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Muchos cambia forma se formaron al rededor de los límites de su territorio para no permitir que los intrusos dieran un paso más. La mayoría de los alfas estaban en posición de ataque mientras otros estaban alertas en caso de que se diera una pelea y tuviera que poner a salvó a los demás miembros de la manada.

Jimin veía fijamente a los recién llegados y gruño con molestia, no sabía que hacían los lobos del este en su territorio pero sabía que no estaban ahí para nada bueno.

Los alfas de su manada se hicieron a un lado para dejar pasar al alfa Daesung, este iba caminando con firmeza hacia el frente para poder enfrentar a los intrusos, de reojo vio como su hijo estaba al lado del alfa Hoseok, después volvió a poner su mirada al frente y levantó su mentón de forma orgullosa.

—¿Qué te trae por aquí, Youngbae? — estrecho sus ojos al notar que este sonreía.

Dong Youngbae, es el hijo del alfa lider de la manada del este, actualmente su padre estaba muy enfermo y solamente por eso ya se creía con el derecho de poder mandar en su manada y hacia lo que quería cuando le daba la gana.

—Solamente pasaba por aquí y quería saludar— hablo de forma despreocupada.

—¿A si? — enarco una ceja — ¿Y para eso era necesario que trajeras gran parte de tu manada?

— Estábamos de cacería Daesung, no te pongas tan a la defensiva — sonrió y volteo hacia donde estaba Jimin, que se encontraba detrás de Hoseok ya que este mismo lo había colocado ahí al sentir la amenaza —Tu hijo como siempre tan hermoso, aunque quizá ahora que a crecido un poco, es más precioso que antes  — Hoseok al escuchar eso se movió para tapar a Jimin de la vista de ese alfa —¿Ya le encontraste un alfa o sigue aferrado a...?

—Ya cállate Youngbae, no sé que haces aquí — bramó molesto Daesung —No eres bien recibido en mi manada así que de favor te pido que te marches.

—Que grosero eres Dae — nego divertido mientras hacía una seña a los alfas que estaban detrás de él para que se detuvieran ya que amenazaban con comenzar un ataque —Recuerda que tienes un hijo Omega muy hermoso, cualquier alfa mataría por marcarlo  — le guiño un ojo a Jimin y este frunció el ceño.

—No me importa lo que digas Youngbae, márchate de aquí antes de que yo mismo haga que te vayas y no será de una forma muy agradable— apretó sus puños y sintió como su sangre hervía por el coraje.

—Que miedo me das — dijo de forma burlona —Me márchare porque ya es tarde, pero creeme que volveré a aparecer aquí y si Jimin aún no está marcado, me importará poco iniciar una guerra para tenerlo como mi Omega — el  castaño se estremeció al escuchar eso, sin poder evitarlo se acercó más a Hoseok, poniéndose detrás de él y se sujeto a uno de sus brazos.

—No me hagas repetirlo, Youngbae. Márchate de aquí antes de que pierda los estribos — para ese momento, una vena se había marcado en el cuello del alfa demostrado lo muy enojado que se encontraba.

Un poco más y parecía que estallaría. Si no se controlaba saltaría sobre Youngbae para molerlo a golpes.

—Esta bien, me iré pero volveré cuando menos se lo esperen y ahí será cuando reclamé a ese Omega como mío — señaló a Jimin y sonrió al ver cómo se escondía detrás de aquel alfa que lo veía de forma amenzante.

—Antes muerto que irme con un alfa como tú, Youngbae — Jimin espeto con molestia —Prefiero estar en el infierno a que estar a tu lado. Así que resignate a que nunca seré tu Omega.

—Eso ya lo veremos — se dió la vuelta y comenzó a caminar seguido de los demás alfas —Tu serás mío Jimin, no lo olvides.

Cuando desapareció ese alfa de su vista empezaron los murmullos, claramente amenazó con llevarse a Jimin. Daesung se mantenía viendo el lugar por donde Youngbae se marchó y frunció el ceño ante la molestia que sentía en su cuerpo, no permitiría que ese alfa se llevará a su hijo.

Soy tu alfa y tu mi Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora