Capítulo 36

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Severus caminaba con la cabeza alta, a su lado Rosier se mantenía agarrando su túnica y siguiéndole como un pequeño cachorro a su madre; tras ellos Fenrir y Lucius charlaban dulcemente. Se encaminaban hacia la entrada de Hogwarts donde se reunía la manada a la espera de la llegada de Igor y los gemelos.

-¿Y si no nos quieren?-preguntaba preocupado Evan.

-Te adoraran-contestó Lucius-a ambos.

El pelinegro asintió  enérgicamente. A comparación de Teddy, aquellos omegas, poseían un pasado demasiado traumático llevándoles a temer ser rechazados por los lideres de la manada omega.

-Todo saldrá bien-intento tranquilizar ante el desprendimiento de feromonas agrias cada vez más notables-sois parte de nosotros, eso no cambiará. Más importante-prefirió cambiar de tema-¿has elegido ya donante?

Evan asintió en silencio. Tras las ultima semana había buscado un alfa que le cediera su ADN para poder quedar embarazado sin éxito, pues, está situación, se había sumado a la demanda que ejerció Tom contra el jefe de la Casa Avery, infundándose un miedo entre los alfas a acabar como ellos si se relacionaban con el omega, con la fortuna y empresas en manos de alguien ajeno a la línea familiar.

-He encontrado uno que creo que no tendrá problemas-confesó-solo tengo que hablarle-suspiro con cansancio-espero que no se niegue.

-No lo hará-animo Severus-y en caso de que lo haga los gemelos se encargaran de que cambie de opinión.

El omega soltó una melódica carcajada, desde que se sincero su carácter había cambiado, ya no pasaba las tardes entre castigos y su aroma empezaba a ser cada vez más dulce, una mezcla de canela y miel.

-¿Podemos saber quien es?- pregunto Lucius incapaz de contener su curiosidad.

Evan negó sonrojado mientras se ocultaba en la espalda de Severus, cualquiera negaría que ese mismo omega era el que la semana pasada había mandado a Lockhart a San Mugo por mirarle demasiado tiempo. 

Llegaron a las puertas del castillo justo cuando los gemelos entraban por las puertas, los pelirrojos llevaban enormes abrigos de pelo y mullidos gorros que les dificultaban la vista.

-¡Por fin en Londres!- grito Gideon sin despegarse de los brazos de su hermano.

-No hubiera aguantado ni un minuto más allí- puntualizó Fabian.

Las dulces feromonas inundaron el lugar mientras que la manada se reunía y los nervios que habían inundado a Rosier fueron rápidamente sustituidos cuando un torbellino pelirrojo salto sobre él, acercarse al alfa sería complicado pero estaba seguro que en un futuro podría.

-Entonces, ¿ha pasado algo interesante mientras estábamos fuera?- comenzó el mayor de los gemelos una vez se acomodaron en sus habitaciones-a parte de lo de Evans.

-Nada interesante- confesó Regulus- excepto Teddy persiguiendo a Andrómeda.

-Quiero a esa alfa- se justificó el nombrado- su olor me vuelve loco, es preciosa y su sonrisa es como ver el amanecer- el omega sonrió enamorado- es mi destinada.

-Solo que ella todavía no lo sabe- se burló Bellatrix consiguiendo la risa de los reunidos.

-Si lo sabe- intento defenderse- pero no quiere admitirlo, es diferente.

-Es divertido ver como Black huye de él-comenzó Arthur- me recuerda a nuestros comienzos en Hogwarts. 

-Merlín no quiero ni pensar en eso- tembló Severus- creo que sigo traumatizado...

-¿Por eso todas las noches corres con Tom y te ocultas en sus sábanas?- cortó Lucius-espera, eso es para otra cosa.

Los omegas volvieron a estallar en carcajadas, disfrutando del ambiente, de la manada por fin al completo.

-Mierda- se quejó Arthur- me duele la barriga de tanto reírme. Joder, duele de verdad- continuo protestando el joven- hostia puta.

-¿Arthur?-se asustó Lucius-¿Estas bien?

-No, joder- maldijo mientras buscaba una postura más cómoda- ha sido como si me clavaran un puñal en el vientre.

El embarazado acarició su barriga levemente preocupado pero intentando mantenerse sereno, no quería alterar más de lo necesario a los demás embarazados de la manada. Suspiró fuertemente y les lanzó una sonrisa tranquilizadora, animándolos a continuar con la charla.

Quince minutos después su cuerpo volvió a encogerse presa del dolor.

-Vale esto ya no es normal- lloriqueo Peter- ¿Y si le pasa algo al cachorro? Debemos llevarlo con Madame Pomfrey.

-No es nada de verdad...

-Arthur- corto Bellatrix-¿Te estás meando?

El pelirrojo miro hacia sus piernas, el líquido corría hasta el suelo manchando sus pantalones y dejándolo pegaso.

-Creo que el bebé quiere conocerte antes de tiempo- sentenció Severus.

En menos de un minuto el omega fue levantado en volandas por Fenrir y guiado a la enfermería mientras Teddy corría buscando a Nott, tanto tiempo persiguiendo a la mayor de los Blacks le había permitido conocer todos los pasadizos secretos de memoria.

-¿Dónde está ese alfa de mierda?- protesto una vez las contracciones aumentaron.

-Ya llega, tu tranquilo- relajó Fabián- Lucius, ¿quieres dejar de dar vueltas como un maldito maníaco?

-¡No puedo!- le grito- ¿Por qué coño se ha adelantado el parto?

-No se preocupe señor Malfoy- interrumpió la beta mientras se sentaba al lado del omega- un parto prematuro no necesariamente implica problemas. Voy a monitearle pero será un proceso largo- explico- eres primerizo así que serán varias horas de labor.

El pelirrojo asintió y se recostó en la camilla, su lado omega gritaba por su pareja creando una angustia que solo dificultaba el proceso al que se enfrentaba, pero supo esperar, sabía que Thomas no lo dejaría solo en aquellos momentos.

Durante toda la noche la manada se quedó esperando a las puertas de la enfermería, querían darle espacio a la pareja en aquel momento por lo que solo habían ayudado a recrear el nido del pelirrojo para mayor comodidad del mismo.

-¿No puedes dormir?- pregunto Tom ante los constantes movimientos del menor.

-Me está costando- susurró- mi lado omega está demasiado inquieto.

-Todo saldrá bien- dijo mientras besaba levemente la frente de la serpiente.

-Creo que no solo es preocupación- confesó- tengo envidia, mucha y no puedo controlarla.

Los dedos del alfa acariciaron levemente la marca de apareamiento y sonrió con picardía.

-Tranquilo amor, es normal, se pasará- volvió a besar su sedoso cabello- yo me encargaré.

Severus gimió levemente y se acurrucó en el pecho de su pareja, confiaba en él.

-Duerme- ordenó con su voz de mando permitiendo al omega acceder al descanso que tanto deseaba- yo te despertaré cuando llegue el momento.

Cuando Severus volvió a abrir los ojos ya había amanecido y el nuevo miembro de la manada ya se encontraba entre ellos. El omega sonrió, William Nott Weasley era un cachorro sano e idéntico a su madre.

Como sobrevivir siendo un omega (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora