Vecino incógnito (Jaywon)

✧⁠*⁠。06✧⁠*⁠。

Jay le preparó un desayuno a Jungwon, ya que el menor le había dicho que no desayunó nada.

Después de desayunar, limpiaron todo y por petición de el menor dejaron todo en su lugar, como si nunca se hubiese tocado algo.

Ahora ambos se encontraban en la habitación de los padres del menor.

—¿Por qué no vamos a tu habitación?—

—No es agradable mi habitación.—

Jay frunció el ceño, y se sentó en la cama para mirar a Jungwon.

—¿Por qué eres tan misterioso? Incluso
dudo de que seas real.—

—Soy real, Jay, no estoy en tu
imaginación.—

—Eso no lo sé, quizás la soledad me esta jugando una mala pasa.—

—Quizás tú no eres real.—

—Eso es imposible, a mí las personas me ven, y conocen, a ti parece que no.—

—¿Eso determina si eres o no real? Hay cosas que nadie las ve pero sabemos que
existen.—

—Tienes razón...—

—¿Y tús amigos?—preguntó para cambiar de tema—Antes siempre te veía con dos o tres chicos, pero hace mucho tiempo que ya no los veo por aquí.—

—Ellos...—

—¿Por qué?—

—¿Qué?—

—Tú... ¿Por qué eres amable conmigo?—

Jay lo miró confundido, no entendía la razón de la repentina pregunta.

—Yo... No lo sé, simplemen...—

—¿Tú no quieres besarme? ¿No crees que soy sexy? ¿No te excitó? ¿Eres amable conmigo solo para poder tener relaciones?—

Jay negó rápidamente, no entendía porque Jungwon le preguntaba esas cosas, y claramente no iba a negar que posiblemente tenía ganas de besarlo, pero lo demás jamás se le paso por la mente.

—Yo soy amable contigo porque me agradas, no por alguna otra razón, quiero que seamos amigos, no q-quiero tener relaciones sexuales contigo.—

Jungwon agachó la cabeza, estaba pensando, tenía una mueca de confusión en su rostro.

—¿Yo te parezco lindo?—

Jay sonrió y con lentitud acercó su mano a la mejilla de Jungwon, la acarició suavemente mientras lo miraba a los ojos.

—Me pareces hermoso, eres como la naturaleza, llenó de cosas lindas y cualidades únicas, eres precioso.—

Jungwon con un poco de sonrojo sonrió.

—¿Te parezco lindo o sexy?—Preguntó tímidamente, sin quitar la mirada de Jay.

—Desde el día que te vi, simplemente quedé fascinado por tu belleza única, podrías ser ambas, pero a mí me cautivó tu belleza.—

El menor sonrió levemente y rompió el contacto visual para abrazarlo. Sintió por primera vez, la calidez de un cuerpo ajeno.

Jay por otro lado, sonrió, sintiendo por primera vez, ese sentimiento cálido y amigable que sienten las personas cuando se sienten acompañados.

Él no sabía si era real o no, no sabía si esto era producto de su imaginación, o si esta ilusión se destruiría dejándole nuevamente ese sentimiento de soledad, no sabía que le esperaba el mañana, pero por hoy, quería disfrutarlo, sin pensar en el futuro incierto.