(XIX)

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Lucian había dejado dormir a su esposa, tenia que pensar como actuaría en cuanto ella despertara y en lo que vendría en los meses siguientes.
Desde la ventana podía ver a un pequeño buho viendo en su dirección, con esos grandes ojos rojizos escudriñando su persona.

—espero que estés en el infierno Stolas —murmuro entre diente antes de darle un largo trago a la botella de whisky entre sus manos.

—apuesto que lo estará a su debido tiempo.

El cuerpo de Lucian se tenso al escuchar aqueña distorsionada voz tras de él, y sin moverse sólo preguntó.

—¿como has entrado aquí? .

—es obvio que por la entrada o salida dependiendo de el que va o viene —respondió burlon.

—pero.

—¡Ho!, Ya entiendo te refieres a los simples y patéticos conjuros tuyos de protección —dijo mientras trazaba uno de los símbolos en el aire —he de admitir que quien los hizo tiene buena presicion pero dibujarlos no sirve de nada sin conjurarlos correctamente.

El cristal de la ventana frente a él comenzó a calentarse al grado de quebrarse por completo, Lucian miro el fenómeno que en un parpadeo ya había desaparecido.

—bien Lucian solo vine a despedirme, los tratos que llegamos hacer ya están cerrados y es hora de que cada quien se quede con su inversión.

—tendrás a esa cosa en cuanto nazca y por fin dejaras a mi familia en paz —murmuró lo último.

—eso solo es una pequeña vonificasion por tratar de engañarme la primera vez.

—que dijiste —hablo con un lijero temblor en la voz y dándose la vuelta para encararlo —¡no! , ¡no, ese no era el trato!, no puedes llevartela, e.. ella.

Alastor entrecerro sus ojos y amplio su sonrisa, había logrado sacar a flote lo que quería, ahora solo le tocaba disfrutar de la culminación de su juego.

—ahora me dirás que la quieres de verdad —dijo prestando atención a cada jesto del miserable hombre ante él —¡Ho! Esto no lo puedo creer, tu amor de prade por fin a aflorado, esto es excelente —no trato de esconder la risa que le producía tal revelación.

Lucian no dijo nada, no podía admitirlo en viva voz, solo era algo interno, una emoción o sensación que aún en tales sircustancias no podia ni atrevía a confesar, sólo sabía que sí Charlie se iba todo lo que el amaba también lo aria con ella.
Aún en la oscuridad podía ver la silueta de aquel demonio que lo atormento por años y seguía atormentandolo, ahora se burlaba de él sin temor a nada, a eso se había reducido su existir, a ser la burla de alguien a quien no podía hacer pagar por su osadía, la impotencia y frustración se habían vuelto sus grandes amigos y mientras se quedaba parado a mersed de la burla sentía como lo recorrían.

—bien, esto ha sido una reunión muy fructífera mi amigo pero ya debo irme, hay una dama esperando por mi y en su estado no es bueno que viaje tanto —dijo con fingida preocupación mientras miraba un reloj de bolsillo.

—no entiendo, —hablo por fin sintiendo el pánico en su interior, y por fin, después de tanto tiempo hizo la pregunta —¿para que la quieres?, no veo ningún interés de ti en ella pese a lo ocurrido para que ella esté en ese estado —dijo con el estómago revuelto ante tal idea.

Alastor ladeo la cabeza mientras cerraba sus ojos, tal vez pensando en su respuesta.

—admito que no es de mi interés siertos queberes, pero debo admitir que hay algo en Charlotte que me parece encantador, como un pequeño ángel que tuve la oportunidad de arrastrar al infierno — habrio sus ojos y se enderezó antes de dar su golpe final —antes de irme me asegurare de comunicárselo a Lilith, pese a tu desagradable persona sabes hacer verdaderas damas.

🌹..Todo y nada..🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora