CAPÍTULO 7

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Diana de Gales

La luz del sol se cuela por la ventana y hace que impacte sobre mi cuerpo, la calidez del mismo me acoje mientras hace que vaya despertandome poco a poco.

Al levantarme completamente miro a mi alrededor, recuerdo lo que pasó en la noche de ayer. Miro mis brazos y mi cuerpo desnudo cubierto por la blanca sabana. Sin embargo la habitación estaba completamente sola. No hay ninguna señal de Carlos.

Me incorporo en la cama y analizo la situación, Carlos nuevamente consiguió lo que quería, no entiendo como ese beso terminó en esto. Se que su actitud cambiará, siempre que estamos juntos pasa, cambia su actitud y vuelve a la frialdad de siempre. Aunque esta vez se sintió especial, diferente a las demás veces.

Doy un respiro y cierro los ojos por pequeños segundos, en los cuales me sumergo en mis pensamientos y recuerdos, sobre todo de los momentos vividos junto a Carlos, los pocos buenos momentos que hemos pasado, en los cuales la armonía y felicidad ha reinado entre nosotros. Sin embargo todo se ve interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose.

Vuelvo a la realidad abriendo los ojos, miro en dirección a la puerta y finalmente lo veo, Carlos aparece.

—buenos días—dice el, su rostro pinta una sonrisa y su voz expresa alegría, el rodea la cama mientras arregla su corbata.

Carlos lleva puesto el pantalón de uno de sus tantos trajes y una camisa de cuello blanca perfectamente planchada, u la corbata que el en estos momentos está arreglando que hace juego con el color del pantalón.

—buenos días—le respondo cuando veo que se acerca, el se sienta a mi lado y deja de tocar su corbata.

—¿como amanesiste?—pregunta y sorpresivamente se acerca para dame un corto beso.

—bien, ¿a donde iras?—preguntó y el me regala una sonrisa.

—iremos a buckingham, es bueno que los niños visiten a su abuela y convivan con ella, además mi madre también se alegrará de verte—responde a mi pregunta.—saldremos después del desayuno.

—bien, tomaré un baño antes de irnos. ¿Los niños están despiertos?—le preguntó, estoy segura de que lo primero que hizo Carlos al levantarse fue ir a ver a William y a harry.

—si, las empleadas se están encargando de ellos. Se que te gustaría hacerlo pero por ahora, encárgate de ti—dice para después volver a darme un corto beso.—ire a verlos.

El está apunto de levantarse pero por inercia lo tomo de la mano antes de que lo haga, si no le pregunto ahora se que no lo haré después.

—¿a que se debe el cambio?—le preguntó.—es decir, no quiero ilusionarme con este cambio y que vuelva a suceder Carlos, que pase lo mismo que paso cuando estaba Embarazada de Harry y que vuelvas a la frialdad, sabes lo mucho que eso me afecto-finalizó y el me mira durante cierto tiempo en silencio, es como si estuviera analizando lo que acabo de decir, pero se que no es así, que lo único que analiza es lo que dije al final.

—quiero que funcione—dice el rompiendo el silencio.—estoy realmente arrepentido diana por el daño que te cause, quiero demostrarte que nuestro matrimonio puede ser verdadero. Quiero que funcione porque mereces eso, mereces ser feliz y porque...porque tengo sentimientos por ti diana, sentimientos que me hacen sentir miedo de llegar a perderte. Valoro el que no te hayas ido, porque han sido cuatro años en los que los momentos de felicidad se puede contar fácilmente, pero los de tristeza son incontables, y si no te fuiste apesar de eso, es porque realmente quieres que nuestro matrimonio funcione.

—lo hice y lo hago porque realmente te amo, Carlos—respondo a sus palabras, que realmente me sorprenden, sus palabras se sienten tan genuinas.—intentemos esto una vez más—digo y le regalo una sonrisa.

—te vez hermosa cuando sonríes—dice el, me regala una sonrisa y se levanta para después empezar a alegarse.—te estaremos esperando—dice antes de salir de la habitación.




—te estaremos esperando—dice antes de salir de la habitación

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Las risas de William y Harry resonaban por el lugar mientras jugaban con su padre y su abuelo. La reina miraba la escena y la disfrutaba, en su rostro se reflejaba felicidad que le causaba.

—Recuerdo que Felipe también jugaba con ana y Carlos, sus risas también hacían eco por el lugar—dice la reina a mi lado y hace que dirija mi mirada hacia ella.

—le gusta mucho compartir tiempo con sus nietos—respondo.—debieron ser momentos muy agradables para usted—digo volviendo al tema.

—si así es, son los momentos que más valoraba—dice ella y una sonrisa nostálgica se pinta en su rostro, como si los recuerdos la invadieran.

Vuelvo mi mirada hacia delante y miro al duque de edimburgo acercarse a nosotros con Harry en sus brazos. Cuando se encuentra finalmente cerca el le regala una sonrisa a su esposa y a mi.

—estos niños tienen demasiada energía—dice el.—no se cansan con nada.

—no son los niños cariño, eres tu, los años no llegan solos—responde la reina y ríe un poco, mientras el duque se sienta a su lado y ríe también.

—en eso tienes razón—responde el duque sonriendo.—debe ser difícil lograr que se duerman—dice dirigiéndose a mi.

—jugar con ellos antes de que duerman es suficiente, claro si el jugar los cansa-le respondo y el ríe un poco igual que la reina.

—pero al parecer Carlos disfruta el jugar con ellos—dice la reina viendo como Carlos persigue a William por el espacio del jardín.

—siempre que pasa tiempo con ellos lo disfruta, y si, le encanta jugar con ellos—le respondo.

Carlos logra atrapar a William y el ríe aún más. Carlos carga a nuestro pequeño y al parecer decide acercarse a nosotros.

Cuando se acerca el se sienta a mi lado.

Lo miro y el me regala una sonrisa, la cual correspondo.

—¿les gustaría tener otro nieto?—pregunta Carlos a sus padres....

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