priMEr dia de clases

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Evie

Me levanté muy temprano para poder arreglarme por completo, mi madre me mataría si no lo hiciera. Mal seguía dormida para cuando me terminé de bañar y de vestir, despertó cuando me comencé a peinar y se metió a bañar, todo aquí estaba extremadamente limpio, era en cierta parte extraño, y en otra cierta parte muy increíble.

Me terminé de maquillar al ver a Mal salir del baño, parecía algo molesta, solté un suspiro, sabía perfectamente que es lo que la molestaba, tener que ir a clases, lo peor de todo es que nuestro horario no estaba junto siempre.

—Odio tener que de verdad llegar temprano —rodó los ojos—. De verdad, este lugar es tan aburrido.

—Por lo menos ahora no vivimos entre la basura —me levanté después de ponerme rubor.

—Me gustaba ese lugar, no era perfecto, pero era nuestro, aquí somos extraños rodeados de extraños —me encogí de hombros.

—Bueno, hasta hace unos meses no éramos amigos, logramos adaptarnos bien ¿no crees? Solo será por un tiempo, luego los villanos reinaran aquí y todo será como antes.

—¿Pero realmente lo será? —la miré extrañada y negó con la cabeza—. Olvídalo, son tonterías, tenemos que irnos.

Salimos del cuarto hacia nuestra primera clase, la más aburrida de todas, bondad inicial correctiva. Hay y Carlos se sentaron en una mesa mientras Mal y yo en otra, oímos durante toda la clase al hada madrina hablar, estaba a punto de dormirme.

—Si los padres de un familiar tuyo murieran y tuvieras que hacerte cargo de su hijo, tú: a) lo conviertes en tu sirviente personal, b) tratas de envenenarlo, o c) cuidas de el o buscas alguien más responsable si no te sientes apto.

—En primer lugar ¿qué tan odioso es el niño? —se burló Mal en un murmullo y yo reí.

—Mal ¿quieres contestar?

—C, lo entregó a alguien que quiera cuidarlo —rodó los ojos exasperada.

—Correcto —ni siquiera yo lo veía venir.

—Si alguien te acerca a su bebé, quien llora, tú: a) lo hechizas, b) lo encierras en una torre, o c) le das un biberón —levanté la mano insegura—. ¿Evie?

—¿Cual era la segunda? —solté una leve risa y miré a Mal dibujar, ella pintaba realmente bien.

—¿Alguien? —el hada madrina parecía algo frustrada, lo notaba en su ceño a medio fruncir, divertido—. ¿Mal?

—C, le doy un biberón —irritada.

—Correcto, otra vez —el hada madrina sonrió.

—Hoy estás muy inteligente —dijo Carlos sorprendido.

—Solo pienso en la que suena aburrida —dijo resignada y eso parecía ser más obvio ahora que lo dijo.

Saqué mi espejo y miré que mi maquillaje estuviera Justo donde debería, retoque mis labios y sentí un codazo de Mal. Miré al frente, la hija del hada madrina, quien se veía realmente atemorizada, curioso, era objeto de interés de Mal, y era obvio porqué, ella podría llevarla a la varita, quizá.

La clase continuó pero nos tuvimos que separar. Y a la hora del almuerzo fui a la cafetería, la gente me miraba extraño, bueno, más bien, las chicas me miraban como si me odiaran, algo común considerando que era la más hermosa del reino, o eso me gustaba creer. Los chicos me miraban de maneras menos apropiadas, y se hacen llamar príncipes, "patético" pensé.

—¿De cual de todos esos lunáticos eres hija? —habló alguien a mis espaldas.

—¿Disculpa? —dije ofendida.

—No lo tomes a mal, son desquiciados, todo el mundo lo sabe, pero son algo más interesantes que la gente aquí.

—¿Quien se supone que eres?

—Alice Hatter —sonrió extendiendo la mano—. Hija del sombrerero ¿tú?

—Evie Queen —analicé su mano por unos segundos antes de tomarla extrañada.

—Queen, vaya modales para una princesa —se burló.

—Eres una insolente —fruncí el ceño.

—Y una demente, desquiciada, algo torpe, loca, zafada, fuera de foco, maniática, ida, chiflada,  lunática, desequilibrada.

—¡Basta! —dije algo alterada y ella volvió en si, que extraña.

—Gajes del oficio —parecía tranquila, si que está loca—. Así que, veo que no tienes muchos amigos por aquí, princesa.

—Es mi primer día.

—Aún así parece insensato —la miré extrañada—. Yo llevo mucho tiempo estudiando aquí, te presentaré desde la lejanía. Mira, Audrey y Los príncipes y princesas, quizá deberías estar allí.

—Ella dejo muy en claro de una forma muy humillante que no pertenezco aquí.

—Engreída, siempre lo dije —se encogió de hombros—. Ellos son los secundarios.

—¿Secundarios?

—Los hijos de los personajes menos importantes en la narrativa de las historias que cuentan, yo sería parte de ellos, pero mi padre era el mejor amigo de Alicia, digamos que soy un poco superior en la jerarquía, supuestamente, aunque no es que realmente me importe, es una tontería,  nos conocen como "casi", o como "co".

—¿Los conocen?

—Si, ya sabes, personajes levemente más importantes, la hija del genio, la hija de campanita, Jane solamente está con los príncipes porque es hija de la directora.

En la isla teníamos diferencias, y muchas las arreglábamos a golpes, pero nunca nos regimos por quien era hijo de un personaje más importante en una historia, eso lo hacían nuestros padres, y suficiente fastidio era. No, en la escuela y en las calles tomábamos lo que queríamos, era una batalla de fuerzas, no podías ser un eslabón débil en la isla si querías ser alguien, pero me parece más funcional que el sistema de "no eres nadie y no puedes hacer nada contra eso".

—Bueno, los villanos no existimos en su fantasía jerárquica.

—No, no lo hacen, por lo tanto es interesante el pensar en cómo está historia terminará y será contada, saber donde serán catalogados.

—No necesitamos ser catalogados —me levanté—. Tomaremos lo que se nos plazca si es lo que decidimos, y nadie podrá detenerlo —ella rió, maniática.

—Y estoy ansiosa por ver eso.

In the infinity... our hands (Mevie/Dofia)Where stories live. Discover now