CAPÍTULO 18

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Diana de Gales

—tenemos que irnos—dije alejándome al instante. No había sentido nada, después de todo yo amo a Carlos y eso no podrá cambiar. Me levante rápidamente.

—lo siento, fue un impulso—el se levantó al instante y se disculpo.

—se sobre tus sentimientos. Pero yo solo te veo como un amigo, nada más, por favor no confundas eso. Tengo una familia, un esposo y un bebe en camino.

—de verdad lo siento, se que amas al príncipe.

—así es. Puedo regresar sola, lamento que hayas confundido todo esto—me di la vuelta para irme pero su mano tomó mi brazo regresandome hacia el. Esta vez me pega a su cuerpo y realmente sentí miedo de su actitud, por ende puse mis brazos interponiendose entre los dos.

—diana espere este momento por mucho tiempo.

—¡¿que estas haciendo?, suéltame!—intento soltarme de él.

—te amo. Se que esto parece loco, pero tu misma lo has dicho, sabes mis sentimientos hacia ti.

—¡yo no, solo te veo como un amigo!

—¡¿y porque no puedes verme de otra manera?!—ejerce fuerza en su agarre y me desconcierta esta actitud. ¿Que le pasaba?

—¡porque amo a mi esposo. Suéltame por favor, me estas lastimando!—siento mi cuerpo temblar al ver que intenta darme un beso a la fuerza. Un sollozo sale de mi boca, realmente siento temor.

—¡sueltala!—la voz de Carlos se hizo presente sorprendiéndome y a Brad también, pues el me suelta de inmediato.

Retrocedo instantaniamente e intento arreglar mi alborotado cabello gracias al forcejeo. Respiro entrecortado intentando calmarme, una lagrima se desliza por mis mejillas cuando cierro mis ojos por un corto momento. Mire como dos guardias tomaban a Brad de los brazos y este solo se quedó inmovilizado mientras me pedía perdón una y otra vez.

En mi intento por buscar calma, solo encontré un ataque de nervios que ahora me acogía.

Un dolor atraviesa mi vientre, un intenso dolor que hace que me lleve mi mano hasta este. Siento a Carlos acogerme en un abrazo, mientras intenta calmarme. En otro momento me hubiera apartado, pero lo necesitaba realmente, más cuando el dolor se intensificó el doble. Mi primer quejido de dolor salió de mis labios.

—¿estas bien?—Carlos pregunta con preocupación.

—me duele, el vientre—me queje nuevamente. Sentía perder toda fortaleza a causa del intenso dolor.

—calma cariño, por favor.

El me cargo en sus brazos y tomó dirección al carro, dando la estricta orden de que no dejaran ir a Brad. El dolor se hizo mucho más fuerte y solo pude ver como Carlos se subía junto a mi en el carro.

—¡vamos!—grito desesperado al ver que el chófer se demoraba un poco en encender el carro.

No me di cuenta en que momento llegamos al palacio, pues empezaba a querer desvanecerme a causa del dolor. No fue hasta que llegue a la habitación que me di cuenta de la sangre que tenía.

—el bebé esta bien, dime que está bien—llore una y otra vez, las peores cosas pasaron por mi mente en ese momento. Mi bebé tenía que estar bien, esto no es nada relacionado con el, mi bebé debe estar bien. Me removia en la cama a causa del punzante dolor en mi vientre y todas la cosas malas que cruzaban mi cabeza.

—calma. El doctor vendrá, nuestro hijo estará bien—los ojos cristalizado de Carlos me miraban intentando darme calma.—todo estará bien, estarán bien cariño.

Mi cuerpo se desvaneció y solo pude sentir el cálido beso de Carlos sobre mi cabeza antes de perder conciencia de todo.




Carlos de Gales

El doctor estaba dentro de la habitación, mientras revisaba a diana. Los niños estaban jugando con sus niñeras, no quería que se enteraran de todo esto. Lágrimas gruesas rodaban por momentos en mis mejillas gracias a la culpa que me atribuía.

Si solo hubiese llegado y no hubiéramos tenido la discusión esta mañana, nada de esto habría pasado. Diana solo buscaba un poco de calma, quitar el estrés que contenía y confío en el imbecil ese.

Había decido que dejaría que ella se distragiera un poco, lo necesitaba y era bueno para nuestro hijo el aire fresco. Pero todo me alarmó cuando el amigo de Brad vino preocupado ha hablar conmigo...

—su alteza, la princesa Diana, esta en peligro—su respuesta llegó cuando le pregunte el porqué estaba aquí.

—¿de que estas hablando?—pregunte alarmado ante lo dicho.

—ella salió con Brad en dirección al lago. No tendría nada malo. Pero el esta enamorado de la princesa—aquellas últimas cinco palabras me hicieron revolver el estómago. Así que mis sospechas sobre el eran ciertas.—pero lo más malo es que, el es muy impulsivo. Brad tiene un trastorno de bipolaridad fase dos, toma unas pastilla diarias para controlarlo, pero hoy no lo hizo. Me preocupa lo que le pueda hacer ha la princesa.

Después de todas las palabras del chófer le dije que me llevara al lago, al igual que llevamos a dos guardias. Sentía que algo malo pasaría y finalmente así había sido.

—su alteza—la voz del doctor me saco de mis pensamientos y tome dirección hacia el.

—¿como está?—pregunte con desesperación

—por lo que usted me cuenta, su alteza. Nuestra princesa estuvo sometida a un forcejeo, estrés y eso es algo demasiado riesgoso para un embarazo. La princesa diana pudo haber tenido un aborto espontáneo.

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