El deseo prohibido- [Hyunho]

[1]

Letra cursiva: Pensamientos de Hyunjin.

Letra cursiva negrita: Pensamientos de Minho.
______________________________________

[Septiembre, un año atrás]

El clima era cálido y fresco, el invierno poco a poco se iba para dar bienvenida a la primavera. Se podían ver a los estudiantes caminando por las calles con sus uniformes listos para otro día de estudios. Algunos estaban felices y otros no tanto.

Pensé que eras mi alma gemela, ya que no hay nadie mejor que tú.

- ¿Aún estás aquí? - Escuchar aquella voz lo sacó de sus pensamientos y sorprendido quitó su cabeza de entre sus brazos y dirigió la mirada hasta la puerta del aula.

-Jeongin. –Dijo bastante tímido al ser descubierto quedándose en el aula cuando todos ya se habían ido.

-En la escuela es "profesor", Jinnie. –Comentó divertido el mayor.

-Y tú sabes que no es "Jinnie".

-Es cierto, alumno Hwang. -Dijo bromeando al tiempo que se acercaba al pelinegro y se sentaba en uno de los bancos cercanos a él- Esto no se siente bien. Te conozco desde que eras pequeño.

-Sí, lo sé. –Ambos rieron, pero el buen ambiente entre ellos se vio interrumpido por la llegada de un tercero.

-Profesor Yang. –Llamó una dulce voz, Jeongin nervioso se paró de su asiento y le presto toda su atención.

-Profesor Felix. –Respondió nervioso- Que sorpresa.

-Hola a ti también, Hyunjin. –Saludó amablemente el profesor al verlo a él también.

-Hola. –Dijo Hyunjin en un tono neutro y sin emoción en su voz, su buen humor había abandonado su cuerpo.

- ¿N-Necesita algo? - Preguntó Jeongin llegando rápidamente a su lado.

-Oh, es cierto. Olvidaste esto en la sala de profesores. –Respondió extendiéndole una carpeta azul.

-Muchas gracias, soy un poco descuidado a veces.

Todavía con su semblante serio y observando toda la interacción de los adultos, Hyunjin abandonó el salón en silencio, pero a los pocos pasos chocó de frente con otra persona. Al mirar hacia arriba se encontró con los ojos de un rubio que lo miraban sin expresión alguna.

-No te vi. –Dijo Hyunjin observando el suelo.

Ninguno dijo nada, tampoco se movieron de donde estaban, uno frente al otro se quedaron escuchando los murmullos y risas que salían de uno de los salones vacíos de la escuela.

-Pensé que llorarías.

-Idiota. –Respondió clavando su mirada en aquellos orbes oscuros.

Amor sin esperanza, doloroso y no correspondido. ¿Realmente el amor era hermoso? Yo no creo que lo sea.

Lo tomó de la mano y se fuero caminando hasta el salón abandonado del tercer piso. Al ingresar Minho lo empujo contra la pared y devoró sus labios con verdadera necesidad. Los dedos de Hyunjin se perdían entre las hebras de su pelo al mismo tiempo que se cerraban y tiraban bruscamente de él.

Por otro lado, las de Minho, tan demandantes como eran, desasían el nudo de la corbata y desabrochaba los botones de la camisa para tener más acceso a la piel del pelinegro.

Un gemido escapo de la garganta de Hyunjin cuando el rubio bajo sus húmedos labios hasta su cuello y una de sus piernas se hacia lugar entre las suyas, sus manos sostenían firmemente de la cintura al menor para mantener sus cuerpos pegados en todo momento.