Capitulo: 55,

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«Creo que soy la de la mala suerte»
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Me levanté temprano, me cepillo los dientes, me amarre el cabello y me aliste para ir hoy a seguir a Kimura, aún así creo que estoy haciendo mal, pero no hay de otra, suspire profundo y salí de mi habitación, mire a mi madre hacer el desayuno

– buen día – saludé

– ¿Cómo dormiste? –

– muy bien... – tome un poco de jugo

– ¡Buen día familia! – llegó Kimura con una sonrisa lista para salir, se acercó a mi madre y le dió un beso en la mejilla

– veo que estás de buen ánimo – comento mi madre

– lo estoy mamá, hoy es un día fascinante – sonrió ella y me miro – ¿Y tú hermanita? –

– yo estoy muy bien – sonreí feliz también

– ¿Enserio? – me miro con seriedad

– ¿Por qué no debería de estarlo? – le di un sorbo a mi vaso de jugo

– por nada en especial – movió su cabeza y se sirvió un vaso de jugo igual – ¿Hablaste con Wakasa a noche? –

– ¿Por qué debería de hablar con él? – levanté la ceja

– me comentó que tenía que decirte algo urgente –

De seguro se refiere a lo de mi padre, ¿De verdad uso a Wakasa para darme esa noticia?, O quizás ¿solo le dijo para saber si Wakasa hablo conmigo?

– no, e hablado con él – mentí

Ella cambio su semblante, aquel semblante de alegría se convirtió en una profunda seriedad, De repente mi celular empezó a sonar, mire que era Mía, ¿Tan temprano?,

– debo de irme ya – me levanté de la silla

– ¿No desayunaras? – pregunto mi madre

– desayunare en la universidad – tome mi bolsa y mis llaves de la casa y salí

Tome el elevador y me acomode el bolso, una vez salí del elevador salí del edificio buscando con la mirada a Mía

– ¡Sahori! – mire que me habló una chica de cabello verde

– ¿Mía? – mire muy confundida

– vamos rápido – me hacía seña

Yo me acerque a ella, y entre al auto, la mire se veia muy extraña

– ¿Que demonios te paso? –

– ¿Cómo me veo?, ¿Me parezco? –

– de hecho te ves irreconocible – dije mirando su peluca corta color verde – quítatela –

– claro que no, este es nuestro disfraz, a si tú hermana no nos conocerá – decía – también te traje una a ti –

Ella me poso una bolsa de compra y luego saque de ella una peluca naranja

– ¿No había otro color? – la mire

– se te verá genial, pasarás cerca de ella y no te conocerá –

– ¿Enserio? – la mire – ¿Crees que no va hacer extraño que una chica con cabello de zanahoria la siga? –

– lo piensas mucho – se pinto ella los labios de rojo intenso – ¡Ah! – grito ella – ¡Es tú hermana! – aseñalo

Un Amor Para Siempre, (Wakasa Imaushi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora