Un Amor Para Siempre, (Wakasa Imaushi)

Capitulo: 78

«Nada de que preocuparse»
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Regrese a casa temprano después de una jornada de trabajo, camine y observé que mi celular no dejaba de sonar, desde la mañana había estado ignorando las llamadas de Mikey desde que me enteré que me puede estar engañando con las hijas de su jefe, creo que estaba exagerando y quizás estaba siendo caprichosa, pero debo de admitir que estaba celosa de las hijas del jefe de Mikey, ¡Lo sé!, sueno patética... Empecé a subir las escaleras y me quedé quieta cuándo observé a Mikey con Ran, ¡Maldición!, Di una vuelta totalmente silenciosa

– ¡ya te vi! – escuché a Mikey

Decidí bajar a toda prisa para irme, pedo cuando lo estaba haciendo el se apresuro y me jalo de la bolsa de mano

– ¡Sahori tenemos que hablar! – me jalo hacia él

– ¡Déjame! – me queje

– ¡Se por qué me ignoras!, ¡Deja y te explico todo! – me decía

– ¡No quiero que me expliques nada! – le grite empujándolo

– vamos... Hay que hablarlo... – me decía

– ¡No quiero! – me queje

De repente me levanto en peso subiendome encima de su hombro, yo me queje

– ¡Bájame! – pedi

Observé que empezó a subir las escaleras para la casa

– ¡Mikey si no me bajas gritaré muy fuerte! – amenace

– hazlo – respondió

Levanté mi cabeza y mire a Ran sonriendo al vernos

– ¡Ayúdame! – pedí

– mira la hora que es... – observó su celular y empezó a bajar las escaleras

– ¡Cobarde! – grité – ¡Maldita sea Ran! – me queje mirando como se iba – Mikey bájame... Me está doliendo el estómago – hice saber

– ¿Dónde están las llaves? –

– no lo sé... – respondí – ¡Ya bájame! – exigí de nuevo

– ¿Dónde están las llaves Sahori? – me golpeó el trasero con la palma de su mano

– ¡Oye! – me queje

– la llaves – exigió

– están en mi bolsa de mano – explique

Él no me respondió nada, simplemente abrió la puerta de la casa y entramos,

– ¡Ya bájame, me siento mareada! – me queje

Mikey me bajo de encima de él, dejándome en el sofá y yo lo mire de mala manera,

– hay que hablar con tranquilidad – se sentó enfrenté mío

– dije que no quiero hablar – le recordé

– que lastima yo si – hablo, y yo rodee los ojos fastidiada – Ran me lo explico todo Sahori... Lo que te dijo Sanzu no es verdad –

– ¿Entonces no llevaste a ninguna hija de tú jefe? – pregunte con una ceja alzada

– bueno... Eso sí es verdad – confesó

– eres un mentiroso – hablé molesta – si me estás engañando con otra, dilo ya – exigí