21. Feliz de verte

270 33 14
                                    

Sentarme y mirar desde lejos, que si me nombran no mires al cielo....Y que me guardes en ese rincón donde guardas las cosas que fueron tus sueños....

- Desde lejos - Santiago Cruz - 

8 meses después del último café.

Es sábado en la noche y debería estar haciendo algo más que estar recostada en mi cama mientras una serie a la que no estoy prestándole atención suena en el televisor, pero me he reencontrado con el concepto de estar conmigo y por primera vez en mucho tiempo estoy bien con eso.

Por un rato, pensé que debía llenar el vacío que dejó Simón con actividades y gente; pero cuando volvía a mi casa me sentía total y arrolladoramente sola.

Me tomó un rato empezar de nuevo, y el proceso de sanar de adentro hacia afuera ha resultado lento y doloroso.

A veces me despierto esperando oír su voz.

Todavía me quedo mirando las familias en los parques, preguntándome si podríamos haber sido nosotros, y yo arruiné eso.

Todavía pienso en él con mucho amor, aunque es diferente.

Como para reforzar ese punto, la puerta de mi habitación se abre y Benjamín se cuela dentro.

Me da una mirada risueña cuando me ve con mi sweater de navidad (aunque es julio) y toda enroscada en mis almohadones.

- Respetaré tus elecciones de moda, pero es un look bastante informal para ir a una fiesta – Observa, levantando una ceja.

Don Cecilio se acurruca perezosamente contra mí, como una confirmación acerca de lo que pienso sobre salir.

- Hay que pedir tacos y no ir a ningún lado – Sugiero.

Benja apoya un hombro en el marco de mi puerta y me da esa sonrisa bonita y comprensiva que me ha hecho quererlo tanto.

- Vas a tener que verlo en algún momento, cariño – Observa

Extiendo una mano en su dirección y él sonríe de nuevo mientras entra en mi habitación.

Se sienta en la cama junto a mí y toma mi mano.

No somos exactamente novios, y él está bien con eso. También carga un equipaje de su pasado bastante pesado, así que nos gusta decir que estamos juntos y ya.

Por ahora, nos viene bien.

Solo ha pasado poco más de un año desde que me separé de Simón.

8 meses desde que lo vi por última vez.

De algún modo, el tiempo y la distancia hacen que la idea de volver a verlo parezca muy extraña.

- No vayamos – Reniego

- Es la fiesta de cumpleaños de Marto, Nath. Él te ha elegido como su amiga a pesar de todo. Parece mal no ir.

Hago una mueca, porque sé que tiene razón.

Dejo que me convenza, así que vamos.

Benja se conoció con Martín y Laura en la universidad, así que conoce a todas estas personas desde antes que yo. Me da un beso en la mejilla y se va a saludar a todo el mundo, aunque creo que en realidad lo hace para que me encuentre con Simón sin presión.

Sin la extraña incomodidad de tenerlo al lado.

Lo veo en la distancia haciendo algo que me imagino que ellos creen que es un baile con Villa, aunque es una cosa horrible.

El corazón me late en la garganta en el momento en el que mis ojos lo encuentran.

Como si me sintiera, se vuelve y me mira.

Y su sonrisa se hace enorme.

Le sonrío de vuelta.

Y en el instante en el que me doy cuenta de que estamos felices por vernos, a pesar de todo, entiendo por fin que un amor como el nuestro nunca termina en rencor.

Nunca termina en heridas.

Un amor tan grande siempre vuelve a ser amor, y te convierte en una mejor persona.

No te olvidas nunca de un amor así de puro, grande e importante.

El objetivo nunca fue olvidar ni superar, porque cuando el amor es bueno, te lo llevas contigo; y se convierte en otro tipo de amor.

Es el amor después del amor. 

La mudanza » NathmonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora