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Letra cursiva: Pensamientos de Hyunjin.

Letra cursiva negrita: Pensamientos de Minho.
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- ¡No corran por los pasillos! - Gritó Jeongin exasperado al ver a un par de alumnos, Hyunjin solo sonrió a su lado, era divertido verlo en aquella situación- Siempre quise decir eso. –Rio.

Tanto profesor como alumno caminaban hombro a hombro por los pasillos llevando ambos entre sus manos pilas de libros que habían usado ese día en clases a la biblioteca.

-Bien por ti. –Dijo Hyunjin- Por cierto, ¿por qué debo ayudarte con esto?

-Porque es difícil pedírselo a alguien más. –Susurró avergonzado.

-Supongo que no tengo más opción entonces. –Aunque tratara de sonar desinteresado la emoción de pasar tiempo con Jeongin se notaba en su cara.

Al llegar a la biblioteca Hyunjin se puso nervioso, el lugar era más chico que un salón promedio, la cantidad de estantes llenos de libros ocupaban mucho espacio reduciendo aún más el lugar.

¡Estamos solos! Es mi oportunidad. No puedo estar nervioso.

-Puedes dejar los libros allí. –Dijo Jeongin apuntando la mesa del fondo.

Lo que debo hacer aquí es...hacer que Jeongin me vea como un hombre, aunque sea un poco.

Hyunjin se acercó lentamente por detrás de Jeongin, dejó los libros que cargaba y tomando una profunda respiración se giró para verlo de frente e iniciar con su plan. Pero todo se vio interrumpido cuando unas notas musicales provenientes de un piano llamaron la atención de los dos.

Él está tocando.

-Es bueno, ¿verdad? - El brillo de sus ojos se apagó cuando toda la atención de Jeongin ya no estaba sobre él- Puedo escucharlo siempre. –La ternura acompañaba cada palabra y Hyunjin apretó sus puños fuertemente a ambos lados de su cuerpo.

- ¡Es obvio que ese estúpido profesor de música sabe cómo tocar el piano!

-No digas eso. –Dijo Minho mirándolo, Hyunjin simplemente lo ignoraba y seguía golpeando con enojo el saco de boxeo.

Como siempre que se sentía frustrado había decidido ir con Minho. Al llegar a su casa después de clases lo encontró con la respiración agitada, sudado y con los guantes de boxeo en sus manos. El rubio al ver su estado lo dejo entrar y luego de escucharlo lo dejó desahogarse un poco con el ejercicio.

- ¿Has considerado rendirte? - Preguntó desinteresado mirando su celular, Hyunjin se detuvo abruptamente antes de propinar otro golpe- Hay muchos otros chicos lindos y jóvenes en los alrededores. Y no te confundas, no hablo de mí.

Hyunjin se acercó y se quitó torpemente los guantes para dárselos a Minho.

-Tú también deberías golpear un poco ese saco.

Minho estaba por hacerle caso, pero al mirarlo a la cara pudo ver como un par de lágrimas caían de su rostro.

-No llores. –Dijo acercándose a su lado y limpiando sus lágrimas.

-Es que, tú no lo entiendes, ¿verdad? - Preguntó entre hipidos- Tú estás en la misma situación que yo. No es asunto de rendirse o no. Si te enamoras de alguien, tienen que ser ellos.

- Lo entiendo. –Dijo serio, todavía mirándolo a los ojos.

Lo entiendo. "¿Por qué me enamoré de ellos?" ¿No? Pero...no todo es doloroso. Es por eso que, no puedo desear que nunca nos conociéramos. Eso es... ¿Cómo lo digo? Eso lo hace aún peor.

El deseo prohibido- [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora