Mis pies tiemblan mientras subo las escaleras, tengo la respiración acelerada, y no puedo sentirme más desesperado sabiendo que aquel hombre va a perseguir a Tara por todas las calles del pueblo hasta encontrarla.
Mis pies chocan al llegar al último escalón y me hacen caerme de frente golpeando mi boca, me duele, pero por la adrenalina lo ignoro, así que me levanto de un salto nuevamente para llegar a mi habitación. La puerta este entreabierta, seguramente el viento la ha abierto, pienso.
He mojado todo el suelo, debo limpiarlo porque si no mamá me preguntará que ha sido todo eso, si pasa algo no quiero que ella se entere de nada.
Tal vez luego, pero ahora no.
Me acerco a la ventana enseguida, veo al hombre por fin marcharse en el auto, pero al volver a mirar la habitación veo a la mujer, parece tener un cuchillo en la mano y me señala, con la cara sería me cierra las cortinas de la habitación de Tara para que yo no pueda ver más allá.
Sin embargo, tomó mi celular, estoy apunto de llamar al 911, pero tengo la sensación de que algo no está bien, así que vuelvo a mirar por la venta y mi corazón se estremece al igual que mi cuerpo. Aquella mujer viene hacia mí casa.
«¿Qué viene a hacer acá?»
Me levanto de la cama para ir afuera y confrontarla, pero olvide quitarme el impermeable, cosa que a hecho que toda la habitación estuviera mojada por el agua de la lluvia. Volví a caer antes de llegar, me llamo idiota por lo tonto que se estaba volviendo todo, no estaba pensado.
Lo tiro en el bote de ropa sucia a unos metros de mi cama y el armario, ahora así, iré a por esa mujer. Tomo el picaporte de la puerta pero esta atascado, no pudo abrirla, se me complica mucho. Me pongo de rodillas para abrirla mejor pero se me hace difícil. Se ha cerrado, no se como, pero se ha cerrado desde fuera.
Mierda.
Escucho pasos fuera, quiero golpear la puerta para que me abran pero si es mamá o papá no quiero que sepan el desastre que he cometido. Pero... si no hago nada ellos irán a abrirle la puerta a la mujer y eso puede ponerlos en peligro también.
Nada de lo que haga me ayuda a mi ni a ellos.
-¡Mamá! -grito para que me abra la puerta-. ¡Papá! ¡Abran la puerta, por favor!-golpeo con todas mis fuerzas pero nadie me escucha-. ¡Esa mujer les hará daño, déjenme salir de aquí!
Mi cabeza comienza a darme golpes, me duele mucho que no puedo seguir ahí. Intento levantarme, pero no puedo, así que caigo rendido en el suelo intentado que el dolor pase.
¡Mi medicina! Necesito mi medicina.
Puedo verme en el suelo desde el espejo que está al frente de mi cama a un lado de la puerta, puedo verme destrozado por todo, por como he pasado estos días y por como todo lo que he pasado me ha dañado físicamente y mentalmente. Me siento mal, por Tara y por su hermano. Porque vi que huyo, pero su hermano no estaba con ella. Tal vez ellos le hicieron algo lo cual la obligo a irse sola, no lo se, pero ahora mismo, nada está bien, y no estaré mejor si esto no acaba pronto.
Vuelvo a colocarme en mi cama, me siento y respiro un poco más con tranquilidad, aunque no lo esté. Trato de pensar, seguramente mamá y papá estén abajo con esa mujer, porque he oído el abrir de la puerta de abajo. No obstante, no he escuchado ningún grito o golpe que me haya hecho pensar que ella les hizo algo. Pero ese silencio, ese silencio tampoco es normal, así que intento levantarme, no puedo pensar en que están bien solo por no escuchar nada inusual, no se que estoy pensado.
Cuando me levanto observo la ventana y la veo irse tranquilamente a su casa. Cuando también la puerta de mi habitación se abre con brusquedad, puedo ver a mi madre con cara sería, parece enojada, mirando directamente hacia mi.
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La chica de la casa roja
Mystery / ThrillerAquella mañana de la mudanza la vida de Oliver cambió, al ver a aquella chica pelirroja desde su ventana. Oliver se ve interesado en una peculiar familia que se muda a la casa de enfrente, la cual él conoce como la casa roja. Ahí contará con una ext...