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Oscureció y salió la luna, preferí no cenar grandes cantidades de comida porque quise dejar algo de espacio en mi estómago para el helado que tendría con Leah.
Salí a la puerta de mi casa, me puse un abrigo y bufanda porque había una brisa helada paseando por la ciudad esa noche.
Leah estaba frente del jardín principal, se notaba que había llegado aunque nisiquiera me avisó en un mensaje, su sonrisa se veía amplia y cuando me acerqué a ella me tomó del brazo como si fuéramos al altar.
Caminamos en silencio hasta un lugar cercano donde se encontraban varios abastos de comida y panaderías.
—Estoy emocionada por lo que te voy a contar-, soltó sin resistir mucho y una vez que llegamos a la puerta de la heladería se puso frente a mí con un brillo ansioso en sus ojos-. ¡Besé a Chandler!
Gritó aquello y entró con rapidez a la tienda como si hubiera cometido un delito, me dejó con el brazo al aire y mi expresión sorprendida, la puerta de cristal se cerró ante mis ojos.
Seguí sus pasos al mostrador y giré su cuerpo con ambas manos cuando la tuve frente a mi, no dejaba de reírse de mi expresión estupefacta.
-¡¿Qué dijiste?!
-Eres la primera en saberlo-, con connotación alegre asentía varias veces.
Nos sentamos luego de pedir un banana split extra grande para ambas, comíamos con mini paletas y oí atentamente todo su relato.
-...y como ya te había mencionado, lo ví con otros ojos, no lo sé, estaba llegando del gimnasio, así que solo quise aclarar mis dudas, y para mí sorpresa me gustó y sentí mucho más...
Leah no quiso abandonar el tema después de la declaración de su mejor amigo, al parecer ella se había estado negando muchas veces a sentir algo por él, y tuvo la valentía de enfrentarlo.
-...estamos saliendo ahora, pero estamos haciendolo con tranquilidad, es un cambio para ambos, y queremos que sea propio...
La verdad es que lo único que me importaba era si Leah estaba feliz con lo que había decidido, cómo mencioné antes, hacían linda pareja pero yo no podía opinar por ella.
-¿No sientes presión? -pregunté con tranquilidad después de tragar un poco de helado.
-No, estoy muy feliz...
-¿Y no planeas decirle a nadie por ahora? -rectifiqué su orden.
-Quiero evitar restricciones, si saben que salimos mis padres o mi hermano pensaran que estamos haciendo cosas de novios-, se estremeció un poco negando con todo su cuerpo me reí para mis adentros.
-¿Cómo va la competencia de tu hermano? -dije desinteresadamente y Leah bebió un poco de agua que había pedido aparte.
La verdad solo había visto unos resúmenes en tele nacional.