『Y fue por casualidad que lo vió, aquel martes lluvioso. Ese día, Jay descubrió algo, mejor dicho a alguien, que nadie conocía』
☂Está historia es una adaptación, no me pertenece☂
☂Autor/a original @emxwrx☂
Las horas se fueron transformando en días, los días en semanas, y las semanas en un mes.
Hoy se cumplía un mes desde que no sabía nada de Jungwon, y la desaparición del menor le estaba causando problemas.
Estaba mucho más inquieto, y desconcentrado, su mente pensaba en Jungwon, se preguntaba en donde estaría él o que estaría haciendo, miraba a la ventana con la continúa ilusión de que en cualquier momento el castaño aparezca, pero los minutos pasaban, transformándose en horas, sin noticia alguna de Jungwon.
Su padre y su madre ahora discutían con más frecuencias, su padre quería dejar de pagar sus terapias e inscirbirlo en una universidad, pero para su madre, él no tiene la capacidad para escolalizarse y dejar la terapia sería como un suicidio. Aunque en cierta parte tenía razón, dejar la terapia sería como un suicidio.
Suspiró con frustración, al darse cuenta que no podía resolver unos simples ejercicios de matemática.
Él era muy bueno en matemáticas, siempre obtuvo notas alta en esa materia, pero ahora, hacer un simple ejercicio combinado le estaba costando mucho.
Y al parecer, su mamá tenía toda la razón, es un inútil.
Con un poco de pereza, se levantó de su cama, dejando de lado su intentó de demostrarle a su madre que no era un inútil.
Camino hacía la ventana y se sentó en la silla que tenía cerca. La luz de la luna iluminaba todo el vecindario y las estrellas estaban acompañandola, dándole un brilló extra.
Miró con un poco de esperanza a la ventana de Jungwon, y se mantuvo así por varios minutos, pidiendo con todas sus fuerzas que el menor aparezca.
Se estaba por rendir, estaba por aceptar que Jungwon fue producto de su imaginación y que nunca existió, entonces, una silueta se acercó, y poco a poco pudo ir viendo como el rostro de Jungwon aparecía.
El menor volvía a encontrarse como estaba el primer día, su pelo y piel descuidado, y en su cuello tenía algunas manchas, rojas, parecía que un mosquito le había picado.
Jungwon le sonrió y mostró su libreta.
"Hola, ¿cómo estás?"
Jay agarró su libreta y comenzó a escribir.
"¿Por qué desapareciste? ¿Estás bien? Me preocupe mucho por ti y te extrañe".
"Lo siento, estoy bien, no te preocupes, y yo también te extrañe".
"¿Por qué desapareciste?"
"Jay, ¿tú crees que soy bonito? ¿Tú saldrías conmigo si yo no quiero tener relaciones contigo?"
Jay lo miró desorientado, tratando de buscar en Jungwon algo que le expliqué porque le preguntaba eso.
"No entiendo porque haces esas preguntas... Pero sí".
"Me haces sentir muy bien, gracias Jay".
"¿Jungwon, tú en serio estás bien?"
"No, pero eso no importa, debo irme, mañana, a está misma hora, mantente pendiente a la ventana".
Sin darle tiempo de responder, se fue, dejando a Jay solo y demasiado confundido.
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