•Extra 01•

1.4K 188 5
                                    

El tiempo había pasado y la unión de ambas manadas solo consiguió traer cosas buenas, las cosechas fueron en aumento al igual que el trabajo, ahora eran una sola manada que estaba en crecimiento y si seguían así podrían llegar a ser de las más fuertes.

Las cosas con el pasar del tiempo se volvieron más pesadas y con ello llegaron más responsabilidades y obligaciones sobre sus hombros dejándole exhaustos. Habían días que quería mandar todo a volar y quedarse en casa disfrutando a su hermoso esposo y sus pequeños hijos pero no podía, su deber como alfa de la manada no se lo permitía, además, debía velar por el bienestar de su familia.

—¿En qué piensas? — sonrió cuando un par de brazos pasaron por sus hombros dejando muy cerca un pequeño y cálido cuerpo.

—En lo precioso que eres — lentamente se dio la vuelta y coloco sus manos sobre las grandes caderas del Omega que le veía con amor.

—Se que algo más pasa por tu cabeza — cerró sus ojos al sentir las manos de Jimin peinando con delicadeza sus cabellos —¿Me dirás qué te preocupa? Sabes que puedes confiar en mí, alfa.

—No es algo de lo que te debas preocupar — observó la hora en el reloj que estaba en la pared, al darse cuenta que aún tenía tiempo enrollo sus brazos en la cintura del castaño y tomo asiento en la orilla de la cama colocando sobre su regazo a su pareja — Solo no quiero salir, quiero quedarme en casa contigo y nuestros pequeños.

Jimin rio al sentir como Jungkook dejaba besos sobre su marca, abrazo el cuerpo del alfa suspirando enamorado por todo el amor que transmitía su lazo.

—A mi igual me gustaría que te quedarás más tiempo con nosotros pero debes ir al Norte para firmar ese acuerdo, costó mucho que aceptarán comprar los productos de nuestra manada, no podemos arriesgarnos y perder está oportunidad.

Jungkook desde hace un par de meses estuvo en contacto con el líder de la manada del Norte para poder establecer lazos mediante el intercambio de artículos y alimentos para que así ambas manadas estarían unidad y podrían crear lazos con ellos ya que son de las manadas más fuertes y no les convenía tenerles de enemigo, el alfa de ese lugar resulto ser una persona muy agradable y al analizar los pros que sobrepasaban los contra accedió con la condición de también poder vender en su manada. Era un intercambio equivalente.

—Lo sé, lo sé — suspiro desganado —No entiendo porque quería que nos reuniéramos justo hoy que es la fiesta de Hueningkai, Yoongi quería matarme cuando le dije que debíamos ir al Norte.

—No te preocupes por eso, con solo que regresen antes del anochecer todo está bien — dejo un beso en sus labios antes de levantarse de su regazo cuando escucho un pequeño llanto que provenía de la habitación de al lado —No te olvides de comprarle un regalo porque si lo haces no me meteré a defenderte cuando Yoongi quiera matarte.

Jungkook rio porque era verdad, el Omega desde que le dijo que necesitaría que Jiho le acompañará a él y a los demás se molesto mucho porque debían partir el mismo día que celebrarían el cumpleaños de su primer hijo. Bien podía haber permitido que no fuera pero por motivos de seguridad al ir a un lugar desconocido tenían que ser precavidos.

—Solo espero sobrevivir, no quiero dejar a mis tres hijos y mi hermoso Omega solos — dijo divertido siguiendo a Jimin que entró a una de las habitaciones, encendió la luz y vio como se acercó a una cuna, camino hasta él y rodeo con uno de sus brazos su cintura al mismo tiempo que observaba a su pequeño hijo que lloraba.

—Ya bebé, no llores — Jimin meció entre sus brazos al pequeño bebé que no paraba de llorar —Cálmate mi amor, si no lo haces despertarás a tus hermanos.

Soy tu alfa y tu mi Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora