Olivia.
Debido a mi falta de la vez pasada escogí el día siguiente para salir a trotar, una vez creado un hábito era muy difícil dejarlo, por lo menos Austin me había dejado una buena disciplina.
Y mencionando a Austin ese día lo ví ahí.
Lo había saludado y hablamos un corto tiempo, a pesar de que era domingo y por lo general esos días los prefería para descansar porque de lo contrario estropearía sus músculos, me comentó que al igual que yo, se había saltado un día y por esa razón lo encontré allí, si lo hubiera planificado no habría sido tan perfecto.
Optamos por hacer una carrera juntos, y en definitiva lo impresioné porque estuve a la altura de su nivel de entrenamiento. No dejaba de darme cumplidos como de costumbre.
En nuestro brake no podía dejar de pensar en cómo es que siempre fue tan fácil hablar con él y siempre me rehúse a hacerlo por timidez. Austin era tan agradable.
—... Así que estuviste en la fiesta de ayer— mencionó.
—Ajá.
—Entonces si te gusta asistir a fiestas— decía impresionado pero en una buena manera.
—Estoy tratando de disfrutar mi último año —idiqué.
Él negó con una risita y observó pensativo el césped en el cual nos habíamos sentado.
—¿Y está vez dieron collares de dulces de nuevo?Quería reír pero la pena me invadía, iba a preguntar del porqué sabía de esa noche pero la respuesta era muy lógica.
—Por suerte Paolo no fue.
—Si —respondió pensativo —, oí que estaba pasando por un mal momento—, se encogió de hombros y me extrañó un poco—. Sabes porqué no me gusta en particular esa idea.
—¿Por qué te disgusta?
—Porque si tú fueras mi chica, yo me comería todos los caramelos con tal de que nadie más vaya a tocarte.
Sentí un leve pinchazo en mi pecho y pasé saliva.
—Algo dominante...
—Quizá, pero lo que es mío no lo comparto.
Iba a decir algo más pero me dejó perpleja, solo es un ejemplo, tranquila.
—Elif estuvo ahí... pudiste haber ido con ella. —Incluso si era con ella, hubiera sido lindo verlo, en una piscina.
Austin me brindó un gesto de disgusto—. ¿Elif y yo? Eso no pasaría ni de chiste.
—¿Por qué no? ya han estado juntos en otras reuniones.
Me observaba como si yo no entendía nada.
—Elif me odia, tenlo presente.Soltó una risita dando por terminada la conversación y presentí que mi teléfono había vibrado y al percatarme de la hora me levanté de inmediato.
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ENTRE TRES, ENTRE SÁBANAS. +18
Teen FictionTres jóvenes, un acuerdo nocturno, y un triángulo amoroso. +18