[Párame esta]

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(aviso que todos los fallos gramaticales y ortográficos están hechos a propósito y se deben leer como están)

No me importaban mis compañeros. No me importaban las setas. No me importaba tu madre.

IBA A MATAR A EMMA DE UNA VEZ POR TODAS.

Solo lo había visto una vez pero estaba determinado a encontrarle de nuevo. No aguantaba puto más a Puerro y sobre todo a las dos borrachas que llegaron anoche a las 5 de la mañana (Inez y Airín). Me levanté y olía a quemado. La última noche, Puerro, llegó tarde y encima había explotado la casa misteriosamente. Salí con furia de mi habitación, bajé al salón y esquivé al Puerro inconsciente de tantos golpes que le di. Me tomé una CocaCola mañanera y preparé mi hacha para degollar a Emma. 

—CeSaaRooo...!—"Gritó" Puerro tirado en el suelo.—EspÉrameee...!

—Tus muertos a caballo.—Le pegué una patada y se volvió a quedar callado.

Salí de la casa. Estaba amaneciendo y aunque no tenía idea de donde ir decidí caminar sin rumbo a ver si encontraba a Emma. Las calles estaban vacías y mis pasos casi resonaban en ellas. Las casas eran bajas en esa zona de la ciudad (2 pisos máximo), en cambio las calles parecía más anchas de lo normal. Decidí bajar a la carretera para caminar en el centro de la calle.  Caminé un rato y llegué a un cruce entre 4 calles. Empecé a escuchar algo. Me paré para escuchar mejor aquel extraño ruido. Intenté escuchar lo mejor posible a pesar de la sordera que me había causado escuchar la música al 200% de volumen. "Snif snif". Era algo así el ruido, parecido a unas respiraciones de perro. De pronto el suelo se sacudió y tras los edificios de mi derecha e izquierda saltaron no una si no dos bestias, una desde cada edificio. Las bestias cayeron a mi carretera y nublaron un poco mi visión. Yo preparé mi hacha por si tenía que atacar (99% de posibilidades de tener que hacerlo). Las bestias, que eran similares a perros o gatos gigantes (deducción a ciegas), empezaron a rodearme y a olerme. 

—Joati...—Dijo una voz.— Olés eso boludo?

—También lo veo, pelotudo.—Dijo otra voz diferente.—Si vos te cortases ese flequillo homosexual lo verías. 

—Cashate boludo. Vamos a pisharle de una vez.

Eran un poco como el perro y el gato. A pesar de esa mierda humorística entre ellos había una tensión en ese ambiente ciego. Notaba dos presencias rodeándome, bueno, no estoy seguro si había más. 

—Boludo, que hacemos?—Dijo la primera voz.—Le matamos, o como?

—Sualfang.—Dijo otra voz desconocida. Esta vez de mujer y parecía no ser de las bestias.—No vamos a matar a nadie, hoy no, reprime tus instintos.

—Nahhh!!! Va Jefa!!!—Dijo Sualfang.

—Sual, hacele caso a la Jefa.—Dijo la otra bestia.

—Tú casha Joati.—Dijo Sual.

—Cállate tú, Sualgang.—Dijo Joati.

—Oye, vos sabéis que está este escuchando vuestras boludeces y ya tiene el hacha preparada, verdad?—Habló otra persona más. Esta vez un chico.

—Qué mierda está pasando aquí?!—Dije a ver si me enteraba de algo.

—Cashate boludooo!!! Vos no ves que tenemos que pensar que hacer contigo?!—Dijo Sualfang.

—Daaale Sual, dejale en paz.—Contestó Joati.—Le pillamos ya y areglao.

—Ehque no es tan dificil.—Dijo la chica con voz de desesperación.

—PERO POR QUÉ MIERDA ME QUERÉIS CAPTURAR, MATAR O LO QUE PUTO SEA?!—Dije desesperado del todo.

—No sé, pero se lo dijeron a un compañero de la jefa y pues como no tenía nada que hacer hemos venido a por vos.—Dijo Joati.

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