—Mi mamá ya se fue—aviso Jay, adentrándose a la habitación—No podré esconderte aquí por mucho tiempo, sin que mi mamá sepa.—
—Lo sé...—
—¿Entonces qué piensas hacer?—
—No sé, ¿cómo crees que reaccionará tu mamá?—
—No lo sé ―respondió, sentándose en la cama—Mi mamá cambió mucho desde que mi papá se fue, pero fue un cambio bueno.—
—Entonces esperemos unos días... Necesito estar preparado para poder hablar.—
—Esta bien... ¿Quieres comer algo?
—Jungwon asintió–Ven.—Jay se levantó de la cama, y fue hacía la cocina, siendo seguido por el castaño.
—¿Quieres leche con galletitas? ¿Oh cereal con leche?—
—Leche con galletitas, por favor.—
—Está bien, siéntate que ahora te lo llevó.—
Jungwon fue hacía la mesa, y se sentó en una de las sillas, apoyando sus brazos en la mesa.
—¿Crees que ellos te buscarán?—
—Seguro que sí... Mandarán a alguien para que lo haga.—
—¿No tienes miedo?—
Jay se acercó a la mesa con una bandeja, la cual dejó cerca de Jungwon, antes de sentarse.
—Sí... Tengo mucho miedo, no sólo por mí,
también por ti.——¿Por mí?—
—Si se enteran que me has ayudado o que me conoces, posiblemente te matarían.—
Jay no respondió, se quedó callado, analizando las palabras dichas por el menor.
—¿Y si no me creen?—
—Yo te creo.—
—Habló de la policía, Jay. No tengo nada para comprobar que ellos tienen un prostíbulo.—
—Jungwon, el cuerpo habla. Tú sólo debes decir lo que viste y sabes, ellos luego lo comprobarán.—
—¿Y si no logran comprobarlo?—
—Lo harán, solo necesitan un testimonio para poder abrir una investigación.—
—Jay...—
—¿Qué pasa?—
—¿Tú me quieres?—
—Sí, ¿por qué no lo haría?—
—¿Aún sabiendo que no fuiste el primero en besarme y tocarme?—
—Sí, Jungwon, yo te quiero.—
—¿No te doy asco?—Sus ojos se cristalizaron, y su cabeza se inclinó hacía abajo.
—¿Por qué preguntas eso?—
—R-responde, Jay.—
—No, no me das asco.—
—¿Te sigo pareciendo bonito, ahora que sabes que estoy sucio?—
Fue tan despistazo que nunca notó la razón que había detrás de esas preguntas que le hacía Jungwon, o aquellas repentinas peticiones de besos y toqueteo, ahora lo entendía.
—No estás sucio, Jungwon—replicó Jay, usando un tono de voz dulce—Eres precioso, y nadie va a cambiar eso.—
—Ellos me tocaron... Y me ensuciaron.—
—No, no es así, tú estás limpio, y hermoso, ellos no tienen poder sobre ti, ellos no pueden ensuciarte.—
—Ellos me manch...—
—No—le cortó—Ellos se mancharon, tú no, bebito, tú no tienes nada, ellos no te han quitado nada, ni te han puesto nada, ¿ok?—
—¿Puedes mimarme?—pidió en un susurró.
Jay asintió con su cabeza, y abrió sus brazos, para que Jungwon pueda sentarse en su regazo.
El menor apoyó su cabeza en el hombro contrario, mientras que Jay acariciaba su cabello con una mano, y con la otra sobaba su mano.
Ahora sólo quería protegerlo, y haría todo lo que este a su alcancé por hacerlo.
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Vecino incógnito (Jaywon)
De Todo『Y fue por casualidad que lo vió, aquel martes lluvioso. Ese día, Jay descubrió algo, mejor dicho a alguien, que nadie conocía』 ☂Está historia es una adaptación, no me pertenece☂ ☂Autor/a original @emxwrx☂