𝐁𝐋𝐎𝐖 | ¿Quién dijo que fue buena idea meter a dieciocho adolescentes, y no tan adolescentes, con las hormonas revolucionadas en una misma casa?
El Reality Show "HYBE HOUSE" se estrena con estos tres grupos, que si de por sí han subido los estánd...
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El calor había perdido protagonismo en la estancia de Gya en la habitación cuatro, por primera vez. Ahora su temperatura corporal y poca tolerancia a los altos grados habían pasado a segundo plano, más durante aquella última madrugada donde su cerebro no paraba de repetirle las mismas palabras e inseguridades.
Porque de eso se trataba, de inseguridades. Y se culpaba a sí misma porque llevaba muchísimo tiempo sin cederles el paso, sin dejar salir a esos diablillos tortuosos que su mente había creado durante una etapa que ya se suponía estaba empolvada.
Con el cuerpo sudoroso Gya se levantó de la cama que compartía con aquel chico al que estaba segura que quería muchísimo, pero que sabía había lastimado con su frialdad hacía tan solo unas horas.
Suspiró y caminó casi de forma automática a la cocina para hacerse un café, como siempre, con la diferencia de que aún no amanecía y en la casa se estaba lejos de comenzar las grabaciones. El resto de los chicos dormía placidamente, las plantas de afuera estaban húmedas por el rocío, Gya tomó la jarra con su café frío y se sentó en el mueble del salón principal, observando la majestuosa imagen del cielo dejando la oscuridad para bañarse de sol, en silencio mientras disfrutaba de aquel tan preciado líquido para ella.
No había dormido nada y por eso le era tan fácil encontrarse con ese cansancio somnoliento que la estaba abordando. Justo al cerrar los ojos y casi caer dormida, delante suyo se sentó alguien. Ella sonrió antes de abrirlos, pensando en su compañía de casi todas las mañanas, Heeseung. Sonrió de lado para al fin verle a los ojos pero alta fue su sorpresa al ver a Choi Soobin sentando delante de ella, viéndola con esos ojos oscuros y penetrantes.
Soobin era muy dulce, pero cuando estaba así de serio podía llegar a ser bastante intimidante.
—Buenos días, despertaste temprano —fue lo único que Gya pudo decirle, intentando no apartar la mirada para que la débil barrera de seguridad que llevaba esa mañana no decayera.
—No dormí bien, te movías mucho.
—Perdón— Gya dio un sorbo a su café y aprovechó para desviar la vista del chico. Aunque luego volvió a posar sus ojos en él-. Realmente perdón si no te dejé dormir.
—No fue por tu movimiento por lo que dormí mal, Gya... Fue por pensar en ti.
—¿En qué exactamente? —intentó no sonar muy fría pero le salía solo y lo supo por el suspiro de Soobin.
Aún así él se acercó, hasta que sus dedos rozaron los muslos de ella. Un toque cálido, suave y para nada con otra intención que el sentirla cerca. La líder de De Vil sabía que Soobin abordaría el tema de la confianza, pero la agobiaba mas bien que sacara de ese el otro, el que llevaba evitando desde que comenzó a tener "algo" con él.
