Interrupciones

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Narra Jules:

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Narra Jules:

Puse mi mano en su boca y me largué a reír. Eddie me miraba inexpresivo, pensaba que caería redonda ante él y sus palabras.

—No sé en qué momento los papeles se invirtieron y la amargada soy yo , mientras que el loco, parlanchín y disperso, eres tú—lo apunté. Él pasó su lengua por su labio superior— De cualquier forma, muchas gracias por la ayuda.

— ¿Dónde comeremos la pizza?—Preguntó Eddie, cambiando completamente de tema. Yo negaba con la cabeza. Tomé la caja y fui hasta mi cuarto, Eddie me siguió, dejé el cartón en la cama, Eddie entendió la idea, fue hasta la cocina  y sacó dos botellas de cerveza, las tiró en mi colchón— Vaya qué buena sorpresa me has dado.

— No pienses que esto volverá a repetirse, además es sólo un mes donde podrás encontrarme así.

— Un mes es suficiente — Acarició mi cabello.

— Tienes suerte sólo porque me has salvado de una fea, y porque...bueno, lo del baño— miré al piso— Y aunque creo odiarte, sé que no eres un pervertido. Puedo confiar en que no me harías nada.

Eddie tragó saliva.

— No, no lo soy— hablaba bajito— Pero si tú te pusieras pervertida conmigo, yo también tendría que ponerme así— mi corazón se disparó.

— Ya, no te pases— solté divertida.

— Ahora te ríes conmigo— Eddie sonrió— Eso, para mí, es un avance.

— No puedo creer que sólo te aferres a las ilusiones—me recosté en la cama, él hizo lo mismo.

...

Veíamos una película mientras comíamos, Milo se paseó por la pieza, vigilando a Eddie, yo lo sabía, movía su cola y me miraba.

Eres demasiado fácil, Jules. Me prometiste que no volverías a caer con un idiota, con éste idiota— me miraba y yo me sentía mal, me estaba fallando, y a Milo también.

Sólo me ha ayudado— le respondí telepáticamente.

Cuando su ropa esté en el piso de esta habitación, me haré pis sobre ella —Movió más su cola— Si es que no lo hago en su cabello.

Basta— lo miré molesta. Milo se fue.

— Creo que a tu gato no le gusta que esté en tu cuarto—Eddie podía sentir la tensión en el ambiente.

— No es personal, es así con todos— solté— incluso conmigo— los dos reímos.

—¿Y a Nicholas lo quiere? Me imagino que él ronda más estos pasillos— hubo un silencio incómodo, Eddie asumía que cogíamos, y la verdad es que no estaba equivocado, pero no tenía derecho a molestarse, cuando él también cogía con Rosie, era lógico.

Mastermind (Eddie Munson) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora