Capitulo: 30,

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«mañanero»
🎉🎉🎉













La luz de la mañana hizo que abriera mis ojos, cuando los abrí vi a Wakasa alado mío durmiendo aún... Se veía tan atractivo y tan guapo... Su caballo blanco despeinado, su nariz toda perfecta...

– ¿Que tanto me vez? – hablo

– ¿Estás despierto? – sonreí

– más o menos... – abrio los ojos – te ves tan hermosa por las mañanas –

– que mentiroso eres... –

– hablo enserio... – se acercó a mi y me beso

Yo correspondi a su beso, me levanté y me subí encima de él sin dejar de besarlo... Moví mis caderas... Lo mejor de todo es que aún estamos desnudos

– ¿por qué no empezamos la mañana con cardio? – propuse entre besos

– es una buena idea... – respondió

Me jalo y hizo que quedará abajo de él, yo sonreí él abrió mis piernas y se puso y medio...

– procura no gemir fuerte... Mía está en la otra habitación –

– entendido – respondí

Wakasa se frotó su miembro con su mano, luego me lo metió

– ¡Ah...! – gemi levemente

Wakasa empezó a darme envestidas, yo cerré mis ojos dejándome llevar por el momento, mordía mis labios para no gemir fuerte no que se escuchará, ya que Mía estaba en casa... No quería ser una chica escandalosa... Y tampoco quería que ella supiera que estaba cogiendo con Wakasa...

– ¡Wakasa...! – mencioné su nombre sintiendo sus envestidas

– me gustan tus caderas – dijo y las apreto

– ¡Mmm...! – reprimi mi gemido

Lo tome del rostro y hice que me besará, sus besos siempre son cálidos y tan sabrosos..

– ¡Mmm..! – gemi aferrando mis piernas a su cadera para que pudiera entra más dentro de mi vagina

Wakasa empezó a besar mi cuello, y yo lleve una de mis manos a su cabello... Wakasa entraba y salía de mi

– ¡Ah...! – solté un gemido fuerte

Y Wakasa me tapo la boca para que no se escucharan mis gemidos

– silencio... Mi amor – susurró en mi oído

Al escuchar eso hizo que me sintiera tan bien, con ganas de hacer el amor, Wakasa me dió una fuerte envestidas que hizo que me retorciera y me doliera... Solté un gemido pero fue ahogado con la mano de Wakasa... Este hombre si que cada día me mata con sus envestidas... Wakasa hizo que abriera mi boca y metió una de sus dedos en mi boca... ¡Por Dios!... Era la mejor mañana...

– Me gusta amanecer de esta manera – me decía

– ¡Mmm...! –

Las envestidas de Wakasa eran rápidas, estaba empezando a llegar a mi orgasmo.... Jale las sábanas con mi mano... Las envestidas de Wakasa eran tan ricas...

– ¡Ah..!, ¡Mmmm! – solté el gemido, había llegado a mi orgasmo, pero Wakasa había detenido mis gemidos con su mano – ¿terminaste? – pregunte cansada

– no, aún no... – respondió – ven... Súbete –

Salió dentro de mi y yo me levanté para ponerme encima de él, me senté encima de él

Un Amor Para Siempre, (Wakasa Imaushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora