❝ en la noche,
yo soy la verdad. ❞
harry potter ; hbp ━ dh
draco malfoy x louis nox
original de sanktham
traducción por lueaxwin
hermosa portada por xElsyLight
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(n.) cuando alguien es sacado de su propio mundo familiar a uno nuevo
EL DIOS ADOLESCENTE Y EL MORTAL HABÍAN LLEGADO A UN ACUERDO. Aunque silencioso, habían llegado a un acuerdo, no obstante. Los dos nunca se relacionaban realmente fuera de la Torre, sólo una mirada aquí y otra allá y un roce de hombros cuando pasaban por delante del otro de camino a sus respectivas clases. Al caer la noche, se tumbaban el uno junto al otro y miraban las estrellas, dejando que el silencio les llenara el vacío cuando no podían hacerlo. Draco seguía un poco tenso, pero luego se relajaba un poco antes de colocarse al lado de Louis y derretirse por completo, dejando escapar un suspiro que había estado conteniendo todo el día después de un nuevo fracaso al tratar de reparar el Armario Evanescente.
A Louis no le importaba que no tuviera mucha oportunidad de hablar con Draco durante las horas de clase, le parecía bien porque podía descubrir una faceta más nueva del dios adolescente cada vez que se ponía el sol. No había aprendido mucho, pero con el tiempo llegarían algunas cosas nuevas que conocer sobre él. También sería por la razón de que Draco parecía desaparecer la mayor parte del día, echando a volar a Dios sabe dónde y luego no reaparecer durante algún tiempo hasta la cena, cansado como siempre y perdido en su cabeza, esa guerra horripilante aún en curso.
Los pensamientos de Louis se vieron interrumpidos por la familiar chica de pelo rubio sentada a su lado, Luna le tiró de la oreja como una de sus formas poco convencionales de llamar su atención. —¿Sí?, —preguntó distraído, tratando de divisar a Draco en la mesa de Slytherin, pero sin suerte. Entonces se volvió hacia Luna, su atención ahora era indivisible.
—Parece que el profesor Slughorn va a dar una fiesta y me preguntaba si querrías venir conmigo, —ofreció Luna, con los ojos muy abiertos.
Louis enarcó una ceja. —Creía que sólo se permitía a los miembros del Club. Espera, ¿la fiesta que se celebra en diciembre?
Luna asintió, confirmando. —¿Cómo lo sabes?
—Me lo encontré hace una semana y me dijo que no tenías miedo de contarle la historia de mi vida.
—No fue toda la historia de tu vida, —respondió Luna, descarada—, sólo la mitad. ¿Vienes?
Louis se encogió de hombros. —Supongo que sí. Sería de mala educación no hacerlo. —Con eso, las lechuzas bajaron de la lechucería para repartir el correo de sus dueños antes de regresar. Louis recibió su habitual periódico Diario del Profeta y la carta de su madre. Abrió primero la carta, escaneándola antes de volver al principio y leerla.
Hola, mi pequeño astrónomo, comenzaba la carta, estoy aquí con mi carta habitual para ver cómo van las cosas contigo, el colegio, y para ponerme al día sobre mí, según tu petición. Supongo que las cosas van bien, ya que no he recibido ninguna carta de desaprobación por parte de tus profesores, sigamos así, ¿vale? He conocido a alguien. Se llama Martin y me trata muy bien. Nos conocimos hace un par de semanas y con lo que le he contado, estaría encantado de conocerte, cariño. Bueno, será mejor que me vaya. No te olvides de responder. Todo mi amor, mamá.
