Las sospechas de Rosie

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Narra Jules:

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Narra Jules:

Desperté, Eddie me abrazaba, era temprano, quizá las nueve, no lo tenía demasiado claro. No recordaba bien cómo había logrado conciliar el sueño, me desperté en la madrugada, pensando en lo que habíamos hecho, no me sentía orgullosa de aquello, para nada, pero una parte de mí, lo necesitaba tanto como lo odiaba.

Eddie me abrazaba, yo también me aferré a su cuerpo. 

¿Qué pasaría después?

Desayunamos juntos, casi en silencio, no queríamos hablar de lo que pasaba, quizá Eddie sí, pero me respetaba y sabía que estaba un poco confundida, pero no confundida por haberme entregado a él nuevamente, sino que confundida porque no hacía lo que mi mente dictaba, aquello no era para ser aplaudido.

Me había prometido no caer con él.

— Creo que ahora sí que ha llegado el momento de que me vaya— Eddie se paró de la mesa, me miraba con lamento, realmente no quería que se fuera— Tengo universidad justo ahora,  así que...creo que debo aparecerme por las clases— rio y yo también.

— Claro— asentí, lo acompañé hasta la puerta.

Se paró frente a mí , yo agaché mi vista, pero él tomó mi barbilla.

— ¿No tendré un beso de despedida?— me preguntó con una sonrisa, a lo que yo no me pude resistir.

— ¿Piensas que te lo mereces?— le pregunté , mordiendo mi labio inferior, Eddie simplemente me sonrió.

— ¿Y lo preguntas? Creí que te había gustado la noche que tuvimos, pensé que me gané algo con eso—soltó divertido. sabía que él no me sacaba en cara lo que habíamos compartido, me gustaban sus chistes sucios, esos que quería pensar que sólo eran para mí. Tomó mi rostro y me besó.

Narra Eddie:

Mi día universitario había terminado, caminé hasta mi edificio, había pensado todo el día en lo que había pasado con Jules, nuevamente habíamos vuelto a estar juntos, pero esta vez se sentía distinto, y no en el mal sentido, sino todo lo contrario. Se sentía más real, más adulto. Quería estar realmente con ella, pero no me gustaba limitarme a verlo sólo como un romance , o simplemente un reencuentro, me gustaba pensar que esto podría ser para siempre. El problema es que no era tan fácil la situación, sabía que no era así de fácil llegar y decirle al mundo: Jules y yo estamos juntos, nos amamos desde jóvenes, fui un tonto y la dejé y ahora quiero recuperarla. Perdón Rosie, perdón Nicholas, les mentimos.

No, la vida no va así, la vida no es así de simple cuando hay sentimientos de cuatro personas. Yo sí que era experto hiriendo corazones, no quería seguir en esa línea.

Llegué a mi piso, Rosie me esperaba en la entrada, estaba sentada apoyada a la puerta, se veía tranquila, se veía relajada, y al menos eso era positivo. No iba  a llegar únicamente a golpearme, lo cual era relajante.

Mastermind (Eddie Munson) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora