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Letra cursiva: Pensamientos de Hyunjin.

Letra cursiva negrita: Pensamientos de Minho.
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El tiempo pasa igual para todos. Todo depende de si su vida es aburrida o no. Felix odiaba el sonido del timbre, dictaba sus horarios, cuando llegaba y cuando se iba de la escuela, el tiempo debía ser dividido para ser visible.

Lo que más deseaba Felix era algo que rompiera con la rutina de su vida cotidiana. Quería libertad. Su descanso en la sala de música se vio interrumpido por la llegada de Jeongin, todavía no le había dado una respuesta a su confesión y pensar en ello lo aburría.

Era una pena, Jeongin era lindo y siempre parecía sonrojarse en su presencia, actuando un poco torpe y tímido siempre que hablaban. Le daba tanta lástima que no quedaba de otra y decidió invitarlo a tomar algo en la noche. Jeongin era aburrido y Felix odiaba a las personas aburridas.

Pero todo cambió y se retractó de sus palabras al ver como Jeongin lo miraba embelesado esa noche, una idea asomó en su cabeza, una sonrisa malvada tiró de sus comisuras y lo besó. Tal vez su día aburrido se había vuelto interesante.

~

Cerró la puerta de su habitación y estampo al pelinegro contra esta mientras mordía y besaba aquellos tentadores labios. Hyunjin le correspondía con la misma urgencia mientras deslizaba sus dedos entre las hebras rubias para acercarlo más a él.

-Ha pasado un tiempo desde la última vez que viniste.

-Sí...es verdad. - Dijo evitando su mirada y recorriendo el lugar, Minho soltó una corta risa al verlo.

- ¿Por qué estás tan avergonzado? Tonto.

-No soy tonto. - Sus mejillas se sentían calientes y temía que Minho lo notara.

-Hyunjin...-Exhaló en un suspiro.

Eso es...siempre la pones, esa mirada. Él está asustado, pero todavía me ve directamente. Él es bonito. Hace que quiera arruinarlo. Hace que mi mente vaya por esos lados y me siento disgustado y triste.

-Minho, hagámoslo. –Pidió suplicando casi en un susurro.

Incluso yo tengo cosas que quiero mantener ocultas del resto del mundo.

Era de noche y ninguna luz más que la de la luna que entraba por la ventana los alumbraba a ambos. Hyunjin comenzó a desabotonar su camisa frente a Minho mientras este seguía cada movimiento, su mirada cayó sobre una marca casi desvanecida en su cuello. Empujó a Hyunjin de los hombros y lo recostó en su cama donde se subió sobre él y comenzó a succionar, morder y besar el cuello del pelinegro.

-Idiota detente. –Dijo Hyunjin al intuir que estaba tratando de hacer el rubio.

- ¿Qué? - Preguntó este alejándose y clavando sus ojos en él- ¿Hay alguien que no quiere ver mis besos en ti?

-No es eso. –Respondió- Pero, en ese caso...yo también te haré uno y quiero que lo hagamos toda la noche.

Allí va. Histérico, voluble e imprudente egocéntrico. Realmente no puedo lidiar con eso. Realmente...

Lo tumbó desnudo bocabajo sobre la cama, con las piernas separadas y con una almohada bajo su vientre levantándole las caderas. Minho estaba entre sus muslos jugando con su lengua sobre su agujero y le masajeaba el culo con las palmas de las manos al mismo tiempo que separaba sus glúteos para dar un largo y húmedo lametón hasta posar la punta de su lengua sobre el fruncido orificio, que comenzaba a temblar de impaciencia.

El deseo prohibido- [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora