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La última visita al doctor fue dos días antes de regresar a la escuela. Le habían dicho que su esguince se había curado y podía continuar con su vida normalmente, con un poco de calma, pero podía.

—¿Cómo te fue? —preguntó Renjun a los pies de su cama.

Mark y él habían decidido ir a verlo para saber de la mejora.

—Puedo practicar, pero no en exceso. El doctor dijo que para mí próximo partido estaría en perfectas condiciones.

—Me alegro mucho, Jeno —le dijo mientras jugaba con el cubo Rubik.

Mark apareció justo a tiempo con algo para comer y bebidas que la mamá de Jeno preparó antes de salir.

—Escuché que te cambiarás de casa —dijo el mayor mientras dejaba todo en la cama—. ¿Dónde te vas?

—No sé. Papá dijo que quedaba cerca de su trabajo y el metro me dejaba cerca de la universidad.

Renjun sonrió divertido. —Pero todavía no nos graduamos, ¿queda muy lejos de la escuela?

—No creo, no lo sé. Solo sé que nos vamos una semana después del primer partido de la semifinal.

—¿Cuándo comienzan? —preguntó Renjun comiendo una galleta.

—La próxima semana.

—¿En serio tu pie estará bien para la semifinal?

—Claro que sí. Lo he estado cuidando como se me dijo y el doctor dijo que estará bien. Le dije que la próxima semana comenzaba y no me regañó ni nada, así que todo bien.

Mark asintió. —Mi olimpiada comienza el próximo mes, así que espero que tú también me alientes.

—¡Claro que sí! Renjun y yo estaremos ahí para ti.

—Voy a guardar esto para ese día —los apuntó a ambos—. ¿Renjun si irás a verme?

—Si no lo hago lloraras, así que sí. Claro que iré —levantó sus cejas y comió otra galleta.

Jeno pestañeo varias veces sintiendo una pequeña punzada en el pecho.

—¿Pasó algo? —preguntó Mark mirando a su amigo.

—No, no es nada.

El regreso a clases fue como todos los años, Jeno y Mark eran las estrellas como siempre y Renjun ahora era más reconocido que antes. Eso le molestó un poco, sabía que, con la atención Yixing diría algo.

Mark y Renjun fueron a su salón y Jeno entró al suyo. Desde ese día en su casa sentía algo extraño cada vez que esos dos hacían algo entre ellos. No le gustaba la sensación de amargura que le dejaba en la boca, pero realmente no entendía ese sentimiento.

—Buenos días, Jeno —saludó una chica—. ¿Leíste mi carta?

—¿Carta?

Después de que la chica le diera aquella carta, comenzó a recibir bastantes. No entendía ese efecto dominó.

—Te la di antes de las vacaciones, pensé que te estabas tardando en responder porque estabas pensando...

—Lo siento mucho, estuve todas las vacaciones ocupado en mi recuperación. Apenas pude descansar, tenía sesiones de terapia y eso.

—Ah, lo siento. No sabía que había sido tan terrible la lesión...

—Fue leve, pero me recomendaron hacer terapias para que la lesión se fuera más rápido.

—Espero que estés bien para la semifinal.

—Yo también —le sonrió amablemente y fue a su asiento de siempre.

(Gᵢᵥₑ ₘₑ) Attention /NoRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora