Capítulo 22

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Frank se estiro levemente acomodándose sobre los miles de cojines de la amplia cama, su cuerpo se encontraba todavía cansado tras los orgasmos y sus muñecas mostraban leves marcas moradas.

- Sigue durmiendo- le ordeno suavemente el alfa- todavía quedan horas para las clases.

El omega le miro cansado, había discutido demasiadas veces con Rabastan sus malos hábitos de sueño pero el joven seguía sin hacerle caso. Con pereza estiro su mano en busca de que la serpiente consiguiendo una leve carcajada.

-Sabes que no puedo acercarme- dijo con cariño mientras levantaba su pantalón mostrando la tobillera.

El león bufó levemente, salió de debajo de las sábanas y gateo hasta los pies de la cama bajo la atenta mirada del alfa.

-Eres verdaderamente erótico- alago sin despegar la vista de su cuerpo desnudo- me encantaría poder tocarte.

- Y a mi me encantaría que me tocaras alfa- ronroneo- Puedo hablar con Dumbledore- propuso- tu nunca me obligaste, no deberías ser castigado también.

-Técnicamente no aceptaste acostarte conmigo- refutó- estabas borracho...

-Pero a la mañana siguiente me lance sobre ti pidiendo más- corto.

-Datos sin importancia- refutó- además a tu padre no le hizo nada de gracia saber que te había desvirgado.

-Y a quien le importa su opinión -susurro enfadado.

-¿Cómo?- pregunto desconcertado, el omega siempre hablaba maravillas de su familia.

Frank suspiró levemente, sabía que no podría ocultárselo para siempre.

-Él no era mi padre- comenzó- es mi prometido.

-¿Qué cojones?- grito Rabastan levantándose de la silla indignado- Tiene casi 30 años más que tú, ¿cómo va a poder ser tú prometido?

-Historia divertida- continuo entre risas nerviosas- digamos que mi primer celo bajo en el peor momento- el omega tomo aire- mi padre trabajaba en una pequeña empresa dedicada a la compraventa de bienes inmuebles, era muy pequeñita pero gracias a los esfuerzos de los trabajadores consiguió avanzar anexándose a uno de los grupos de una multinacional, no recuerdo muy bien el nombre la verdad- divago levemente, aún así Rabastan no le interrumpió- mi padre quería que todo saliera bien así que invitó al nuevo jefe a casa a cenar- Frank sintió las lágrimas corriendo por sus mejillas- yo todavía no me había presentado, iba demasiado tarde, 12 años y sin casta, obviamente iba a ser beta pero por desgracia no. Mi celo llego esa noche y lo único que recuerdo son los gritos de mi madre y las manos de aquel alfa. Tranquilo-pidió al sentir las hormonas enfadadas del alfa- no consiguió violarme, por los pelos la verdad, pero me pidió a mi padre, obviamente él se negó sin éxito, el cabrón nos llevó a un juicio de poder ganando...

-¿Un juicio de poder?- interrumpió sin poder aguantarse- Eso es esa mierda donde dos alfas luchan hasta que uno muere, ¿verdad?- pregunto desconcertado- acaso no es ilegal.

-Por desgracia no- afirmó- fue la última vez que vi a mi padre.

Rabastan observo con frustración como el omega lloraba sin poder acercarse, había sufrido tanto desde tan pequeño, había perdido su vida demasiado pronto y él  había colaborado con aquel dolor.

-Pero si tanto te quería -continuó pasados unos segundos, necesitaba saber-¿por qué cojones te mando aquí a estudiar?

-No me mando él- aclaro- me mando su mujer beta con la que lleva quince años casado- el alfa gruñó fuertemente lanzando las cosas de la mesa por los aires, una vez se relajo Frank se permitió continuar- lo único que mi padre le pidió fue que no me tocara hasta la mayoría de edad, consiguió hacer un juramento inquebrantable con el alfa gracias a aquella mujer- el omega rio levemente- creía que quería ayudarme pero solo fue una forma de asegurarse que su marido todavía no me tocara. Con 12 años me tuve que mudar a la mansión del alfa que estuvo a punto de violarme aguantado a una mujer que me odiaba y miradas demasiado peligrosas. Cuando salieron la primera vez las plazas a Hogwarts no pudo apuntarme porque él se negó, la segunda oportunidad llegó cuando él estaba en una reunión de trabajo fuera de Londres y aprovecho para apuntarme, decía que si varios alfas me probaban a lo mejor él no me querría tocar.

-Entonces, el otro día cuando Dumbledore me obligo a ir a tu casa...

-Exacto, no le hizo ni puta gracia- afirmó- y como castigo se pasó toda la noche obligándome a masturbarle delante de ella. He podido volver de milagro a la escuela.

Rabastan volvió a gruñir enfadado. Con la ira plasmada en sus ojos se acercó al desnudo omega haciendo caso omiso de las descargas y soportando los intentos de la pulsera de mantenerlo lejos del joven león. Sus manos acariciaron las caderas de su compañero y sus labios le asaltaron con furia.

-Alfa- gimió- para, las descargas...

-Te crees que me importan- le susurro- ese hijo de puta te ha tocado, a ti, mi omega- su lengua se paseo a lo largo de su cuello hasta besar con cariño la glándula odorífera- haré que tu cuerpo olvide todo lo que ha tenido que aguantar en sus garras- sus besos ahora se pasearon por la palma de sus manos- Déjame marcarte.

-Si no estoy en celo no sirve- susurro entre gemidos de placer- Merlín como he echado de menos tu boca.

-No te estoy pidiendo marcarte ahora- aclaro con una sonrisa de suficiencia- quiero que seas mío para siempre, pasar tu celo juntos, convertirte en mi omega - su lengua volvió a acariciar la glándula de olor- sólo  mío.

-No puedo-gimió con dolor mientras sus manos se perdían bajo la camisa del alfa, había  añorado su piel-sabes que la ley lo impide.

Rabastan maldijo en su mente al ministerio y su estúpida ley. ¿Querías follar a un omega? Podías hacerlo donde quisieras, como quisieras y cuando quisieras pero si querías marcarlo necesitabas el permiso de la familia.

-Puedo pedirte en un duelo de poder- sugirió sin alejar la los labios de su muslo.

Frank separó la pierna de su boca y le miró con verdadero miedo.

-Ni pienses en bromear con eso- pidió angustiado- es un sádico y yo...-el omega aparto la mirada- no soportaría volver a perder a alguien que quiero.

El alfa sintió sus olor descontrolarse, su omega le quería, Frank le quería. Con un gruñido más animal que humano se volvió a lanzar sobre el omega presa del placer marcando su suave piel con mordiscos y moretones. Durante toda la noche Rabastan se permitió follar a Frank hasta que el pequeño omega no tenía una sola zona en su cuerpo sin su marca.

Como sobrevivir siendo un omega (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora