Como sobrevivir siendo un omega (Harry Potter)

Capítulo 20

-Te amo cariño- profesaba el alfa de rodillas-te amo tanto que estar sin ti provoca que mi vida no tenga sentido, que me cueste respirar y que mi corazón llore de dolor.

-Menos cuentos Gellert- respondió Albus sin una pizca de sentimiento-y ahora levántate del suelo que me das pena.

El alfa bufó fuertemente y, tras dejar el ramo de rosas en el escritorio de su pareja, se sentó sobre el cómodo sofá de visitas. Pacientemente espero a que el omega se acercara a él y se sentara sobre sus piernas, incluso cuando más enfadado estaba no podía evitar acurrucarse a su lado y , tras una sesión de besos, reconciliarse apasionadamente.

-Definitivamente eres gilipollas- dijo el omega mientras se acomodaba tras su escritorio- mi cabreo supera a mi lado omega así que vete olvidando de esa mierda.

El gruñido provocó que Albus temblara de placer, adoraba el lado posesivo y feroz de Gellert pero iba a hacer que se arrepintiera.

-Y bien cariño- comenzó- ¿de que querías hablar?

-Las cosas van a cambiar Gellert- amenazó- me prometiste ser director y aceptar a los omegas en el castillo para comenzar un cambio social no para satisfacer la calentura de tu hijo- Albus le dirigió una seria mirada al alfa cuando vio que iba a protestar- vas a empezar a cambiar las cosas de verdad, sin mentiras y vas a hacerlo ahora.

-Cariño no es tan fácil...

-Crees que me importa- interrumpió- eres listo, encontraras una solución. Ahora largo tengo cosas que hacer.

El alfa observó como la cara de su compañero se contraía de dolor por esas palabras , su omega estaba sufriendo y todo era culpa suya; y obviamente de la propia cabezonería del león mayor pero procuraba no pensar en eso, al menos sino quería acabar de nuevo golpeado hasta sangrar.

-Amor mío, por favor- suplicó- se que me aproveche de ti pero no me trates con esa indiferencia, te lo suplicó, te necesito a mi lado y tu también me necesitas, puedo ver tu dolor por la separación. 

-Y yo  necesito volver a confiar en ti- lloriqueo- acepte unirme a ti porque me prometiste tratarme como un igual...

-¡Y lo hice!

-No Gellert- refuto- me trataste como un igual en casa pero fuera te regías por las reglas de la sociedad- Albus tomo aire e intento relajarse- Mi amor, tu madre sigue infravalorándome porque nunca te puede dar un hijo y tu- las lágrimas ya caían como una cascada por sus mejillas-simplemente te callas y aceptas su trato porque en el fondo piensas como ella, piensas que si no puedo engendrar no sirvo como omega.

-Sabes que eso no es verdad Albus.

-Entonces dile que deje de buscarte un omega nuevo- pidió sorprendiendo al alfa-¿te crees que no lo se? ¿Qué nunca me enteraría?

-Albus yo nunca...

-Si-interrumpió- lo se, ni siquiera te presentas a las citas a ciegas que te propone pero tampoco la paras y, joder, eso duele.

-Mi amor lo siento, yo no quería que sufrieras por eso no te conté nada.

-Y la cagaste Gellert la cagaste- reprochó- como la cagaste cuando no me quisiste acompañar al orfanato a conocer a los niños, porque en el fondo solo querías un hijo que tuviera tu sangre, como la cagaste cuando no me acompañaste a por Tom porque no lo aceptabas, y si ahora lo amas- rectificó al ver la cara de su marido-pero antes no llevándonos todo esto a tus deberes como padre y  como la has cagado enseñándole, aun niño de 10 años, lo que implicaba ser un alfa- Albus le miró con odio- ahora mi dulce bebé se aprovecha de alumnos usando su posición de profesor y sufre por los rincones porque no he tenido más remedio de separarlo de la persona que ama, porque lo ama Gellert pero tu malditas enseñanzas le han mostrado que no merece la pena amar a un omega- el alfa fue a protestar sin éxito- y mientras mi dulce cachorro me llora a través de cartas yo tengo que estar lejos de él sin poder consolarlo y vigilando que una puta pelirroja no intente marcar a mi futuro yerno, chica que por cierto es maga y lo había ocultado porque había estado estudiando en Beauxbatons.

-Cariño...

-Y eso no es lo peor alfa insensible de mierda, he tenido que aceptar su puto cambio de escuela porque vosotros grandísimos gilipollas no vigilasteis que no hubiera nadie cuando os teletransportasteis lejos de la casa de Eileen y os vio.

-¿Lo siento?

-¿A caso me estas preguntando?-le gruño- ¿acaso me estas preguntando si me tienes que pedir perdón?

-No, cariño- rectifico- por supuesto que no.

-Sabia rectificación- se burlo el omega.

-Albus, mi amor- comenzó el alfa- te prometo que voy a arreglar todo, hablare con mi madre, parare con su locura de un nuevo omega  y le mostrare a Tom que sentir amor por un omega es la sensación más hermosa del mundo...

-No se te olvide el cambio de leyes Gellert- interrumpió, conocía demasiado a su pareja- no creas que me servirá que solo arregles la mierda de casa.

-Lo se amor- dijo derrotado-lo se.

-Perfecto- felicito como si se dirigiera a uno de sus alumnos- por cierto una última cosa, mi celo empieza en una semana-avisó consiguiendo que Gellert desprendiera feromonas de lujuria- y lo voy a pasar solo.

-¿Qué?- pregunto desconcertado- no...

-Aunque- continuo hablando sin prestar atención a su pareja- podría cambiar de opinión si empiezas a realizar cambios visibles.

-¿A qué te refieres con cambios visibles?- indago con miedo.

-Alguna ley cambiada- sentenció- y llevada a cabo, obviamente.

-¿En una semana?- gritó- es imposible.

-Apáñatelas amor, se que lo conseguirás, sobre todo si quieres volver a follarme- sentenció con voz sensual-ahora tengo trabajo que hacer así que largo.

Gellert  le dirigió una última mirada furiosa, se levantó para irse, no sin intentar besar antes al omega ganándose un fuerte golpe de un libro volador, y se dirigió a la puerta un poco aturdido.

-Gellert- llamo Albus- quiero que la primera norma que elimines es la de que los alfas eligen la ropa del omega, tengo treinta y siete años y por culpa de tus celos parezco un payaso. 

-Si cariño- gruño levemente incapaz de ocultar su disconformidad, otra vez tendría que alejar a los  alfas mirones del jugoso culo que llevaba años ocultando- como desees.