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Letra cursiva: Pensamientos de Hyunjin.

Letra cursiva negrita: Pensamientos de Minho.
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[Septiembre]

Ambos se medían con la mirada en la privacidad que les daba el aula vacía. Ninguno le caía bien al otro.

- ¿Qué? ¿Por quién estas molesto? –Preguntaba con una pequeña sonrisa burlona- ¿Minho? ¿Jeongin?

-Así que sabias lo que Minho siente. –Hyunjin lo observaba sin expresión alguna en el rostro.

-No estoy muy seguro. –Dijo quitándose una inexistente pelusa de su abrigo- Pienso que como no tiene oportunidad con la persona que quiere, él solo llena el vacío con un compañero de clases accesible. -Hyunjin apretó fuertemente la mandíbula, lo odiaba tanto- Aunque, no soy el único del que ambos están enamorados.

- ¿Realmente es divertido ser amado por personas que ni siquiera te gustan? - Le recriminó ya cansado.

- ¿Eh? ¿Por qué? –Felix siempre hablaba en un tono calmado y dulce que lo hacía enojar- Ser deseado por los hombres, no hay un sentimiento mejor que ese.

Cansado luego de su eterno día dentro de aquella institución llegó a su casa y se fue directo a su habitación, el silencio lo rodeaba todo y eso no le sorprendía. Recostado en su cama con la vista en el techo exhaló un largo y cansado suspiro.

Minho no era estúpido, en realidad sabía todo. Pero sabía que si se lo decía a Hyunjin no habría forma de que lo comprendiera. Una sonrisa apareció al imaginar la situación, probablemente el pelinegro se pondría agresivo con él.

¿No quería que él me odiara? Es decir, hubo un tiempo...en el que realmente no lo sabía.

La chica con la que había salido hace años cuando tenía 15 se lo había hecho saber, Felix salía y se acostaba con muchos hombres y nunca importaba con quién fuera. En ese tiempo Minho lloró mucho hasta dormirse.

Cada vez que Felix iba a darle tutorías siempre había alguna situación de coqueteo, Minho sabía que el rubio con pecas calculaba todo y lo hacía con una intención en concreto, pero eso solo hizo que cayera más en la trampa.

Ahora que lo pienso, tal vez eran celos. Pero si fuera Hyunjin...

Repentinamente se encontraba pensando en el pelinegro con una sonrisa en la cara, sabía que Hyunjin era demasiado honesto, pero eso no le desagradaba. Su mirada cayó sobre su celular, era sábado y no tenía nada que hacer más que quedarse en su casa.

Tal vez se arrepentiría luego, pero no quería pensarlo demasiado. Tomando el celular entre sus manos llamó al número que aún conservaba guardado, solo esperaba que ella aceptara verlo después de tanto tiempo.

-No pensé que vendrías.

- ¿Por qué? - Preguntó curiosa.

No había cambiado en nada, delgada y alta, con el pelo castaño a la altura de los hombros y unos ojos negros demasiado atrayentes que te doblegaban a su antojo.

Por favor, haz algo con mi adolescencia.

-No me gustaría perder el tiempo. –Dijo mientras se quitaba la remera, Minho no respondió- Exactamente para esto me llamaste, ¿no? Está bien, después de todo, soy en parte responsable.

-No tenés que hacer esto por algún sentido de responsabilidad, ni nada de eso.

-Quieres hacerlo, ¿verdad?

Minho no respondió, simplemente se acercó a ella y tomándola de la cintura la acercó a su cuerpo, comenzando a besarla salvajemente y quitando el resto de su ropa en el proceso. Los gemidos de ambos llenaron la habitación a los pocos segundos y cuando finalizaron entraron los dos al baño para ducharse juntos.

-Sabes...-Comenzó a decir ella mientras secaba su pelo frente al espejo, su mirada encontrándose con la de Minho.

- ¿Qué?

- ¿Sabías que nunca lo habíamos hecho cuando tú querías? - Minho soló la observó- Así que ahora estamos a mano.

Luego de vestirse, saludó al rubio con un último beso en los labios y se fue, no se quedó a pasar la noche con él.

-Buenos días. –Dijo el pelinegro llegando a su lado el lunes a la mañana. Luego de la primera hora ambos se fueron al tercer piso durante el recreo- Hace calor...la primavera se acerca. –Comentó vagamente.

-Mmhh. -Ambos estaban recostados en el piso lado a lado mirando sin interés el techo.

-Sabes que estamos en cursos avanzados, ¿no? - Hablaba con aburrimiento- Al parecer, nos dejaran muchas tareas.

Minho se incorporó y comenzó a tomar agua de su botella, Hyunjin hizo lo mismo mientras observaba la espalda del rubio.

A veces, Minho y yo estábamos tan cerca...no es solo mi imaginación. Pero, en otras ocasiones, somos prácticamente desconocidos. Pasamos poco tiempo a solas. Dejamos de hablar sobre cosas que podrían interponerse. Nunca le dije sobre la confesión de Jeongin con Felix.

Cada uno de nosotros siente que el otro tenía cosas que ocultaba. Incluso tratábamos de evitar la molestia de preguntar. ¿Por qué será?

Hyunjin seguía observando a su compañero, si estaba bien con Seungmin, entonces no necesitaba más de Minho.

Tomándolo por sorpresa le quitó la botella de las manos y acostándolo sobre su espalda se subió a horcajadas sobre él. No le dio tiempo a pronunciar palabra cuando ya se encontraba devorando su boca como hacía desde que pactaron aquel acuerdo. Sus lenguas se enredaron en un combate en el que no había ni vencedor ni vencido, y a la vez, sus manos se apresuraron en acariciarlo.

Minho jadeo excitado cuando Hyunjin descendió y liberó su miembro tomándolo entre sus manos, él pelinegro lo masturbaba con la mano mientras chupaba con fuerza su glande. Hyunjin delineaba con la punta de la lengua cada una de las venas marcadas en la verga que estaba devorando.

Minho se mordió los labios para no gritar. No pensaba complacer a Hyunjin con sus gemidos, al menos no tan pronto. Aferró la cabeza del pelinegro con ambas manos y le instó a tomarle más profundamente. Minho quiso apartarse en el instante que supo que su orgasmo llegaba, pero Hyunjin no se lo permitió y decidió succionar con más fuerte y cuando sintió el chorro chocar en su garganta trago cada gota.

-Minho, lo hiciste con alguien más, ¿verdad? - Preguntó mirándolo segundos más tarde mientras este le limpiaba las comisuras de sus labios con el pulgar.

-Sí. –Respondió haciendo pequeñas caricias en su cintura al tenerlo sentado sobre su regazo- Tu también lo hiciste, ¿verdad?

-Lo hice.

-Puedo saberlo...porque...

- ¿Qué? - Preguntó Hyunjin con una mirada triste- Está bien. Seguramente lo hicimos por la misma razón.

-Ya sé. Debido a que comenzó a sentirse muy bien...-Hablaba a centímetros de su boca con sus narices rozándose.

-Yo también. –Dijo y permaneció quieto cuando Minho cerró la distancia y volvió a besarlo- Minho... ¿por qué? No me gusta el dolor, pero...

-Te entiendo, se siente tan bien. –Terminó completando el rubio, amar a otro dolía pero era adictivo.

Minho y yo realmente nos parecemos. Ambos somos terribles.

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El deseo prohibido- [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora