue escuchado por el pelinegro pero no hacía falta para que su determinación fluyera con ahínco.
Inconsciente estaba de las imágenes mentales que se desarrollaban, solo surgían y fluían.

A unos metros la casa de la abuela estuvo a la vista con el enorme perro viejo que la resguardada vagamente a pies de la puerta mosquitera.

Pero a lo lejos, muy muy lejos atrás, las arañas invadían el tronco, las ramas, las hojas y...

-¡Ah!- el llanto aterrador del regordete niño en la cima no pudo alcanzar a nadie más que el viento y el sol- ¡Váyanse... Déjenme!

Con torpeza reculó para atrás en busca de un sitio seguro, libre de arañas, las cuales en cuestión de segundos estaban conquistando espacio.

El nervio floreció como una enredadera espinosa en el interior de su cuerpo, la ansiedad se crispaba en sus órganos calentandolos hasta hacerle hervir, dolió ante la invasión de desesperación y terror. Quería llorar pero el pánico era tan grande que ni las lágrimas podían salir a flote atoradas en un grito mudo de ayuda. Su pecho subía y bajaba descompasado. Quería a su madre para que lo arrullara, quería a su padre para que lo bajara de allí, quería a su gato para sentir que estaba en casa... Quería, quería bajar.

Alejarse fue lo mejor, lo mejor si hubiera cabida para rehuir a otra parte.

El último sonido grave que se escuchó fue el grasnar de un cuervo que en lo alto de ese mismo árbol observó el como el infante se desplomó hacía el suelo enraizado. Aquel grito fue la última muestra de miedo puro que exhibió. Para el cuervo no importó pues ya al callar la paz del campo regresó así tal cual las arañas volvieron al agujero en la tierra donde se desenterraron en estampida. El columpio por fin estaba solo.

-Jung es una vaca.

Cantaba Karina en son de burla.
Los cinco pequeños estaban ya en casa exhaustos pero no menos animados. La comida pronto se serviría, saciaría su hambre y reforzaría sus energías.

Taehyung se aproximó hacía Jimin dandole un respingón de susto por tomarlo desprevenido.

-¿Te asusté?- preguntó con sus grandes ojos enfocados.

El más bajo asintió.

-Tenemos que ir a lavarnos las manos.

Y así ambos subieron las escaleras hasta llegar al baño. Se adentraron a la par y lavaron. Antes de volver a bajar Jimin tomó la muñeca del castaño.

-¿Pasa algo?- indagó al retroceder el paso.

-Me asustan las arañas- dijo en suaves señas. El brillo en sus ojos podiase confundir con una confesión pecaminosa al igual que su vacilación.

-A mi igual.

[———— DOLLHOUSE ————]


¡Lunas! Volví a escribir más de 1000 palabras. Sorry, realmente tenía planeado que fueran alrededor de 600 y cachito con un máximo de 800 y pico... Siiip. No fue así jeje.

¿Les molesta? Es que les juro que solo se dió así y ya.

¿Qué tal el capítulo? ¿Os a gustado?
Sorry de nuevo, no soy la maestra del terror y desafortunadamente Ágatha Cristi no es mi maestra ni Stiphen Quin mi mentor o Tim Burton mi consejero... Una aficionada primeriza, lo que viene siendo, una neofita.

En fin, espero que les guste y la disfruten.

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Nos vemos Noctus.
:)                 

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