IN NOX, SUM VERITAS ━━ draco malfoy

twelve. toska

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(n.) dolor sordo del alma,
un anhelo enfermo, una angustia espiritual.

HABÍA UN CIERTO SABOR AGRIDULCE EN NO SABER LO QUE PENSABAN DE TI. Era la forma en que uno podía seguir con su vida sin tener que preocuparse de lo que pensaban los demás, de qué pensamientos cruzaban su mente al pasar, esa dichosa ignorancia que uno tenía cuando era reservado. Por otro lado, el hecho de querer –o necesitar– saber lo que alguien pensaba de ellos era a veces lo único que sabían, domar ese ansia constante de validación y aprobación buscándola siempre.

Louis tuvo la suerte de crecer y convertirse en lo primero, un libre pensador que no tenía en cuenta lo que nadie pensara de él simplemente por la razón de que nada de lo que dijeran le influía, ya fuera positivo o negativo. El hecho de haber crecido siendo mestizo y huérfano de padre le había enseñado poco a poco a no tomarse nada como algo personal, lo cual era bastante contradictorio con la forma en que reaccionaba cuando alguien le dejaba. Así que después de que Draco sugiriese que no se hablasen durante un tiempo, fue la primera vez que Louis intentó no tomárselo como algo personal, intentó no pensar que era culpa suya.

Draco le había asegurado que no era culpa suya, cosa que Louis había aceptado a regañadientes, aunque la sensación de no ser lo bastante bueno aún conseguía calar y asentarse, revolviéndole el estómago. Draco también había ido a secarle una lágrima perdida, cosa que Louis no esperaba. Se había inclinado hacia su tacto antes de que Draco apartara la mano y se la metiera en el bolsillo. Louis se preguntó qué había llevado a Draco a tomar aquella decisión, sobre todo porque las cosas iban tan bien entre ellos. O al menos eso creía él.

Tal vez Draco sí necesitaba espacio para pensar algunas cosas, lo cual era una reacción muy normal ante algo que se había vuelto abrumador por su parte. Louis no estaba muy seguro de qué se había vuelto abrumador, pero no le correspondía a él discernir. Lo único que tenía era la esperanza de que Draco volviera a encontrarlo.

Draco se encontraba de nuevo en la Sala de Menesteres paseándose de un lado a otro frente al armario evanescente. Este había sido su enésimo intento de arreglarlo y seguía sin tener suerte. Había pensado que dejar de hablar con Louis le ayudaría a disminuir sus crecientes sentimientos por el chico, pero eso sólo le hacía pensar más en él, lo que llevaba a Draco a echarlo de menos... aunque sólo hubiera pasado un día, el vacío ya era muy grande.

Había pensado que se hacía un favor a sí mismo diciéndole "no" a Louis en lugar de darle realmente la oportunidad de decírselo, pero ahora Draco no podía evitar pensar que había aumentado sus posibilidades de que Louis realmente le dijera "no" (cosa que probablemente había hecho), un manojo de nervios comenzaba a enredarse en su estómago, formando un intrincado nudo que tardaría horas en deshacer.