Un Amor Para Siempre, (Wakasa Imaushi)

Capitulo: 59,

«¿este es su sueño?»
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Han pasado semanas desde que no soy novia de Wakasa, empiezo acostumbrarme, empiezo a llevar mi vida como antes de que empezará a salir con él, Empecé hablar más con Mikey, y empecé a convivir más con él, ahora mi vida era diferente

– ¿Vas alguna parte? – pregunto mi hermana

– si – respondí comiendo unas uvas

Había quedado en ir con Mitsuya a una carrera de motocicleta, no eran carreras de motocicleta calleras como las que ellos suelen hacer, eran totalmente profesionales los que correrian ahí

– últimamente te veo desanimada – comento ella

– cosas en la universidad – la mire

– ¿Enserio? – sonrió de una manera burlona – ¿O... Al caso fue cuando me encontraste con Wakasa teniendo...? –

– en tus queridos sueños hermana – hablé interrumpiendola – mi desánimo no viene de tú revolcada con tú querido novio – aclare

– solo digo – se sentó en la silla que estaba enfrente mío – te has puesto tan triste desde aquel entonces... – decía sonriendo

Le divertía, para ella todo era un juego, no respondí nada y seguí comiendo en silencio

– sabías que nuestro querido padre quiere vernos – hablo de nuevo

– después de estar toda una vida lejos de nosotros, ¿Quiere vernos? – alce una ceja

– hablo con mi madre hace unos días –

¿Hablo con mamá?, ¿Y ella no me lo contó?, ¿Porque no me lo contó?,

– ¿Y te lo comento nada más a ti ella? – pregunte

– algo así... – ella estiró su mano y tomo dos uvas para comer

Me sentí mal, ¿Porque mamá no me lo contó a mi?, Me tuve que enterar por Wakasa... Y ahora Kimura me lo cuenta, ¿Al caso ya no me tiene confianza?

– llegué niñas – entro ella a la casa con bolsas de compras – ¿Sahori ven ayudarme? – me pidió

Me levanté para ayudarla, tome una de las bolsas

– compré esencia de vainilla, la que tanto te gusta ponerle a la horchata Kimura – le decía ella

– ¿Me trajiste mi jarabe? – busque entre las bolsas

– oh... – la mire cuando hizo aquel sonido – olvide comprarlo – me hizo saber

– pero te lo pedí ayer... – hablé

– lo olvide... – decía acomodando las cosas en la cocina – ¿Si tanto te urge por qué no vas tú a comprarlo? –

Me quedé callada, ¿Es enserio?, Solté un suspiro y medi la vuelta

– ¿No vas ayudarme acomodar? – pregunto

– no – respondí y tome mis zapatos

– ¿Adónde vas? – pregunto

– te avise ayer que saldría – le recordé – así que nos vemos más tarde – abrí la puerta del departamento y salí

Estaba enojada, ¿Decidió comprar una esencia y no comprarme mi jarabe?, Es increíble esto... Tome el elevador apreté los botones con coraje, Una vez me dejó en la planta baja abrió sus puertas... Y no podía llegar hacer peor mi día