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El amanecer llegó bañando con los primeros rayos del sol sus cuerpos que se encontraban durmiendo plácidamente a la orilla del lago, el primero en despertar fue Jungkook debido a la molestia de que algo peludo rozaba su rostro.

Frunció su ceño y aún adormilado se sentó en la manta para observar con detenimiento a Jimin notando su desnudes, mordió su labio al recordar todo lo que sucedió, desde su cena hasta cuándo le pidió que lo tomara, había sido un momento único y mágico, a decir verdad, le sorprendió demasiado que se lo pidiera, según sus planes era solo pedirle formalizar su relación más no llegar al siguiente paso, no aún, pero bueno, no es lo que esperaba pero estaba satisfecho con lo sucedido. Había amado ser el primero en estar con ese precioso chico, el momento fue tan especial que aún creía que era un sueño y pronto despertaría, se sentía dichoso con el simple hecho de tener a su destinado entre sus brazos, se podía decir que después de tanto tiempo finalmente se sentía completo.

Observo todo el cuerpo del Omega y se detuvo en su cabeza cuando noto un extraño movimiento de algo blanco que era levemente cubierto con los cabellos castaños que caían en todas las direcciones, se acercó hasta el menor y observo con más detenimiento las orejitas blancas que se encontraban un tanto agachadas porque Jimin se encontraba dormido.

Sonriendo con ternura acaricio una de estas que rápidamente se movió ante su toque. Viendo la posición en la que se encontraba el sol decidió que era momento de despertar al Omega, si se tardaban mucho en aparecer podrían preocuparse sus padres.

—Despierta gatito — murmuró en sus orejitas que se removieron —El sol ya salió.

—Quiero dormir más — tomo la sábana con sus manos para cubrirse completamente.

—Vamos, debemos regresar a nuestro hogar — movió su hombro lentamente para no asustarlo —Ya cuando lleguemos puedes seguir durmiendo todo lo que quieras.

Refunfuñando cedió, sentándose dejando al descubierto su torso, bostezo con pereza y tallo sus ojitos tratando de despabilarse un poco.

—Buenos días — saludo medio dormido, a Jungkook le pareció muy lindo ver cómo a Jimin se le dificulta a abrir sus ojitos, por haber dormido tanto se encontraban hinchados y el puchero que mantenía no ayudaba en nada.

—¿Cómo te sientes?

—Me siento bien — abrió sus ojitos y se sonrojo al ver a Jungkook desnudo frente a él —Solo un poco cansado.

—¿No te duele nada? ¿Estás seguro que te sientes bien?

—Por ahora no me duele nada, no te preocupes Kookie, ¿Tú como te sientes?

—Me siento muy feliz por tenerte a mi lado — admitió —Así que el cansancio no importa si tú estás conmigo.

Jimin sonrió enternecido y con timidez beso la mejilla del alfa dejándolo desconcertado, este al ver que Jimin se separaba para poder comenzar a vestirse se apresuró a tomarle por sus mejillas para acercarlo y poder besarlo con devoción.

—¿Vamos a casa? —pregunto después de separarse del beso, con sus ojos siguió el movimiento de su lengua que pasaba sobre sus labios de forma lenta.

—Vamos — no paso por alto la mirada del alfa, siendo sincero, le encantaba saber lo que provocaba en él, ambos sentían una fuerte atracción hacia el otro y les era inevitable no querer estar cerca.

El pelinegro ayudo a vestirse a Jimin ya que cuando intento levantarse casi cae al suelo porque sentía adormecidas sus piernas y sus caderas dolían, termino recibiendo un golpe por burlarse pero es que le pareció muy gracioso. Después de reírse y que el Omega refunfuñara a cada momento recogieron las cosas que habían usado y las guardaron en la canasta para poder regresar.

Soy tu alfa y tu mi Omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora