𝐁𝐋𝐎𝐖 | ¿Quién dijo que fue buena idea meter a dieciocho adolescentes, y no tan adolescentes, con las hormonas revolucionadas en una misma casa?
El Reality Show "HYBE HOUSE" se estrena con estos tres grupos, que si de por sí han subido los estánd...
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Mientras que algunos se iban a descansar, otros aún seguían en su cita, y estos eran Jay y Eun-ji. Ambos tímidos pero permaneciendo unidos, se miraban a los ojos con una sonrisa plasmada en el rostro. Se encontraban solos en la habitación, pues Jake había decidido dejarles su intimidad al ver que se encontraban en una elaborada cena, y Nari y Sunghoon le permitieron dormir esa noche en la cama que les sobraba en su cuarto.
Pero, a decir verdad, ninguno pensaba en eso en ese preciso instante, pues la soledad, el silencio en el hogar y la comodidad del colchón sobre el que estaban ambos les hacía centrarse tan solo en el otro y en la unión que conformaban, una la cual los tenía tanto tensos como necesitados. La idea de aventurarse a su primera vez había pasado tantas veces por la cabeza de ambos que ya no podían esconder sus ganas de hacerlo aunque aún les costara dar el paso. Pero Jay estaba un poco relajado porque había tenido ayuda de varios de los chicos, y en cuanto a Eun-ji, sus chicas se habían encargado de quitarle esa carga de miedos de su espalda y arrojarla bastante lejos, de modo que en ese momento la chica solo quería disfrutar.
Y fue ella la que comenzó, con caricias tímidas pero intencionadas en el abdomen de Jay, hasta el que llegó tras desabrochar la camisa oscura de él. El estadounidense se dejó hacer, diciendo nada más que halagos para su chica, que, sobre él, besaba su cuello.
No fue tan tenso como esperaban, pues cada toque suave aliviaba los nervios de ambos y la tensión de sus hombros disminuía hasta no quedar en nada. Ambos eran tan solo necesidad personificada. Se pedían, se necesitaban, sus miradas lo decían sin que tuvieran ellos que hacerlo.
Jay sujetó inconscientemente las caderas de Eun-ji y hundió su cuerpo. Sus intimidades rozaron por encima del vestido de ella y los vaqueros de este, abultados. La chica sintió nervios por un momento, solo de imaginarse lo que iba a ocurrir, sin embargo, Jay se anticipó.
—Si lo hacemos, seré cuidadoso —habría murmurado en su oído antes de subir la mano desde su muslo hasta sus caderas otra vez, en esta ocasión llevándose consigo el vestido hasta arriba. Se mostró la lencería elaborada de tono rojizo de Eun-Ji, esta, también enrojecida en sus mejillas, hundió el rostro en el cuello de Jay para continuar besándolo mientras tanto.
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