A la mañana siguiente, cuando me despierto, vuelvo a estar solo en la habitación.
Rápidamente, las imágenes de lo ocurrido la noche anterior regresan a mi mente y
me pongo colorado. Pero también me excito.
El mundo de Taehyung me está abduciendo y siento que cada vez me gusta más. De pronto, la puerta se abre. Es él con una bandeja de desayuno.
—Buenos días, morenito.
Ese saludo, tan de mi padre, me hace sonreír y me siento en la cama. Tae llega
hasta mi lado, suelta la bandeja y, tras darme un dulce beso en los labios, se sienta a mi lado.
—He traído zumo de naranja, algo de embutido, tostadas, plumcake y dos cafés
con leche, ¿te parece buen desayuno?
Encantado con aquello, sonrío y lo miro.
—El mejor.
Durante unos diez minutos desayunamos entre risas y, cuando acabamos con
todo lo que había en la bandeja, la pone en el suelo y se sienta de nuevo junto a mí.
Está guapísimo con esa camiseta blanca y las bermudas de camuflaje. Vestido así
parece un jovenzuelo de mi pandilla, no el director de una gran multinacional.
—Vamos a ver, pequeño, ¿cómo estás? —pregunta mientras me acaricia el óvalo
de la cara.
—Bien, ¿por qué? —Al ver su ceja levantada respondo—. Bien… Si me preguntas
por lo que ocurrió ayer, tranquilo, estoy bien, lo disfruté y, sobre todo, tú no me
obligaste, lo hice yo porque me apetecía.
Él asiente. Por su gesto parecía necesitar escuchar aquello y veo que sonríe.
—Me encantó la experiencia contigo. Fue maravillosa.
—Para mí fue extraña. Diferente. Pero también morbosa… muy morbosa. Y ya vi
cómo disfrutabas cuando Andrés y Frida me tocaban.
—Mmmm… me excita ver tu cara de perversión, pequeño. Abres la boca de tal
manera y te arqueas tan deliciosamente… Me vuelve loco verte así.
Ambos reímos.
—En referencia a la fiesta de esta noche. Si tú no quieres, no…
—Sí, quiero. Quiero ir.
—¿Seguro?
—Sí. Totalmente.
Mi decisión parece sorprenderlo.
—¿Tú no quieres ir?
—No… no es eso… pero…
—¿Acaso hay alguien por el que me tenga que preocupar?
Él suelta una risotada y aclara:
—Absolutamente por nadie. Con ellos simplemente he jugado y…
—¿Has jugado mucho con ellos?
—Sí.
Eso me incomoda. Cualquiera de ellos me sacará ventaja.
—Pero ¿mucho… mucho?
—Mucho… mucho. A algunos las conozco desde hace más de diez años,
pequeño. Pero no tienes de qué preocuparte. En cambio, yo sí que me tengo que preocupar. Tú serás nuevo y estoy convencido de que muchos hombres te observarán deseosos de ser ellos los elegidos.
—¿Tú crees?
Él responde que sí con su cabeza y siento que se le oscurecen los ojos. De
pronto, lo siento algo escamado y eso me alerta. ¿Estará celoso?
—Sí, lo creo. Pero no olvides, cariño, que…
—… que sólo lo haremos con quien yo quiera, ¿me equivoco?
—No. —Sonríe, mientras me aparta un mechón de pelo de la cara.
Doy un trago a mi café.
—¿Me vas a ofrecer a otro hombre?
Mi pregunta vuelve a pillarlo por sorpresa. Como siempre, lo piensa… lo piensa
y, al final, responde con otra pregunta:
—¿Te gustaría?
—Sí… me excita sentir que eres mi dueño. Anoche me excitó.
Se carcajea y, tras darme un beso en los labios, murmura:
—Señorito Jung, ¿habla de dueño? ¿No dijo que no le gustaba el sado?
—Y no me gusta —aclaro—. Pero me excita sentir tu posesión.
Él asiente. Clava sus preciosos ojos en mí y murmura:
—No olvidaré eso cuando te ofrezca esta noche.
Asiento como siempre. Está claro que él sólo hará lo que yo quiera y, deseoso de
que todo sea como siempre, me tumbo en la cama y tras hacerle una seña con el
dedo para que se tumbe sobre mí le susurro:
—Tú eres el experto. Estoy en tus manos.
Él sonríe y me besa.
—Cariño… cada día me sorprendes más.
Pongo los ojos en blanco y pestañeo.
—Me gustas mucho cuando me llamas cariño. ¿Todavía no te has dado cuenta
del influjo que provocas en mí cuando me dices palabras cariñosas?
—Estás comenzando a asustarme.
Eso me hace reír.
—¿Que yo te asusto?
Él asiente. Pone entonces sus manos en mi cintura y me hace cosquillas.
—Sí…, precioso. Comienzo a temer tus juegos. Creo que vas a ser peligroso.
Tras la comida, Frida y Andrés se retiran a descansar. Taehyung me propone lo mismo, pero me apetece leer en la sombrita. Él me acompaña y, tirados en las cómodas hamacas de la piscina y bajo una maravillosa sombra, compartimos música en mi iPod y leemos.
Pero yo apenas leo. Mi mente no para de dar vueltas a todo lo que va a pasar,
mientras disfruto de estar junto a él. Verlo a mi lado, tranquilo y relajado
mientras lee el periódico me parece algo sublime, maravilloso. De pronto en mi
iPod comienza a sonar una canción y oigo que él la tararea. Eso me deja sin
habla.
"Sé que faltaron razones, sé que sobraron motivos
Contigo porque me matas, y ahora sin ti ya no vivo
Tú dices blanco, yo digo negro
Tú dices voy, yo digo vengo
Miro la vida en colores y tú en blanco y negro.
Dicen que el amor es suficiente, pero no tengo el valor de hacerle frente
Tú eres quien me hace llorar, pero sólo tú me puedes consolar.
Te regalo mi amor, te regalo mi vida
A pesar del dolor eres tú quien me inspira.
No somos perfectos somos polos opuestos,
Te amo con fuerza te odio a momentos.
Está tarareando la canción Blanco y negro de Malú. ¡Y se la sabe entera!
Asombrado, no me muevo, mientras hago como si leyera mi libro. Escuchar a
Taehyung cantar aquella canción que siempre me recuerda a él me pone la carne de gallina. Cuando la termina, me doy cuenta de que me mira.
—Aún recuerdo el día que te escuché cantarla.
—Sí… muy majo tú. Me dijiste que cantaba fatal, ¿lo recuerdas? —él sonríe y
yo añado—: Oye… ¿cómo te sabes esta canción? Recuerdo que me preguntaste el
título y quién la cantaba.
—La busqué.
—¿Y por qué la buscaste?
—Porque escuchar esta canción me recuerda a ti.
Aquella revelación me deja sin palabras. Taehyung continúa leyendo y yo lo imito.
Estoy emocionado porque, sin utilizar palabras cariñosas, sé que me ha dicho: «Te quiero».

ESTÁS LEYENDO
All You Want (Vhope)
FanficTras la muerte de su padre, Taehyung, un empresario alemán decide viajar a España donde conoce a Hoseok, un joven del que se encapricha y con el que entrará en morbosos juegos llenos de fantasías y sexo. HOSEOK BOTTOM & TAE TOP ADAPTACIÓN