[runrunrunrunrun]

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Bueeeenaasssss, ahora soy yo, César. Ya entendéis cómo van a ir los capítulos o necesitáis una explicación? Bueno me la pela.

Nos levantamos una mañana como otra. Estuvimos la mayoría de la noche en vela, de fiesta y putazos. Quizás debíamos parar de beber y pegarnos todos los días, pero es que a mí me gusta. Puerro es alguien que se suele decantar por la paz, pero yo soy más de guerra.

Hacía un hermoso día fuera, los pájaros cantaban, los niños jugaban en el parque... Nada mas levantarme salí de mi habitación para tomar mi taza de Coca Cola mañanera. Puerro seguía durmiendo, no lo iba a despertar aún pero teníamos que salir pronto si queríamos ir a ver a Alaá. El plan era este, primero montamos en la furgo y salimos hacia el pabellón 4d. El pabellón 4d es una gran cúpula localizada en el extremo izquierdo de la ciudad, al contrario que la calva de Jorgíngulus. Aquí os dejo un mapa que dibujé durante el desayuno. 

En realidad Puerro dibujó uno mejor y la verdad los sitios están mejor indicados, pero bueno, vamos al lío

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En realidad Puerro dibujó uno mejor y la verdad los sitios están mejor indicados, pero bueno, vamos al lío.

https://youtu.be/iSi6rG5cZZ8 (usar para una experiencia diosss)

Cuando acabé el café disparé la taza a la puerta de la habitación de Puerro y él se despertó por fin. Se vistió rápido y nos preparamos para salir. Agarré las llaves de la furgoneta y nos colocamos bien la chaqueta. Llevaba la piedra al cuello y Puerro sus armas en mano, entramos en el vehículo y encendimos el motor. La furgoneta empezó a retumbar y salimos disparados por la puerta del garaje para llegar a la carretera. Aceleré y mientras tanto Puerro empezó a beber una de las botellas de cerveza de arce que teníamos guardada en la parte trasera.

—Eh furro, pásame una!—Puerro me lanzó una botella abierta y empecé a beber yo también.

—Y a donde se supone que vamos?—Dijo con un tono que empezaba a dar evidencias de lo que bebía.

—Por ahora seguiremos recto por esta carretera y llegaremos a una cúpula entre las montañas.

Sonaron disparos en la puerta trasera y miré por el retrovisor, unos tipos montados en cerdos, que parecían policías pero con aspecto infectado por hongos, nos perseguían en la carretera.

—Puerro, quita a esos de atrás.

Puerro estaba ya borracho del todo, pero obedeció mis órdenes y abrió el techo para disparar. Escuché disparos provenientes de Puerro, pero también de los guardas. Aceleré todo lo que pude y solté el volante, activando el piloto automático. La silla se soltó del coche y una torreta salió junto a mí por la puerta. Empecé a disparar como un loco. Casi no veía de lo borracho que estaba pero creo que algo acerté.

—Oye Cesaro me estoy empezando a marear un poco, me permites bajar a descansar?

—No digas eso papu, que yo no puedo con tantos.

—Vaaaale pero no le digas nada a Naiara que me mata.

En ese momento, el aire se plagó de balas. Los cerdos de los policías hongo abrieron sus bocas y de ellas salieron unas ametralladoras. El coche empezó a ser perforado poco a poco por las balas. Los hongos se acercaban cada vez más y más.

Puerro volvió a dentro de la furgoneta y yo seguí disparando

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Puerro volvió a dentro de la furgoneta y yo seguí disparando. Entonces vi como Puerro saltaba al lugar del conductor y sin avisar la furgoneta dio un frenazo que casi destroza la torreta. Todo se volvió no sé si claro u oscuro por una explosión en la puerta de atrás. Estaba a punto de matar a Puerro por lo que había hecho, pero de pronto me percaté de que los guardias habían colisionado con la zona trasera y las ametralladoras se habían sobrecalentado tanto que causaron una explosión que los destruyó al instante. Intenté recuperarme del frenazo.

—¡Qué mierdas ha sido eso?!—Le grité a Puerro.

—No tengo ni idea, pero ha estado curioso lo de las ametralladoras.

—Decía sobre la explosión pero bueno, por lo menos nos hemos desecho de esas cosas.

—Oye que tu le sabes a la biología, qué narices ha pasado con los cerdos y que narices eran esos policías?!

—No tengo ni idea. Los cerdos posiblemente hayan tenido una reacción paranormal que ha invocado las ametralladoras, los policías no los había visto en la vida.

—A mi me suenan, pero no recuerdo bien de qué.—Dijo Puerro con cara no se si de borracho o de pensar.

Coloqué bien el asiento y volvimos a arrancar misteriosamente vivos. Teníamos prisa para llegar al destino así que intenté ir lo más deprisa posible. Estábamos casi llegando cuando Puerro decidió hablar (hay veces que no dice nada y se va a lo suyo y otras en las que no calla, tiene un poco de doble o triple o infinita personalidad).

—Oye Cesaro, crees que esos tipos eran seres vivos de verdad? Es que me da un poco de pena haberlos hecho explotar así como así.

—Me la pelan esos tipos. Y ni se te ocurra borrar la explosión, no sabemos que puede pasar en la línea temporal si lo haces, podríamos acabar muertos o peor, viendo tiktoks de Free Fire durante horas.

Puerro volvió a callar durante un buen rato y seguí conduciendo. La música empezó a llenar el universo mientras la furgoneta avanzaba por la carretera. Mi vida tiene música, aunque sea música de guerra y sufrimiento posiblemente sobrecargada de efectos y cosas. Y mientras avanzábamos el espacio empezó a distorsionarse. Se notaba que nos acercábamos al pabellón 4D. Puerro se levantó confuso de donde estaba tumbado y miró alrededor, todo estaba cambiando poco a poco.

Llegamos a una gran rampa que llevaba a una oscura y azulada cúpula semiesferical. Seguí avanzando y poco a poco todo se cambiaba a una realidad totalmente diferente. Las cosas cambiaban de lugar y perspectiva, los colores azulados como el cielo nocturno y los polígonos extraños predominaban en el escenario. Entramos por una gran puerta y llegamos a un espacio como ya había descrito pero en una distorsión aun mayor. Entonces escuché una voz en mi mente y Puerro se acercó a mí por miedo a lo que pudiera pasar. Miré mejor y entre esos polígonos estaba él... 

 

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