Capitulo: 27,

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«El joven Shuji»
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¡Por Dios!.... ¡¿Que demonios hace Hanma en frente de mi casa?!, ¿Al caso quiere venganza de lo de Manjiro?... ¡¿Vino a vengarse conmigo?!.... Y no lo dudo está completamente ¡Loco!

– ¿entonces si vives aquí? – sonrió

– oye que te importa, lárgate... – dije a la defensiva

– ¿Que sucede? – llegó el señor Shuji alado de Hanma

– no es nada padre... Solo nos estábamos conociendo –

¡¿Que dijo?!.... ¡¿Al caso lo llamo padre?!, ¡¿Hanma es hijo del señor Shuji?!... ¡¿Entonces Hanma?!... ¡Se apellida Shuji?!

– pasen – hablo mi madre de tras de mi

Reaccioné y me hice a un lado para que ellos pasaran... El señor Shuji nos trago flores a regalar... Y yo me espante... ¡¿Al caso quiere matarme este señor?!, Cuando me acerque las flores que me iban a dar me espante de una manera terrible

– ¿Que sucede? – nos miro

– gracias por las flores... – la tomo mi madre, y yo me tape la nariz, pero desgraciadamente me había tocado el brazo – las llavere a mi habitación –

– por qué no las pones aquí – sugirió el señor Shuji – ¿o a tu hija no les gustan las rosas? –

Hanma no me me quitaba la mirada de encima, apuesto que está planeando como matarme en mi propia casa... Empiezo a tener por mi vida...

– padre... – Hanma hablo – su hija es alérgica a las flores –

– ¿Eh?... – me miro el señor Shuji – ¿Eres alérgica hija?... No tenía idea, lo siento mucho – se disculpo

– no sé preocupe – respondí y estornude

– me las llevaré – aviso mi madre

– lo siento mucho, de verdad lo siento – se disculpaba el señor Shuji – ¿Cómo es que lo sabías? – miro a Hanma

– sería un idiota no darse cuenta que de está poniendo roja y se está rascando como un maldito perro... – aseñalo

Yo empecé a rascarme, ¡Maldita sea!, A este paso terminaría siendo un tomate...

– ¡Por Dios!... ¡¿Necesitas algo?! – exclamó asustado el señor Shuji

– buena idea padre, matemos a la hija de tu novia... –

– esto es enserio Hanma, deja de bromear – le llamo la atención

Hanma rodeo los ojos, y se dió la vuelta mirando todo en la casa

– no sé preocupe señor Shuji, se quitara –

– ¿estás segura? –

– si... –

Mi madre regreso, invito que se sentarán en la sala mientras se iba a lavar las manos, por otro lado yo no dejaba de rascarme los brazos, el cuello, y incluso la cara... Mi madre regreso de la cocina

– ¿Cómo has estado Hanma? – pregunto ella

– no me quejo – respondió él

Hanma usaba una ropa olgada, una camisa blanca y un pantalón ajustado, traía una cadena y unos aretes... Incluso traía una pulsera... Y eso me recordó a que no le había entregado la pulsera a Manjiro... ¡Maldita sea!

Un Amor Para Siempre, (Wakasa Imaushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora