El deseo prohibido- [Hyunho]

[10]

Letra cursiva: Pensamientos de Hyunjin.

Letra cursiva negrita: Pensamientos de Minho.
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Minho caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela hasta que alguien se interpuso en su camino haciendo que se detuviera. Ambos se miraron entre sí, la mirada de Minho era de aburrimiento sobre la del castaño.

- ¿Qué sucede? - Preguntó.

-Hyunjin es popular entre los chicos, así que es mejor que no bajes la guardia. –Comentó con una sonrisa engreída pasando por su lado y siguiendo su camino.

Minho solo lo observó sobre su hombro y siguió su propio camino.

¿Bajar la guardia? No...decidimos salir realmente... No sé con quién estaba, pero eso debe haber terminado. ¿Estoy siendo engañado?

Repentinamente su día había empeorado igual que su humor.

- ¿Querés venir a mi casa? –Preguntó esa tarde separándose de Hyunjin luego de besarlo.

-No, no puedo. Mañana debo levantarme temprano.

Se quedó allí parado observando al pelinegro irse y pasó su lengua por sus labios recordando el sabor del beso que le había dado, tratando de descubrir si Hyunjin verdaderamente tenía a otro.

Él besa normal. Tal vez mejoró en ocultarlo. Oh, esto es bueno. Para ser honesto, mi detector de trampas está enloquecido.

-Minho. –Habló una voz a sus espaldas cuando estaba por ingresar a su casa.

-Ha pasado un tiempo, Jisung.

-Ese chico realmente no te quiere. –Dijo parado a metros de él y con una mirada triste.

Siempre eres muy honesto... y aburrido.

-Tal vez así sea. –Respondió aburrido girándose y observándolo de frente.

-Si realmente lo amas tanto que no te importa, entonces yo sería capaz de seguir adelante. -Jisung hacía lo posible porque su voz no temblara y pudiera decir lo que quería de forma directa y firme- Pero... ¡No es así! ¿Por qué no puedo ser yo? - Quiso saber mordiéndose los labios para contener el llanto y apretando los puños a ambos lados de su cuerpo.

-No tengo ningún problema con eso. –Respondió con la mirada y el tono de voz neutro a Jisung- ¿Querés ir a una cita mañana? - Las lágrimas caían por las mejillas del menor- Vamos, no llores.

"No soy el príncipe azul de tus fantasías". ¿Lloraría más si le dijera eso? Eso sería ir muy lejos. Odio admitirlo, pero soy amable con Jisung.

-Tengamos una cita. –Dijo por fin. Minho se sorprendió verdaderamente de que haya aceptado- Esta es la primera vez que me lo pides. Te amo lo suficiente, puedo vivir con eso.

Jisung ya había tenido una cita hacia algunos años, había sido su primera, la pasó bien, pero si la persona que había estado a su lado hubiese sido Minho, entonces hubiese significado el mundo entero. Tal vez no había sido una cita si en todo lo que pensaba era en Minho, fue más como si jugara a pretender, ni siquiera recordaba el nombre del chico con el que salió.

A Jisung le gustaba lo elegante, sus accesorios y ropas parecían tener mucho trabajo dedicado. Le gustaba tomar el té en tazas decoradas junto a tortas que él consideraba de alta clase. Le gustaba hacer esas cosas para él mismo, pero su vida diaria era muy diferente a eso.

El día de su cita con Minho se arregló más que otras veces, quería verse más hermoso que cualquier otro día de su vida. En parte para Minho, pero más que todo para sí mismo. No por nadie más, así era como debían ser todos. Nadie puede encontrar reemplazo para una persona importante en sus vidas.