Segunda parte de "Bigger boys and stolen sweethearts"
Pasan cinco años del amor de Jules y Eddie, las cosas cambian, Eddie vive en un infierno, y Jules quiere que Eddie recupere el amor que tenían.
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Narra Jules:
Tres años después:
Los primeros meses viviendo juntos fueron intensos, pero en el buen sentido de la palabra, y es que ahora teníamos más responsabilidades, y creíamos que todo estaba bien, éramos jóvenes, teníamos un gato y un perro, Eddie tenía un buen trabajo, y yo también, a veces nos juntábamos a tomar un café por ahí, Eddie siempre toma mis manos cuando nos miramos frente a frente, pero no siempre todo es color de rosas.
Cuando nos casamos, llegamos al acuerdo de sólo llenarnos de lindos gatitos, sin saber que estaba embarazada , y cuando supimos que lo estaba fue extraño, pero nos alegramos, y les dijimos a todos, y todos estaban realmente contentos por nosotros , pero una noche todo acabó, y cuando me vi con las sábanas ensangrentadas supe todo se había ido a la mierda.
Sufrí un aborto espontáneo con dos meses de embarazo, esa pequeña ilusión se desvaneció por completo.
Estaba en posición fetal en mi cama, llorando, Eddie también, así pasamos días y días, que fueron tristes, y pensé en que sería lindo sentir el calor de mamá, pero no tenía sus brazos, tenía los de Eddie, que no me soltaban incluso en la noche.
— No sé que he hecho mal...— solté en medio de la noche—Dios no me quiere— Eddie besó mi frente.
— No digas eso— me abrazó— sólo son cosas que pasan— Me daba tanta pena causarle ese dolor que prometí borrarle en algún momento.
— No quiero ser mamá, nunca, nunca—negaba con mi cabeza.
— No digas eso, mi amor— Eddie no me soltaba. Extrañaba cuando los problemas se trataban sólo de que Eddie no me dejaba darle besos. No quería estos problemas de la adultez, cuando te ilusionas con algo, pero eso se va sin previo aviso.
Sentía que Eddie era quien estaba lleno de colores, y yo era una nube gris.
— No ha sido tu culpa, quizá no era el momento—besó mis labios y tocó mi vientre— Todo pasa por algo.
— Íbamos a tener un bebé— largué entre llantos— iba a ser nuestro bebé.
— Y lo sé mi amor, lo íbamos a amar mucho— habló en mi oído— Pero esas cosas pasan, y un día te sentirás mejor, y quizás podamos intentar, si quieres un bebé...sabes que yo feliz te ayudaría a hacer todos los que quieras, y si tuviéramos 100 hijos, los amaríamos a todos por igual— Me aferré a él y Eddie acarició mi espalda— Ya verás cómo todo va a pasar.
Después de esos días amargos, dejamos ese apartamento, que tantos malos recuerdos me traía. Eddie me dio la idea de volver a Hawkins sin importar mi familia, sin importar lo que dijeran de nosotros, y así fue, también me dio la idea de adoptar un perrito, y eso hicimos, aunque Milo odiase la idea de ser hermano mayor.
