Segunda parte de "Bigger boys and stolen sweethearts"
Pasan cinco años del amor de Jules y Eddie, las cosas cambian, Eddie vive en un infierno, y Jules quiere que Eddie recupere el amor que tenían.
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Narra Jules:
— En serio lo siento tanto— solté desde el sillón, tenía mi corazón apretado, lo que menos quería es que pasara eso, y sí tuve tiempo, pero cuando estábamos juntos, sólo lo veía sonreír, y por las noches, él a veces lloraba conmigo, me partía el corazón el tan sólo pensar que quizás muchas noche lo hizo solo, y esas cosas me frenaban a hacerlo, tampoco encontraba el tono para decir las cosas, aunque ya lo había ensayado, pero nada de eso me llevaba a una determinación.
Eddie caminaba de lado a lado.
— Sufrí noches enteras, Rosie me lo sacó en cara por meses. Era yo el de la maldita genética ¿No?— me miró con sarcasmo y yo sólo podía llorar.
— Ya no me hables tan fuerte Eddie, me da pena— tenía abrazadas mis rodillas.
— También sufro Jules, una verdad así, te la diría de inmediato—suspiró—Lo que pasó con Rosie, fue una total tragedia de la cual nunca quise llevarme el peso.
—Supe hace un par de semanas, probablemente tres....nada hubiera cambiado de todos modos— me defendí con un ma ataque, el punto era decir la verdad, yo hablaba del tiempo.
—Para mí es importante, y quizás tú sólo me ves como tu novio sufrido, sólo eso— me paré del sofá.
— ¿Novio sufrido?—pregunté con sarcasmo— De partida, novios no somos— me crucé de brazos, sacando en cara un problema que venía aterrizando en mi cabeza durante las últimas semanas ¿Qué somos Eddie y yo en concreto? Porque una casa es reencontrarte con el amor de tu vida y vivir juntos, hacer cosas de novios, pero otra diferente es que Eddie me diga seriamente: Jules, ¿Quieres ser mi novia?. Eddie puso sus ojos en blanco porque sabe a lo que voy, sabe lo que pienso, o los pensamientos incipientes en mi cabeza.
— Claro y el malo de esta puta historia soy yo. Y soy tan malo que aún no te pido que seas mi novia. y con eso compensas el no decirme una verdad realmente importante—Estallé un sollozo desde adentro, sentía tanta tristeza de verme en ese escenario con Eddie, no lo quería, estaba acostumbrada a las caricias, a las risas, no quería discusiones, no quería que él me dijera cosas, que me sacara en cara las cosas que realmente pude hacer mejor.
— ¡Ya disculpa, Edward!— me paré del sofá y lo apunté— Perdón por ocultar esa puta verdad que me arrepiento de escuchar—Eddie cerró sus ojos— La verdad es que yo no tengo nada que ver que tu puta historia con Rosie, porque estaba lejos de ti....¿No? La verdad es que nada de lo que haya pasado contigo y ella es de mi incumbencia, y eso también va para su embarazo— hablé molesta—Te he dicho que lo lamento, y sí, hice pésimo en no decirte la verdad, pero es que no tenía ni puta idea de cómo sacarte el tema de la nada, porque odiaba verte llorar en las noches, odiaba verte sufrir y lamentarte por algo que no era tu culpa, ni aunque esa criatura haya sido de ti— tomé airé— Lo lamento Edward. Al parecer todos en este puto lugar tienen derecho a estar enojados, tienen derecho a sentir la furia, pero yo no, yo me veo más bonita estando feliz — En el momento en que menos lo necesitaba, tuve mi ataque de furia, probablemente era la última parte de la botella, lo que sobra, lo que no cae y se acumula en el fondo.
