IN NOX, SUM VERITAS ━━ draco malfoy

eight. latibule

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(n.) un escondite;
un lugar de seguridad
y comodidad

LAS ESTRELLAS ERAN LAS MEJORES PARA GUARDAR HASTA EL MÁS OSCURO DE LOS SECRETOS. Era una de las muchas razones por las que Louis se escondía en lo alto de la Torre de Astronomía la mayoría de las noches que no había clases. El profesor le había dado un pase que le permitía subir allí después del toque de queda para utilizarlo como tiempo extra de estudio. Y aunque lo había utilizado para eso, también lo había hecho para otros fines. 
   
La Torre de Astronomía era un lugar de solaz para Louis, un refugio que de alguna manera lo mantenía más seguro que los confines de la biblioteca, a pesar de la falta de paredes que lo rodeaban. Era el lugar donde había estado más en paz consigo mismo y con todo lo que ocurría a su alrededor, con nada más que el manto de un cielo nocturno esquivo y lleno de estrellas para hacerle compañía. A lo largo de los años, había susurrado secretos que no podía soportar escribir en las antiguas páginas de su diario, así que se los contaba a las estrellas, sabiendo que eran dignas de confianza, ya que nunca le habían fallado.
   
Ahora, estaba abriendo una parte de sí mismo y compartiendo ese espacio sagrado con alguien que podría mancharlo tan fácilmente en cuanto pusiera un pie en el escondite si así lo deseaba, pero con la mirada cansada y harapienta que coloreaba el rostro de Draco, Louis dejó que ese minúsculo temor se deslizara en los recovecos de su mente, poniéndolo a descansar antes de que tuviera la oportunidad de enconarse y hacer un monstruo de sí mismo, una creación de falsas pretensiones.
   
Una hora después de su pequeña charla en la biblioteca y un poco más de idas y venidas para convencer a Draco, la medianoche estaba en el horizonte y los dos se encontraban en la cima de la Torre de Astronomía, las estrellas tan brillantes como siempre y Draco de pie un poco más cerca de la puerta de lo que Louis esperaba. Louis se giró y miró el cielo crepuscular, liberando la tensión que residía en sus hombros mientras dejaba escapar un suspiro de satisfacción, sintiendo el aire fresco rodar sobre él.
   
—Me gusta usar esto como mi pequeño lugar para alejarme de todo, —habló Louis, con el rostro aún en las estrellas mientras sonreía para sí mismo—, mi latibule si quieres.
   
—¿Tu qué? —preguntó Draco, preguntándose si le había oído bien.
   
—Latibule, —repitió Louis, volviéndose para mirar a Draco—, un escondite, un lugar de seguridad y comodidad. Puedes ser quien quieras ser aquí arriba. Sólo estamos tú, yo y las estrellas.
   
—¿Dónde has aprendido una palabra como esa?
   
Louis se encogió de hombros, sonriendo un poco. —Es uno de mis pequeños pasatiempos, supongo, aprender palabras poco comunes. Hacen que los títulos de las entradas sean bastante interesantes, ya sabes.
    
Draco asintió en silencio y fue entonces cuando Louis notó algo diferente en él. Estaba de pie, empapado por los rayos de la luna, con una postura un poco menos relajada y un poco más tensa que de costumbre, la luz reflejando algo casi... vulnerable dentro de él, una cierta suavidad que sólo había surgido después de haber sido endurecido por los elementos durante algún tiempo. Se había desgastado por algo que le había estado royendo durante Dios sabe cuánto tiempo.