6. Revelaciones

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Bajo de mi cama lentamente hacia la cocina, no quiero que nadie me escuche, intento no hacer ruido. Mamá llegó hace una hora con la bolsa de la mujer de la casa Roja, y no se que sea pero debo averiguarlo. Abro mi puerta y lentamente toco cada madera del suelo hasta llagar a las escaleras. No veo nada, aun no veo nada en ningún lugar, porque mi madre suele dejar las cosas en lugares muy visibles y más si sabe que yo no estaré despierto para verlo, porque seguro y lo movería en la mañana.

«¿Por que estoy desconfiando de mamá?»

Por fin, estoy en la cocina, pero todo está muy oscuro que no logro ver con claridad las cosas. Se me ha olvidado el celular en la habitación, ¿Ahora que hago?, bueno, no creo que mamá se de cuenta que he encendido la luz así que me dispongo a encenderlas. Veo cada parte de la sala y la cocina, busco en cualquier rincón pero no veo nada, y pienso:

«Tal vez la ha llevado a su habitación»

¡Mierda! Ahora no se que hacer, debo encontrar esa bolsa y saber que fue lo que le dio la mujer a mamá.
Apago las luces y subo nuevamente a mi habitación.
Debo ver nuevamente a la chica, y la madre, ahora quiero ver a la madre. Bajo la vista con el telescopio, ella aún sigue leyendo ¡Wow! Creo que ama ese libro, no ha despegado la mirada ni un solo segundo.

Busco, pero ahora las luces de abajo están apagadas, y seguidamente la de la sala también. Ella mueves sus pies de emoción por algo que no comprendo, esta boca abajo con el libre frente a sus ojos de un modo que el cuello pueda ver con claridad cada palabra. La observo, y sin despegar la mirada veo como la puerta de su habitación se abre lentamente.

«¿Será su madre?»

Hay algo raro, alguien parece observarla desde lejos, pero no quiere molestarla. Ella aún no se da cuenta, y yo aún no logro ver quien está detrás de la puerta. La piel se me eriza y me da escalofríos. Trato de observar más de cerca pero el telescopio ya no ayuda mucho, esta en su máximo nivel y yo solo debo esperar a ver si aquella persona detrás de la puerta se deja ver. Logro ver su sombra pero no su rostro. Dos segundos después se desvanece, ella se levanta para cerrar las cortinas y luego apaga la luz dejando todo en penumbras.

Mamá me veía con cara sería, yo servía mi jugo de cada mañana

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Mamá me veía con cara sería, yo servía mi jugo de cada mañana. Había intentado toda la noche olvidar las extrañas cosas que estaban pasando, no quería pensar cosas que para mi no tenían sentido, solo quería seguir como estaba antes. Creo que me observaba por mi aspecto, ya que no había dormido durante toda la noche, de seguro tenía los ojos rojos y dormidos.

«creo que debo dejar de espiar a esa familia»

—¿Dónde esta tu termo? —preguntó de repente.

—Aquí —lo saque de un lado, ella no lo había visto—. Ya tome mis medicinas, estate tranquila madre.

Claro que no, no había tomado nada. El termo se había destrozado ayer por la noche.

¿Por qué tanto interés ahora? Igualmente siempre lo hacía.

La chica de la casa roja Donde viven las historias. Descúbrelo ahora