Edmund

608 75 40
                                    

Narra Jules:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Jules:

— S-sue— me cuesta decir su nombre —Tantos años— mis manos sudaban, quería salir corriendo, quería vomitar, quería simplemente desaparecer.

— ¿Así que tenías un novio metalero?—me pregunta Rosie— Eddie es de Hawkins también, se me hace tan raro que no lo conozcas—Rosie me mira divertida, y yo siento estar acabada realmente. Son dos chicas contra mí, y yo soy diminuta como una hormiga.

—Ahora recordé el nombre...— Sue me mira con una sonrisa.

Mierda Jules, eres chica muerta.

— Edmund...Edmund Mundstock— termina de decir el nombre y yo quedo con mis ojos abiertos. No tengo ni la más puta idea de por qué no se dicho simplemente Eddie, Eddie Munson.

— Eso no parece un nombre típico de Hawkins, más bien parece nombre de Conde, así como drácula— Habla graciosa Rosie. Sé que mira distinto a Sue, como buscando explicaciones.

— Y Jules...¿Sigues con ese chico?— vuelve a preguntar Sue.

— Todo ha terminado— por fin pude respirar mejor. Rosie nos miraba extrañada, como si algo no estuviera saliendo bien realmente— Creo que son sabidos los motivos, en todo el pueblo— me atreví a mirarla a los ojos.

— Es una pena romper con esos novios tan importantes— Sue me miraba fijamente— ¿Recuerdas a Donnie?— Sue le preguntó a Rosie.

— Claro— dio un sorbo a su tequila margarita— Por supuesto.

— Descubrí que me ha estado engañando y lo dejé— Sue soltó sin más.

— Los hombres son todos unos hijos de puta— Rosie soltó— Infieles— me miró— Y se fijan en cualquier escoria que ven, y piensan que una es tonta, cuando sólo hay falta de pruebas. Siempre cambian por algo más fácil, eso es ley.

—  Chicas, creo que voy al baño...—solté nerviosa. Rosie me miró divertida.

— Ve, Jules...yo cuido tu copa— su mirada era casi satánica, no bebería nada de esa copa al volver. 

— Espérame, yo igual voy. Así sujetas la puerta, no quiero que me vean en plena acción— Sonrió, tenía tanto miedo, y estaba tan confundida sin saber qué sería de mí de aquí al final de la noche.

Caminé hasta los baños de mujeres, tomé cierta ventaja de Sue, que me seguía por el largo pasillo, yo me encerré en uno de esos baños individuales y a los segundos llegó Sue a encerrarse junto a mí.

— ¿Qué haces acá?— le pregunté de brazos cruzados , esperando una buena explicación—¿Vienes a terminar de destruirme?— Sue se largó a reír.

— Sigues igual de dramática que en la escuela— soltó divertida.

— ¿Por qué mierda te ríes?— Pregunté casi al borde de llorar— Mierda Sue, no es gracioso.

— Deberías agradecerme...te salvé el culo. Dependes de mis manos, y la verdad es que no eres santa de mi devoción, es decir. Luces como santurrona y en la escuela marcaste todos los rincones con Eddie, era un secreto a voces.

Me sonrojé, no era tan así.

O quizás sí.

— Pero vamos...yo sí me obsesioné un poco con él, pero ya ves, superé lo que pasó y Eddie tampoco está tan bueno que digamos, tú lo elevas demasiado, a no ser de que su pito sea de oro— Otra deslenguada más— O de caramelo, sólo tú puedes decírmelo.

— Ponte seria, Sue— miré al piso.

— Rosie te tiene en la  mira— me apuntó y yo puse mis ojos en blanco.

— No me digas...— solté obviada por aquello, pues claramente lo sabía.

— Es sólo que busca la manera de arruinarte— me apuntó nuevamente— Rosie fue mi amiga los primeros años de universidad, ¿Y adivina qué?— hubo silencio— Descubrí que tenía una aventura con Donnie, mi novio— movía su cabeza en negación y yo no podía creer el nivel de locura en el que estábamos —Ella piensa que está invicta y que sus hojas están tan limpias— rio, al borde de verse como una villana— Rosie ha estado engañando a Eddie, y ese bebé que perdió, era de Donnie. ¡Dios Santo! Esa es una perra que se hace la santa, pero es una zorra.

Mis ojos estaban abiertos como platos, sin comprender en qué momento pasé de verme perdida, a verme un poco más acompañada.

— Rosie piensa que me ha hecho tonta, piensa que se salió con la suya. Cuando me contó de sus sospechas sobre una chica rubia, ojos azules, con un diastema entre los dientes, con cara de tonta— eso dolió— Supe que eras tú, la mismísima Jules Henderson. Y ahí lo pensé, ''sólo obtienes lo que mereces, zorra'', Rosie está pagando lo que hizo, Rosie perdió a su novio, porque lo engañaba, porque no es una buena persona. Y algo en mí se ablandó, recordé lo de Albert Hanson y cómo un pueblo entero le dio la espalda a un pobre chico. También pensé en ti y en lo miserable que te veías en la graduación, y claro, yo hice daño en el pasado, y por eso obtuve lo malo, pero ahora quiero estar del lado correcto de la historia y quiero que esa perra sea desenmascarada, tengo tanta rabia.  Ella era mi amiga, y me traicionó.

— Mierda, Sue...yo, yo lo siento mucho— miré al piso— Rosie no es buena, a mi me a miedo, es agresiva con Eddie, y creo que no dudaría en ser agresiva conmigo o contigo. Ella me habla como si fuéramos amigas, pero sé que sus intenciones no son buenas, y sé que ella está obsesionada con Eddie, no sabes lo mal que esto me trae.

— Jules, es nuestro momento de hacer alianzas. Podemos ser Batman y Robin— la miré, no quería armar una guerra, quería calmar las aguas con Rosie, no quería combatir el incendio con más fuego. Quería simplemente volver a ser lo que en algún momento fuimos con Eddie, disfrutarnos en la adultez, dejando atrás todos los problemas que nos separaron cuando fuimos adolescentes.

Sue salió del baño y me dejó sola, a los segundos llegó Rosie.

— Se han demorado— Rosie pasó a mi lado, repasó su labial.

— Nos quedamos recordando cosas del pasado— sonreí nerviosa.

— ¿Me queda bien este labial? Es el preferido de Eddie— me sonreía— ¿Tu novio de la escuela también tenía un favorito?— preguntaba con maldad, siempre lo hacía.

— No, Rosie— solté con la voz un poco más fuerte.

— ¿Qué harás después?— me preguntó.

Me iré a coger con Eddie— pensé, lo gritaba internamente— Me lo cogeré toda la puta noche, así como me lo cogí anoche, y antes de ayer.

— Nada, me iré a casa con mi gato— sonreí.

— Aw, qué linda eres—acarició mi cabello— Yo esta noche decidí hacerle una visita sorpresa a Eddie— sabía que lo decía porque sabía que yo me pasaría donde él— Deséame suerte, amiga.

— Aw, qué linda eres—acarició mi cabello— Yo esta noche decidí hacerle una visita sorpresa a Eddie— sabía que lo decía porque sabía que yo me pasaría donde él— Deséame suerte, amiga

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mastermind (Eddie Munson) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora