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Descansaba plácidamente cuando el tono de llamada de mi teléfono irrumpió en mi sueño, me levanté para contestar, algo confundida miré la hora y se me hizo extraño.
—¿Charlotte? —mi voz somnolienta me predecía.
—Oh, ¿te desperté? —dijo tímida, ella se notaba que no había dormido.
Claro que me despertó, son las 3 de la madrugada.
—¿Todo está bien? —le dije porque podía ser una emergencia considerando las circunstancias.
—Si... bueno no, pero podría decirte mañana.
—Ya me llamaste a esta hora, seguramente algo ocurre. —Me removí entre mis sábanas tratando de desaturdirme.
—Es que, Owen dejó su Instagram abierto en mi teléfono, y juro que iba a cerrarlo pero noté que hay una chica que no deja de reaccionarle a todo.
—¿Y él le responde? —hice la pregunta porque conocía a Owen, era la persona más tranquila y desinteresada del mundo, incluso que tuviera novia era extraño, pero veía por Charlotte siempre.
—Algo, siempre le dice gracias...
—Bueno, es normal, no hay un coqueteo. —dije tratando de tranquilizarla.
—Es que siento que hay algo más...
—¿Qué tal si mañana me muestras y podemos ver si hay algo sospechoso?
Charlotte se calmó ante esto y dió por finalizada la llamada.
Owen es del tipo de familias conservadoras, y toda situación con él era muy protocolar, se podría decir que en parte era un joven con alma vieja.
Charlotte es igual de tranquila, pero eso no quitaba que fuera muy divertida y le guste hacer chistes, son una pareja algo balanceada, Charlotte vió en Owen estabilidad y por esa razón ellos complementaron.
Se podría decir que parecen raros en una sociedad abierta como la de ahora, cuando comenzaron a salir tenían que presentar a su pareja ante la familia ya que hacerlo a escondidas sería un pecado capital.
Hasta ahora no era extraño, pero ya Owen le había dado un anillo de promesa a Charlotte.
No quito el hecho de que cada crianza es distinta, cada cultura también, aunque me parecía algo extremista en seres tan jóvenes no quitaba que de verdad se gustaban, ellos son como su propio escape de su monótona vida, por esa razón no se separan el uno del otro ni para ir al baño.
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