『Y fue por casualidad que lo vió, aquel martes lluvioso. Ese día, Jay descubrió algo, mejor dicho a alguien, que nadie conocía』
☂Está historia es una adaptación, no me pertenece☂
☂Autor/a original @emxwrx☂
Al día siguiente, Jay realizó la típica y aburrida rutina del día a día, y una vez escuchó a la puerta cerrarse, corrió hacía su habitación, abrió las cortinas y se sentó ahí, esperando a que su nuevo amigo aparezca.
Unos minutos después, logró ver una silueta acercarse, la cortina de la casa vecina fue corrida con cuidado, dejando ver a Jungwon.
Hoy estaba diferente, su pelo parecía lavado y su piel se veía más linda, parecía más cuidada.
La remera que llevaba era un poco más pequeña, pero no tanto, aún le quedaba un poco ancha.
Había notado que Jungwon es muy delgado para su edad, debe pesar más de 60 kilos.
Jungwon le sonrió y agito su mano en señal de saludo, seguido, levantó su cuaderno, mostrando lo que tenía escrito.
"Buenos días Jay, ¿dormiste bien?"
Jay sonrió y comenzó a escribir.
"Buenos dias para ti también Jungwon, he dormido bien, ¿y tú? Por cierto... Te ves bonito".
Jungwon veía con detenimiento cada palabra, parecía que estaba confundido, o que no entendía lo que había escrito el mayor.
"¿Lindo? Yo no soy lindo, soy sexy".
"Pero también eres bonito".
Jungwon confundido negó.
"¿Por qué niegas?"
"Porque yo no soy lindo, ni bonito, la naturaleza, las flores y árboles son lindos y bonitos, es agradable contemplarlos".
"Entonces tu eres la naturaleza y yo te contempló".
Jungwon agachó la cabeza, y sintió a sus mejillas enrojecerse. No estaba acostumbrado a esos cumplidos, en realidad no estaba acostumbrado a que le digan algo así.
"Tú también eres naturaleza, y a mí me gusta contemplarte".
Jay sonrió y lo observó.
Su rostro no era común, tenía mejillas gordas y su rostro no encajaba con los estándares de belleza de su país, su cuerpo no se veía trabajado y su altura no era la impuesta para su edad, pero Jungwon entraba perfectamente en los estándares de Jay, su belleza es única, una hermosura que nadie tenía y cada detalle de su cara lo volvían especial, porque eso le daba más encantado volviendolo más él.
Jungwon golpeó su ventana al ver que Jay se había quedado como hipnotizado.
"Lo siento... ¿Quieres que vaya a tu casa? Podemos cocinar algo"
Jungwon asintió emocionado, y Jay volvió a repetir las acciones de la noche anterior.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
