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El segundo partido fue casi de milagro que lo ganaran. Se habían lesionado varios integrantes por el juego y Jeno era uno de esos. Su pierna había sufrido de un pequeño esguince que tenía a todos preocupados, pero al menos había sido justo para las vacaciones y no en la final.

La mamá de Jeno llevó a su hijo y sus amigos hasta la casa para celebrar la victoria. El entrenador Woo había querido celebrar con todo el equipo, pero debía pensar en la recuperación de Jeno antes que la fiesta.

—¿Te sientes bien? —preguntó su mamá mientras veía como su hijo era llevado entre Mark y Renjun hasta el sofá.

—Si, no te preocupes. El doctor dijo que es leve, no hay necesidad de perder la cordura... gracias por traerme —dijo mirando solamente a Renjun. Mark entendía.

—No hay de qué —respondió su mejor amigo, yendo a la cocina para ayudar a la mamá de Jeno y dejar a ese par solos.

—Tu mamá es muy divertida. Estuvo hablando conmigo por ser el nuevo del grupo y dijo que le sorprendía que no tuviera novia. Mark reclamó porque a él no le decía esas cosas —Jeno abrió sus ojos. Esa información le faltaba. ¿Renjun podía sentir cosas por un hombre? Mas bien, ¿podía gustar de Jeno?

—¿Por qué no tienes novia? —preguntó tratando de sonar casual.

Renjun sonrió. —No me gustan las chicas —se encogió de hombros—. ¿Tienes un problema con eso?

—Para nada —trató de no mostrar emoción—. ¿Estás saliendo con un chico o algo así?

—¿Qué te importa?

—¡Solo soy curioso! —Jeno sujetó el cojín de su lado y le dio a Renjun un suave golpe con él.

—Siempre eres muy curiosito. Pero no, hace tiempo que terminé con mi pareja.

La emoción de Jeno se estaba desbordando mientras trataba de enseñar una expresión neutra. Sabía que cuando se fuera sonreiría como un idiota por saber que tal vez tendría una oportunidad.

—¿Qué hay de ti? La carta de la chica parecía muy emotiva —le sonrió.

—La olvidé. La leeré otro día, ahora tenemos que celebrar mi triunfo.

—Y el esguince. Celebremos todo —Renjun rio burlándose de su amigo.

—No le veo la gracia a tu comentario —le pellizcó las mejillas con suavidad—. Realmente no la veo.

Renjun le dio un golpe en las manos para que soltara sus mejillas, pero su amigo era más fuerte. —Suéltame, Jeno Lee.

Mark salió de la cocina y volvió a entrar, dándoles más tiempo a solas.

—¿Por qué debería? Tienes la cara suavecita y es divertido pellizcarla.

—Divertido será cuando yo lo haga —Renjun también sujetó a Jeno de las mejillas. Ambos se veían graciosos con las manos en la cara del otro.

La mamá de Jeno les tomó una foto y luego carraspeó para llamar la atención. —Chicos, vengan a comer.

Renjun no parecía avergonzado por ser atrapado, distinto era Jeno que se estaba sonrojando un poco.

Comieron entre risas y burlas hacia Jeno.

—Cuentame, Renjun —habló la mamá del festejado—. ¿Hace cuanto eres amigo de este par?

—Hace poco, no soy bueno haciendo amigos —le sonrió con timidez—, pero agradezco que su hijo sea obstinado. Me persiguió varias veces para ser mi amigo y lo rechacé las mismas veces. Luego me di cuenta que era un tonto por no aceptarlo y me acerqué.

La mamá de Jeno miró a su hijo, pero no dijo nada. —Me alegro que te unieras a este dúo. Pueden parecer algo malos, sobre todo Mark. Pero son buenas personas.

—Señora Lee —Mark la miró sin poder creer lo que oía—. Yo soy una persona de bien. No le haría daño a nadie.

—Eso fue lo que dije —sonrió la señora Lee.

Jeno rio negando. Su mamá amaba a Mark como si fuera su hijo, así que adoraba hacerle pequeñas bromas inofensivas.

Cuando los amigos de Jeno fueron a casa, su mamá le pidió a Jeno quedarse para conversar de algo que seguía rondando en su cabeza.

—¿Pasó algo malo?

—¿Por qué no me dijiste que te gustaba Renjun? —Jeno la miró sin poder creer lo que decía.

—¿Quién dice que me gusta Renjun? —su mamá negó—. ¿Qué? No me gusta...

—Detente ahí, Lee Jeno. Soy tu mamá y pude notarlo. Eres tan obvio que me da algo de pena.

—¿A qué te refieres?

—Jamás te había visto así, cariño. Estabas enviándole corazones con tus ojos todo el tiempo que estuvo aquí. Mark me contó que Renjun fue bastante esquivo las primeras veces que trataste de acercarte y ahí pude entender todo. Nunca te acercas a las gradas, a pesar de que estemos ahí, pero ahora estuviste más con nosotros que con tus compañeros. Renjun se burló un poco creyendo que era por mí, pero Mark y yo pudimos darnos cuenta.

Jeno no podía con la vergüenza. —¿Soy tan obvio?

—Bastante. Pero no te preocupes, tu papá era igual, es cosa de Lee. ¿Le has dicho como te sientes?

—Claro que no. Apenas se hizo nuestro amigo, no puedo arruinar esto con mis sentimientos.

Su mamá se acercó y le acarició el cabello. —No es bueno guardarse los sentimientos. Si pasa algo en el camino, ¿podrías soportarlo?

—¿Cómo qué?

—Renjun es muy bonito y cualquier persona que tiene ojos puede notarlo. Tú eres uno de ellos.

—Pero mamá.

—Lo sé, perdón. Pero no quiero verte sufrir de nuevo. Estuviste como un zombie muchos días, pensé que te estaban acosando, Jeno. Solo cuando Renjun dijo que habías estado persistiendo para ser su amigo comprendí que no era eso, solo era tu corazón triste porque él te apartaba.

—¿Eres bruja o algo así?

—Soy bastantes cosas y una de ellas es ser mamá y tener instintos. Has lo que quieras, pero no te arrepientas después, ¿bien?

—Si mamá.

—Ve a descansar, Nono.

—Buenas noches, mamá.

Jeno subió las escaleras lentamente. Sabía que su mamá lo conocía bien, pero no al punto de conectar unas cosas y saber todo lo que sucedía con su vida. Prácticamente leyó la palma de su mano.

(Gᵢᵥₑ ₘₑ) Attention /NoRenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora