Sasuke estaba profundamente enamorado de Naruto, y no había límites en lo que estaba dispuesto a hacer para hacerlo feliz. Cada capricho, cada deseo de Naruto se convertía en una misión para Sasuke, una oportunidad para mostrarle cuánto significaba para él.
A pesar de sus sentimientos intensos, Sasuke tenía que lidiar con la presencia constante de su hermano mayor, Itachi. Itachi era astuto y perspicaz, y aunque se hacía el desentendido, sabía muy bien quién era el nuevo amigo de Sasuke. Lo molestaba de vez en cuando, preguntando con una sonrisa burlona sobre el "nuevo amigo especial" de Sasuke, dejando claro que no se le escapaba nada.
Sasuke, por su parte, hacía todo lo posible por evadir las preguntas de Itachi, tratando de no revelar demasiado. No quería enfrentar la posible reacción de su hermano, temiendo que no lo entendiera o lo juzgara. Pero en lo más profundo de su corazón, sabía que no podía ocultar su amor por Naruto para siempre.
En sus momentos de intimidad con Naruto, Sasuke se encontraba sumido en un torbellino de emociones. Cada mirada, cada sonrisa y cada roce le recordaban lo afortunado que se sentía de tener a Naruto en su vida. Cada día se enamoraba más y más de él, y estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para que Naruto lo sintiera también.
Ver la felicidad en los ojos de Naruto, incluso en los momentos más pequeños, le daba la certeza de que cada sacrificio valía la pena.
-¿Hoy no hay ramen? -se volvió a quejar Naruto, en lo que solo negó. Naruto lo abrazó por la espalda, colando sus manos debajo de su suéter.
Sasuke estaba inmerso en un torbellino de emociones mientras compartía un momento íntimo con Naruto en la cocina. La pasión y la atracción entre ellos se habían vuelto irresistibles, se volteó y lo tomó de las mejillas, besando su frente.
-Aprende a comer otras cosas.
De repente, mientras disfrutaba de la cercanía de Naruto, escuchó un golpe suave en la puerta. Su corazón se aceleró al instante y su mente se llenó de preguntas. ¿Quién podría ser? ¿Habría alguna interrupción en su momento íntimo con Naruto?
Y entonces, vio a su madre, Mikoto, entrar en la cocina. Era la única con la clave. Aunque Sasuke intentó ocultar su sorpresa y nerviosismo, no pudo evitar que su rostro se ruborizara aún más. Sus ojos se encontraron con los de Mikoto, y en ese momento, supo que ella había presenciado el beso entre él y Naruto.
Sasuke intentó mantener la compostura, pero sus manos temblaban ligeramente y sus mejillas ardían de vergüenza. Podía sentir la mirada penetrante de su madre, analizándolo y leyendo cada una de sus emociones. Aunque su madre siempre había sido comprensiva y amorosa, Sasuke no podía evitar sentirse expuesto en ese momento.
-¡Señora Mikoto! -dijo Naruto con una gran sonrisa que solo sabría él dar.
-¡Mi Naru! ¡Mi vida!
Ella corrió al encuentro de los brazos del rubio, ambos sonrieron, amando sus interacciones. Suspiró.
En su interior, una mezcla de emociones lo invadió. Por un lado, estaba feliz de que su madre pudiera ver y aceptar la relación que tenía con Naruto. Pero al mismo tiempo, sentía cierto temor de que su madre lo juzgara o de que su presencia interrumpiera el momento íntimo que compartía con su amado.
-Vendré en un instante, espérenme para comer.
-Siempre, Naru, déjamelo a mí, terminaré de ayudar -prometió ella, en lo que notó como se alejaba el menor.
Mientras Mikoto encontraba un lugar para dejar sus cosas, Sasuke intentó recuperar la compostura. Mantuvo la mirada baja, evitando el contacto visual directo con su madre. Apretó los palillos entre sus dedos, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su cuerpo.
No pasó tanto tiempo cuando un grito se dio a conocer:
-¡Sasuke! ¿Dónde dejaste la toalla? -escuchó la animada voz de Naruto resonar en la cocina, mientras revolvía el contenido de la olla con entusiasmo.
Sasuke, con el corazón acelerado por anticipación, respondió apresuradamente: -Está en el armario de la derecha, Naruto.
Solo lo escuchó gritar de vuelta, en lo que vio a su madre sonreír-. Mentira, no hay nada aquí. ¿Estás tratando de gastarme otra broma pesada? No voy a salir desnudo de este lugar.
El rostro de Sasuke se volvió aún más sonrojado, sintiendo cómo el calor se extendía por sus mejillas: -¡Naruto!
La situación se volvía cada vez más tensa, y Sasuke podía escuchar los latidos acelerados de su propio corazón mientras esperaba la reacción de Naruto. En un instante, una idea fugaz cruzó su mente. La puerta del baño estaba a pocos pasos de distancia, y quizás podría evitar que Naruto descubriera la toalla y descubriera algo más que Sasuke había estado preparando.
Tomando una decisión rápida, Sasuke se apresuró hacia el baño, abriendo la puerta de un tirón y cerrándola detrás de él. Notó su espalda desnuda donde la bienvenida, mientras que se tragaba un insulto. Era una gran vista de su piel. Deseaba besarlo.
-¿Qué haces, idiota?! La señora Mikoto está afuera -murmuró, importándole poco quizás y desnudez, algo que él aprovecho, apresándolo sobre la brillosa pared, el rubio jadeó.
Sasuke mordió su labio inferior, mientras aún sostenía las muñecas de Naruto entre sus manos. El repentino ataque había surgido en un momento de paz, y ahora el ambiente se llenaba de una tensión eléctrica.
Todo parecía ser agradable a su vista, sin saber el tormento que ocupaba su corazón al tener a Naruto allí.
-Me gustas -dijo, sus palabras saliendo en un susurro. Observó cómo la brillante sonrisa de Naruto comenzaba a desvanecerse lentamente. ¿Terminaría todo así? Naruto parpadeó, parecía incrédulo ante esas palabras.
-Me gustas -repitió, acortando la distancia entre sus rostros y bebiendo la respiración agitada del rubio. Naruto aún no respondía a su confesión, pero tampoco parecía desagradarle el acercamiento.
¿Entonces, no terminaría mal? Pensó Sasuke para sí mismo, y no pudo evitar sonreír cuando sus labios se encontraron.
Sus manos abandonaron las muñecas de Naruto, dándole una oportunidad para que rodeara su cuello y profundizara el beso. Fue Naruto quien tomó la iniciativa, dejando claro que el juego de dominación había comenzado.
El tiempo pareció detenerse mientras sus cuerpos se movían en perfecta sincronía, sus labios explorándose con deseo y pasión. Cada roce, cada suspiro compartido, solo alimentaba el fuego que ardía entre ellos. Sasuke no dudó en aprovechar la desnudez contraria, y dejó marcas a lo largo de su abdomen, mientras su mano se acercó a su miembro, ya despierto.
-Tu madre- Sasuke...
Naruto se aferraba a Sasuke como si su vida dependiera de ello, mientras Sasuke se perdía en la sensación de estar cerca de la persona que amaba. No había lugar para el temor o la vergüenza, solo existía el presente y la conexión intensa que compartían.
Mientras los suspiros y gemidos se desvanecían en la atmósfera, Sasuke y Naruto se encontraron sumidos en un mar de sensaciones y emociones. Para ellos, en ese momento, solo existían ellos dos y la pasión que los unía.
.....
Extra:
El sonido de la puerta del baño atrajo la atención de Mikoto, quien disfrutaba de su comida en la cocina con un suave tarareo. Levantó la mirada y notó la falta de actividad y ruido provenientes del lugar. Sabía que algo estaba sucediendo, y su curiosidad se despertó. Por lo que se fue acercando a una de las habitaciones, por lo que se detuvo en seco unos segundos y una sonrisa juguetona creció en su rostro.
Se alejó, para servir lo preparado y esperar a que ellos se acercaron a la mesa. Mikoto saboreó su comida mientras sus pensamientos se centraban en el futuro de Sasuke y Naruto.
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Un Idiota Enamorado; SasuNaru
أدب الهواةAntes de que siquiera la matriarca Uchiha supiera sobre los sentimientos de su hijo menor, y pensara en llevarlo a un psicólogo incluso a un oculista, antes que fuera a planear un futuro sin el consentimiento de su hijo. Hubo alguien quien dudó por...