Llegamos y aparcamos fuera, Karchez toca la puerta y yo empiezo a sentirme bastante rara, como si me miraran. Ibai abre la puerta y nos saluda a ambos. -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
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- Tu debes de ser Lía ¿no?- Habla ibai. -Aja, un gusto- Sonrío. -Bueno Karchez me comentó sobre lo que querías hacer -A ver es a medias, no se que te ha dicho- Rio -¿Es una sorpresa?-Esta vez le habla a Kar -Si, ¿vamos? -Claro, vamos abajo
Y así empieza una grabación que se que va a ser interminable
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Salí de la casa de Lía y me subí al coche de Ulises en el asiento del copiloto. Ulises se sube y me mira, vuelve a poner los ojos adelante y arranca. No me está gustando este ambiente, está todo muy tenso, de normal ponemos música y hablamos.
-Oye- Su voz rompe el silencio al rededor del coche- ¿Que te dijo Lía de mi?- ¿Eh? ¿A qué se referirá este hombre?- Cuando yo me estaba haciendo el dormido, os oí hablar, realmente si se que te ha dicho, ¿es cierto eso?- Con cada palabra se le nota más la melancolía en su tono. -Eu sabes que aún que no seas mi tipo somos amigos- Le pongo la mano en la pierna para que se relaje. -Sí.. amigos- Sonríe mirándome, qué raro esta este viejo.
El resto del camino estuvimos en silencio, es muy raro esto. Un tanto incómodo miro para todos los lados, anda mira las ventanas están hechas de cristales. Madre De Dios que largo se me está haciendo el camino, lo malo es que no se de que hablar.
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Puede que se me note con prisa, un poco si, he reservado en un restaurante, y se que esto va para largo.
Bajamos al sótano y vemos lo que tiene preparado Ibai. Pinta bien la verdad.
Unas horas después ya teníamos todo el vídeo montado, me siento en el sofá y suspiro. La señorita se sienta al lado mío, y echa su cabeza en mi brazo. Ibai nos mira y sonríe.
-Ya está todo hecho- Sonríe- ya cuando esté editado os lo paso. -Gracias Ibai- Le sonríe de vuelta Lía. -Ya nos vamos, muchas gracias Ibai -No es nada Rata.
Nos acompaña hasta arriba y nos despedimos en la puerta. Nos subimos de vuelta en mi moto y conduzco hasta el restaurante. En el camino, ella apoya su cabeza en mi espalda y la noto más relajada, intento no reírme con la idea de que se ha dormido, esta señorita se duerme hasta en el bigote de una gamba.
Aparco y sí, estaba dormida, cuando la miro despertarse me descojono con su cara. Ella me pega un manotazo y yo dejo de reírme para cogerle la mano y entrar al restaurante.
Nos piden el nombre, doy el mío y nos dan la mesa. Ella me mira impresionada, cuando nos sentamos me dice.
-¿Sushi? ¿En serio? Te amo- Yo sonrío y le doy la carta. -Toma anda- Me sonríe y empieza a analizar la carta, luego de unos 3 o 4 minutos llamo al camarero y pedimos.
Siento que tengo que hablar con ella de eso, pero aún no lo voy a hacer. La miro y sonrió, Dios que mona está vestida hoy. Parece una reina, mi reina.
Noto que alguien vestido de negro entra, al principio no le doy importancia, pero me empiezo a notar observado y el tipo de va acercando. No quiero arruinarle el momento a la cría pero me estoy preocupando. De un momento a otro me veo con el tipo en la mesa. Lo miro desconcertado y Lía lo mira igual.
-Una pregunta, ¿Cuanto es 5x2? -10, ¿por qué la pregunta? -9, 8, 7, -Tres segundos tardó en darme cuenta, algo va a pasar y me estoy preocupando- Le agarro la mano e intento mirar una salida, estamos rodeados, ahora que me fijo bien, la terraza apartada de todos, que los camareros no digan nada, el restaurante casi vacío... La he liado
-2,1, YA- Un grupo de hombres de negro se acerca a Lía y yo me quedo en shock. Y ya no siento nada.
Naradora
El los tenía a los dos Justo en el sitio en el que los quería, en muy poco tiempo, solo con el hackeo en la casa, consiguió saber que harían ese día. El ya tenia tapadera en ese bar, ahí estaba gran parte de su planta.
En muy poco tiempo ideó un plan que de momento si le estaba saliendo bien. De momento, cabe aclarar, el no sabía el amor entre ellos, ni tampoco en lo que vendría más adelante, pero, en ese momento solo le importaba ella.
Tenerla con el era una de sus prioridades. De hecho la más importante. El no era un tipo cualquiera. El era una persona de negocios negros. De las más importantes en el país. Un narco, adinerado, y obsesionado con una chiquilla de solo 20 años. No es que estuviera muy mayor, pero superaba ya los treinta y picos. Toda su obsesión empezó con un pequeño vídeo de ella. De ahí todo se jodio.
Dejemos de hablar de el. El no nos importa, nos importa lo que estaba sucediendo en ese momento. Los de negro se acabaron llevando a Lía, y Karpeta se quedó en la mesa inconsciente. Nadie del bar decidió llamar a la policía aún que lo hubiesen visto todo. Cuando pasaron unas horas y Karchez despertó se encontró solo, sin nadie, el bar cerrado, qué raro, cerraron con el dentro. No se acordaba de Lía.
Salió del lugar, cogió su moto y se largo a la casa, el pensaba que Lía estaba en la casa, cosa que no era cierta.
La pequeña Lía se encontraba en una habitación con barrotes, una cama colgando y un trozo de pan. Ella no quería estar allí, eso era obvio, sin embargo no tenía remedio. Esperaba con ansias salir. No sabía exactamente el porqué estaba ahí. Se podía llegar a hacer una idea. Aún que lo que más le dolía era que le hubiese pasado esto en su cumpleaños.
Todo iba tan bien hasta que él entró donde estaba ella. Se acercó a la pequeña y la miró con lujuria. Tampoco el sabía el tiempo que iba a estar ella allí. Puede que el resto de su corta vida, o tan solo unos días.